SUMAR

Yolanda Díaz invita a los partidos de izquierda a la puesta de largo de su proyecto

La vicepresidenta del Gobierno traslada a los partidos la invitación pero les pide que no acudan los líderes ni perfiles más visibles para que no opaquen a los participantes

El próximo viernes 8 de julio la vicepresidenta del Gobierno inaugura su llamado 'proceso de escucha' en un acto que dará el protagonismo a la sociedad civil

Podemos, En Comú Podem, Alianza Verde, Más País, Más Madrid o Compromís están invitados a asistir como parte del público

Yolanda Díaz junto a las ministras de Podemos, Irene Montero y Ione Belarra, y la socialista Diana Morant (izq.)

Yolanda Díaz junto a las ministras de Podemos, Irene Montero y Ione Belarra, y la socialista Diana Morant (izq.) / EFE

Yolanda Díaz aplaza las alianzas con los partidos hasta 2023, pero lanza un guiño a las fuerzas de la izquierda y les invita a asistir a la puesta de largo de su proyecto nacional,

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. La vicepresidenta del Gobierno se ha dirigido, a través de sus equipos, a fuerzas como Podemos, En Comú Podem, IU, Alianza Verde, Más País, Más Madrid o Compromís para tantear su asistencia al acto que tendrá lugar el viernes 8 de julio en Madrid, que será el pistoletazo de salida de su llamado 'proceso de escucha'.

La ministra de Trabajo busca la complicidad de las fuerzas afines, después de haber dejado claro durante meses que no quiere una excesiva implicación de los partidos en el 'proyecto de país' que planea para la próxima década, y cuya parada más inmediata son las elecciones generales previstas para finales de 2023.

Y así será en el primer acto de Sumar: el encuentro estará diseñado para poner en el centro a la sociedad civil, que será la verdadera protagonista. Tanto es así que a las distintas formaciones, en estos contactos informales, se les ha trasladado que se cuenta con ellos entre el público, y que ni siquiera estarán en primera fila, según distintas fuentes consultadas. No habrá 'fila cero' para los representantes políticos, y tampoco habrá dirigentes de peso.

Y es que entre las peticiones lanzadas por el equipo de Díaz al resto de fuerzas se ha pedido expresamente que no acudan al acto figuras de primer nivel, reclamando sólo la presencia de cuadros intermedios que representen a los distintos partidos, pero que cuenten con menos visibilidad. Una medida encaminada a distanciarse formalmente de las organizaciones políticas y poner el foco en lo social, evitando que personalidades más conocidas resten protagonismo a los participantes del acto y a la propia Díaz.

Los distintos partidos confirman a este periódico los contactos con el entorno de Díaz, aunque todavía esperan recibir la invitación oficial, mientras desde su equipo enfrían este extremo y aseguran que no está aún decidido a quién invitar.

El proceso de reunión con sectores sociales, asociaciones y personalidades tendrá una duración aproximada de seis meses y se prevé que finalice en diciembre, para el año que viene emprender las negociaciones formales con las organizaciones de cara al ciclo electoral que se abre. Desde que se erigió como líder del espacio, Díaz siempre se ha declarado al margen de los partidos, y las turbulentas negociaciones de la izquierda en Andalucía, con la pugna abierta entre Podemos e IU, le llevaron a desmarcarse por completo. “Muchas veces me han escuchado decir que estas cosas son las que alejan a la ciudadanía de los partidos políticos. Con esto me quedo”, llegó a decir al poco de este episodio.

Después del trauma andaluz, que comenzó en la negociación y culminó con unos pírricos resultados, la vicepresidenta ha tratado de rehacer su relación con los dirigentes de Podemos, que se encontraba herida tras meses de desencuentros. Ya en la campaña electoral, la vicepresidenta partició en dos actos con la secretaria general morada, Ione Belarra, en lo que supuso el inicio del deshielo. Después de la cita con las urnas, ese acercamiento se ha hecho más visible: Díaz asumió como propias las propuestas de Podemos para el decreto anticrisis, que logró aprobar dentro del Gobierno haciendo a Belarra partícipe de la negociación. En el partido morado ya hablan de "resintonización".

La situación estaba más enconada con Irene Montero, con quien existían fuertes tiranteces, pero la titular de Trabajo trató de rebajar los ánimos este mismo martes, cuando acudió a un acto organizado por el Ministerio de Igualdad por el Orgllo LGTBI, en el que posó ante las cámaras con Belarra y la propia Montero.

Sin Oltra, Errejón o ministras de Podemos

Más allá de la sintonía que ha procurado la vicepresidenta segunda del Gobierno con las ministras de Podemos, la idea es que no acudan al acto ni éstas ni ninguna otra figura de peso dentro del partido. Con el planteamiento de que no estén presentes las caras más visibles, Díaz evita un eventual debate sobre los apoyos. Y es que en caso de que acudieran unos líderes sí y otros no podría interpretarse como el refuerzo de unas alianzas en detrimento de otras. Un extremo que se intentaría evitar con este ruego, trasladado a las organizaciones de manera informal.

Esta particular invitación también logra evitar que se abra un debate antes de tiempo en el seno de algunas formaciones, como puede ser Más País, de Iñigo Errejón, o Más Madrid, de Mónica García, donde no se ha abordado el fondo de la cuestión sobre la relación con Yolanda Díaz, más allá de las múltiples muestras de afinidad de sus líderes.

En Compromís no saben aún si acudirán a la cita. El hecho de sea un partido de corte valencianista podría dificultar el traslado de sus dirigentes a Madrid para un acto de proyección nacional. Mónica Oltra, recién dimitida como vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, continúa siendo una de las portavoces de Compromís, donde se mantiene en sus cargos, y ha sido una de las principales aliadas de Díaz desde los primeros compases de su proyecto. Una invitación al uso, sin pedir la asistencia de cargos medios, habría dejado abierta la puerta a que asistiera Oltra, con el consiguiente desgaste que pudiera suponer para la incipiente plataforma de la gallega.