Opinión | PROS Y CONTRAS

Gestores

Mostrarse como un represaliado le puede abrir las puertas del independentismo. Su peculiar posición sobre el soberanismo le hace aceptable a los nos independentistas

Sandro Rosell.

Sandro Rosell. / Emilio Naranjo

Sandro Rosell pasó dos años en prisión y fue absuelto por falta de pruebas. Las informaciones que EL PERIÓDICO va desvelando sobre su caso resultan de muy mala digestión democrática. Ahora, Rosell coquetea con su intención de presentarse a la alcaldía de Barcelona. Promete transversalidad y erigirse en una suerte de gestor del bienestar de todos.  

Es posible que el martirologio judicial dote de alas su candidatura. Mostrarse como un represaliado le puede abrir las puertas del independentismo. Su peculiar posición sobre el soberanismo le hace aceptable a los nos independentistas. Su promesa de gestión por encima de la política partidista quizá puede atraer a los que creen que, demasiado a menudo, la incompetencia halla refugio en la ideología. Pero no hay gestión sin ideología.

¿A quién se escucha para definir cada proyecto? ¿A quién beneficia? ¿A quién acaba perjudicando? ¿A qué oposiciones se enfrenta? ¿Qué futuro dibuja para la ciudad?

“Para llevar un ayuntamiento, mejor gestores profesionales que políticos profesionales”, afirma Rosell. También asegura que “Barcelona necesita despertar” y que ha “perdido el liderazgo que tuvo” en JJOO. Precisamente, esa Barcelona ’92 que fue el sueño de un político.