PODEMOS

El último barón crítico de Podemos denuncia su expulsión como represalia por apoyar a Yolanda Díaz

Podemos notifica la apertura de un proceso disciplinario al ya ex líder de Podemos Asturies, quien fuera el último secretario general no afín a la dirección estatal del partido

Los críticos denuncian que la cúpula del partido tiene "un discurso público de apoyo a Yolanda Díaz pero también un señalamiento de los sectores que puedan entenderse como yolandistas"

"Hay una sensación de que se va a producir un conflicto en no mucho tiempo y se quieren tener a las filas más leales"

Yolanda Díaz y Daniel Ripa

Yolanda Díaz y Daniel Ripa / MARCOS LEÓN | LNE

Podemos se deshace de los últimos reductos críticos en los territorios. El partido ha iniciado un expediente disciplinario contra Daniel Ripa, quien fuera el último líder territorial de la formación no alineado con las tesis de la cúpula y que perdió su cargo hace unos meses frente a Sofía Castañón, miembro de la ejecutiva nacional morada. El proceso se abre por una presunta falta "muy grave" que tuvo lugar en 2020, por la que han sido 'imputados' internamente él y su ex secretario de Organización, Rogelio Crespo. Una vía que puede desembocar en su expulsión de la organización, después de que en las últimas semanas la dirección estatal de Podemos ya haya expulsado a otros tres dirigentes asturianos considerados críticos.

Tal y como adelantó La Nueva España, medio del grupo editor Prensa Ibérica al que pertenece este diario, el escrito formulado por el Consejo de Coordinación de Podemos y remitido a Ripa tiene fecha del pasado 13 de junio y se basa en la queja que hizo en 2020 un trabajador del partido por el nombramiento que hizo el Consejo Ciudadano Autonómico para hacer responsable de Comunicación a Sonia Carbajal, que no formaba parte de la dirección, algo que sí está permitido por los estatutos, sostienen los afines a Ripa.

Una inclusión que, a nivel estatal, ya hizo Pablo Iglesias con dirigentes como Nacho Álvarez -hoy secretario de Estado de Derechos Sociales-, que no se presentó a primarias de Podemos en 2017 y que fue después nombrado responsable económico de la dirección; o el ex Jemad Julio Rodríguez, que en 2016 fue nombrado "invitado permanente" del Consejo Ciudadano Estatal responsable en materia de Defensa. A diferencia de los designios de Iglesias, en esta ocasión la cúpula actúa contra Ripa activando un procedimiento que estaba paralizado y que sale a la luz tras dos años, en concreto dos semanas después de que fueran expulsados otros tres miembros de la dirección asturiana considerados críticos.

La ejecutiva de Podemos Asturies, dirigida por Castañón - miembro también de la ejecutiva estatal de Ione Belarra-, considera que la dirección del partido de entonces, encabezada por Ripa como coordinador y Crespo como secretario de Organización, no resolvió la cuestión y censura que la responsable de Comunicación no fuera elegida en primarias, aunque los estatutos sí permitían este extremo, sostienen fuentes próximas a Ripa.

"Una caza de brujas"

"He recibido una apertura de expediente disciplinario (...) con propuesta de sanción muy grave, que irá aparejada la expulsión en las próximas semanas", explicó en los grupos internos del partido el todavía diputado asturiano, que tendrá 15 días para presentar alegaciones. En el entorno de Ripa consideran este paso como "una represalia por haber apoyado a Yolanda Díaz", después de haber publicado varios artículos sintonizando con la vicepresidenta segunda del Gobierno, que el próximo viernes protagonizará la puesta de largo de su proyecto nacional, Sumar.

Así, sostienen que se trata de "una caza de brujas" por parte de la dirección estatal ante una eventual ruptura del espacio frente a Yolanda Díaz. Así, consideran los críticos asturianos que el patrón de la cúpula estatal de Podemos consiste en "detectar a los sectores que, en caso de conflicto con Podemos, van a ponerse con Yolanda Díaz" para "hacer que se marchen y dejen la marca libre para los que van a muerte con la dirección estatal". "Las personas que públicamente han dicho que ven bien el proceso de Yolanda sean vistas como una amenaza. Es la misma lógica que ocurrió con Íñigo Errejón", zanjan.

En este sentido, achacan la expulsión de críticos a una reacción al acto de Yolanda Díaz del próximo viernes, sobre el que existe "mucha incertidumbre". "En Podemos no sabemos cómo va a ser: si va a ser una amenaza o una cosa complementaria", continúan estas fuentes, que hacen una radiografía de la dirección estatal de Podemos: "Hay un discurso público de apoyo al proceso [de Yolanda Díaz] pero también un señalamiento de los sectores que puedan entenderse como yolandistas". "Hay una sensación de que se va a producir un conflicto en no mucho tiempo y se quieren tener a las filas más leales, incluso aunque se vaya a un suicidio colectivo".

Tres expulsiones más de críticos

Todo esto sucede dos semanas después de que el partido expulsara a otros tres miembros de la dirección autonómica afines a Ripa mediante la suspensión de militancia. Entre ellos estaba Andrés Ron, que fue diputado de Podemos en la pasada legislatura y que fue suspendido de militancia en el partido. El mismo Ron denunció en las redes sociales su expulsión y acusó al partido de quitarle de en medio por, según él, protestar públicamente por el despido de cinco trabajadores en el seno de la organización en Asturias; unos despidos que se produjeron en pleno periodo navideño, pocas horas antes de que comenzase a aplicarse la reforma laboral de Yolanda Díaz, que dificultaba los eventuales despidos.

Junto a él fueron expulsados otros dos miembros de la dirección asturiana de Podemos; uno de ellos, Fran Suárez, abogado laboralista, fue represaliado por representar a una de las trabajadoras despedidas que llevó a su caso a los tribunales, al considerar que "la compatibilidad de la condición de Consejero Ciudadano Autonómico con la representación legal de una extrabajadora de Podemos Asturias, así como sus declaraciones sobre la actual dirección autonómica y estatal (…) exceden la legítima crítica política y se adentran en algunas de las cuestiones consideradas infracciones graves o muy graves", según el escrito remitido por la dirección de Podemos al interesado. Unos hechos por los que se les suspendió de militancia un año y de sufragio pasivo en el partido durante dos.