FIN DEL SANCHISMO

Sánchez prepara un cambio profundo en la dirección del PSOE para rearmarlo de cara al ciclo electoral

El presidente se dispone a una remodelación de calado de su cúpula, como indica que haya convocado, y para este sábado, al comité federal | No hay certezas, pero todo apunta a que ganará más peso e influencia el núcleo de la Moncloa | En las quinielas, Antonio Hernando, Patxi López y Pilar Alegría

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. / Alberto Ortega - Europa Press

Juanma Romero

Al menos, hay ya un horizonte temporal cierto. El sábado. El 23 de julio, 

Pedro Sánchez

 despejará todas las dudas de los ajustes que ha diseñado para su cúpula en el

PSOE

. Y serán profundos, por la primera señal, poderosa, que envió este martes: la convocatoria para ese día del comité federal del partido, el máximo órgano de dirección. Pero, a partir de ese punto, las certezas se escabullen porque todavía no ha procedido a los nombramientos, a revelar siquiera qué nueva estructura tiene en la cabeza. Aunque sí parece más que consolidado que el núcleo duro de la Moncloa ganará más terreno, más influencia, más poder, al margen de que ese triunfo se traduzca en un desembarco de sus altos cargos en Ferraz. El nombre que más figura en las quinielas es Antonio Hernando, director adjunto de Gabinete. Pero en las apuestas internas también emergen otros dirigentes en ascenso: el exlehendakari Patxi López en una portavocía o la ministra 

Pilar Alegría

 en un puesto más relevante en la ejecutiva.

Una vez que Adriana Lastra dimitió el lunes como vicesecretaria general, el líder podía haber esperado hasta después del verano para repensar su ejecutiva del PSOE y ponerla a punto de cara al ciclo electoral. Podía haber hecho un pequeño retoque y punto. Pero decidió sofocar la angustia del partido fijando una fecha, el sábado, y citando a su comité federal. Es decir, que aceleró y lanzó el mensaje, como confirmaban fuentes de su entorno en la Moncloa y en Ferraz, de que se dispone a una remodelación de calado, porque al convocar al máximo escalón de poder tiene manos libres para introducir todos los cambios orgánicos que quiera. Los estatutos prescriben, en su artículo 34.4, que la cobertura de vacantes o la reorganización de la dirección ha de ser aprobada por la ejecutiva y ratificada por el comité. Para este sábado, están convocados la cúpula primero y el máximo órgano a continuación.

En las últimas horas se había barajado la posibilidad de que Sánchez decidiera montar un comité electoral para engrasar la relación con Ferraz, que llevara las riendas de las campañas de las autonómicas y municipales y luego de las generales. Una suerte de 'ejecutiva paralela'. Pero para aprobar su formación bastaba con reunir a la ejecutiva federal. Que el presidente cite al comité es indicativo de que moverá las piezas de su propia cúpula, la que fue votada en el 40º Congreso Federal, el pasado octubre, por un 94,94% de los delegados. Es decir, que probablemente cubra la vacante de Lastra, pero también puede remover la cuestionada portavocía del PSOE —en manos de Felipe Sicilia, muy cercano a la ex número dos— o incluso designar a un nuevo secretario de Organización, en sustitución del navarro Santos Cerdán. Precisamente, la difícil cohabitación de este y Lastra explica tanto el apremio del partido como la decisión del presidente de precipitar los relevos.

"Ferraz ha flaqueado"

"Lo que está claro es que Ferraz ha flaqueado en estos meses. No está. Y si Pedro tiene que entrar en Ferraz es porque Ferraz no funciona, y él necesita al PSOE (y a Unidas Podemos) a pleno rendimiento. Necesita engrasar la maquinaria del partido para el año y medio que viene, y requiere de un engranaje que funcione 24/7", analiza un alto cargo de la Moncloa. ¿Cómo se materializa? "Puede haber un comité electoral que por arriba diseñe ideas, planifique grandes líneas, pero los soldados los debe poner el partido, porque si el PSOE pierde tensión, que es lo que ha ocurrido en Andalucía, no hay nada que hacer". "Los comités electorales los hemos tenido para papeletas y censos... ¿Va a sustituir un comité a la ejecutiva federal? No tiene sentido eso, porque además en los comités metes al núcleo duro de la dirección", ilustra un barón regional de peso. En Ferraz también se sostiene la misma tesis: que una vez que Lastra ha allanado el camino, el líder va a aprovecharlo para reordenar su casa, cambiar el chasis, modificar el corazón del poder.

Sánchez podría ubicar a sus cargos de confianza de la Moncloa en el comité electoral, para hacer visible quiénes son los rostros del poder socialista. El primer anillo de poder lo conforman su director de Gabinete, 

Óscar López

, y su 'dos', 

Antonio Hernando

, más el ministro de la Presidencia, 

Félix Bolaños

. Con los dos primeros el presidente recuperó la relación en 2021 después de años de distanciamiento: después de verse tumbado por los barones en 2016, ambos, que habían sido sus colaboradores, le dieron la espalda. López dirigió la campaña de primarias de Patxi López, y Hernando continuó como portavoz en el Congreso. Sirvió a la gestora para pasar del 'no es no' a Mariano Rajoy que enarboló Sánchez a la abstención, giro que fue muy denostado internamente. Pero Sánchez rescató a los que eran sus dos íntimos amigos en el partido, porque los tres trabajaron a las órdenes de Pepe Blanco cuando este era secretario de Organización de José Luis Rodríguez Zapatero. "Todos aprendieron entonces cómo se dirige el aparato y cómo se ganan elecciones", valora hoy un alto mando de la Moncloa.

¿Aterrizará de facto Hernando en Ferraz, con galones? No se sabe aún. Ni tampoco, si es así, en qué puesto recalaría. Hay quienes no lo ven a los mandos del aparato o en un cargo relevante en la dirección socialista, porque su labor "es necesaria en la Moncloa", dado que es quien organiza la acción política del Gobierno. Su nombramiento sería una bomba, precisamente por los recelos que suscita en el sanchismo de pura cepa. Otros sí creen que podría ser promocionado.

¿Ajustes también en el Gobierno?

De cualquier manera, la Moncloa va a ganar presencia en la dinámica cotidiana del partido. Para empezar, porque Sánchez probablemente corregirá la disfunción existente, ya que la relación de Lastra con Hernando no podía ser fluida: ella, cuentan quienes la conocen bien, no podía digerir que aquellos que habían traicionado al jefe en 2016 estuvieran de nuevo al lado de él. "Pero este partido se gobierna desde la Moncloa. Siempre ha sido así —señala un presidente autonómico—, es un partido de gobierno que está al servicio del país. Pedro sí ha perdonado a Antonio y Óscar, pero la tropa no olvida, tiene el recuerdo de las noches en la trinchera".

Otro nombre en ascenso es el de Patxi López. Ahora se le mira como posible nuevo portavoz en el Congreso, en sustitución del canario Héctor Gómez, aunque hay quienes también le ven como portavoz de la ejecutiva, en lugar del jiennense Felipe Sicilia, muy ligado a Lastra y muy cuestionado. En la cúpula advierten de que fue muy significativo que, la semana pasada, en la segunda jornada del debate sobre el estado de la nación, Sánchez le reivindicara por su contribución al fin del terrorismo y le abrazara cariñosamente. El exlehendakari atesora una larga trayectoria política y es apreciado en el partido. La crítica a Sánchez, de hecho, era que estaba muy desaprovechado desde que lo integró en su dirección en 2017. No formaba parte de su círculo de confianza ni se lo llevó al Gobierno. Remover a los portavoces parlamentarios es un trámite que aprueba la dirección, sin pasar por el comité.

También circula en el PSOE la idea de una posible promoción de la ministra de Educación, Pilar Alegría, valor en alza. ¿Tal vez como nueva vicesecretaria general? Es una opción que ronda en los mentideros del partido. Alegría ya fue secretaria de Organización del PSOE aragonés, portavoz de la campaña de Susana Díaz en primarias, consejera regional. Se conoce bien la formación y se aprecia que sabe replicar al PP. Porque lo que necesita la Moncloa, indican fuentes gubernamentales, es reforzar el perfil de la ejecutiva del PSOE para "cubrir los flancos" y atacar a los conservadores sin ataduras en un largo año electoral que va a ser "muy duro" y en el que Alberto Núñez Feijóo parte en mejor posición, ya colocado como primera fuerza incluso en el CIS, como mostró su barómetro de julio conocido este martes. La promoción de Alegría, además, abriría la duda de si es necesaria una reestructuración inmediata del Ejecutivo o bien se deja para cuando haya que hacer ajustes para sacar ministros a candidaturas electorales.

Una figura en el punto de mira es la de Santos Cerdán. Los próximos a Lastra dan por hecho que caerá con la remodelación interna. "Quien inició todo este lío, malmetiendo contra ella, fue él. ¿Y ahora lo va a premiar a él?", se preguntan. En el círculo de la exvicesecretaria señalan que ella se marchó "anticipándose" a un vaciamiento de sus funciones y "harta de las presiones, de todo el mundo, de dimes y diretes, de la quinta planta" de la sede federal del PSOE. O sea, de Organización. Por eso entienden que Cerdán, "por dignidad", debería dimitir. Pero no opinan así otros dirigentes consultados que, aunque reconocen su escasísima visibilidad, sí le reconocen su relación orgánica con los territorios, que siempre ha fluido sin problemas.

Sánchez ya comenzó a virar la nave con la remodelación del Gobierno de hace un año. Se deshizo de parte de sus fieles, con la traumática caída de

Carmen Calvo

y

José Luis Ábalos

—y la celebrada caída del director de Gabinete, Iván Redondo—, y comenzó a reconciliar el partido, borrando el primer sanchismo. Ahora podría emprender la segunda parte de esa operación, laminando por completo al círculo original que le animó a dar la batalla en las primarias contra Susana Díaz de 2017. De ese anillo, solo queda Cerdán. Algo que indigna a los que entonces le acompañaron. "Esto es una ópera de figurantes en torno a un tenor y su carrera política, no pintamos nada nadie. ¿Pasamos de un giro a la izquierda anunciado en el debate de la nación a que ahora tomen el mande los 'Blanco boys', los que traicionaron el 'no es no'? ¿Cuáles son entonces sus principios y sus fundamentos?", subraya una veterana.

El presidente pretende lanzar un mensaje rotundo puertas para dentro (y para fuera), haciendo un lavado de cara profundo de la dirección que él mismo eligió hace menos de un año. "Pero da igual: va a mandar él, y solo él", concluyen los que recelan de sus movimientos. El PSOE continúa expectante.