CATALUÑA

Laura Borràs inaugura la cumbre contra la corrupción acusando al Estado de 'lawfare'

"La guerra jurídica es una estrategia de represión y consigue el objetivo de ensuciar, con la corrosiva mancha de la corrupción, los adversarios políticos", defiende la presidenta del Parlament

La presidenta del Parlament, Laura Borràs.

La presidenta del Parlament, Laura Borràs. / Ángel García

Júlia Regué

La presidenta del Parlament, 

Laura Borràs

, ha inaugurado este viernes la segunda cumbre contra la corrupción que se celebra en la Cámara catalana a cargo del Observatorio Ciudadano contra la Corrupción. La jefa de Junts, a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados al ser investigada por fraccionar presuntamente 18 contratos menores cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), ha dado la bienvenida a los comparecientes y ha dado el pistoletazo de salida a la sesión.

Borràs ha comenzado citando a Winston Churchill y ha terminado hablando de su propia causa judicial. "La corrupción es uno de los principales enemigos de la democracia", ha espetado, defendiendo el compromiso de la Cámara catalana con la transparencia y poniendo en valor la "ética de la actividad política". "La democracia se refuerza cuando se asocia a eficacia y transparencia y se degrada con prácticas que desacreditan las instituciones y conllevan deslegitimización del sistema", ha inquirido.

La presidenta ha continuado su discurso de apertura apostando por "prevenir la corrupción antes que curarla". "La democracia también puede empeorar, también está asediada", ha dicho para vincular la corrupción al funcionamiento del sistema actual. Así ha aprovechado el discurso para cargar contra el Estado asegurando que es más complicado eliminar la corrupción en democracias "poco firmes, poco sólidas". 

"En las democracias viciadas con tics autoritarios a veces la corrupción puede dejar de ser un problema que hay que eliminar para convertirse de forma perversa en un arma para combatir la disidencia política", ha asegurado. "El 'lawfare' también es una estrategia de represión y consigue el objetivo de ensuciar con la corrosiva mancha de la corrupción los adversarios políticos", ha inquirido, aludiendo, sin mencionarlo, a su caso, ya que ella siempre ha defendido que es inocente y que su causa responde a una "persecución" contra el independentismo.