CAMBIO EN LA LEY DEL JUEGO

Adiós a los anuncios de futbolistas contentos jugando al póker: el Congreso los prohibirá

Una propuesta de Cs da pie a un acuerdo para acabar con los spot en los que se asocia el juego con el éxito social

Alberto Garzón.

Alberto Garzón. / EP

Ángel Alonso Giménez

Usted pone en el buscador de youtube las palabras “spot”, “póker” y “Cristiano Ronaldo” y verá en primer lugar un anuncio de algo más de dos minutos de duración (es la versión larga) que cuenta la siguiente historia:

Un futbolista tremendamente famoso reúne en su casa a un grupo de amigos (seis hombres y dos mujeres) para jugar al póker. Se encuentran en la terraza o en una parte del jardín, eso no se termina de concretar. Que es un casoplón queda clarísimo. Los chicos y las chicas están contentos, empieza la partida. Alguien ha pedido pizzas para cenar porque se van intercalando secuencias de un cocinero que las prepara y del repartidor que luego las lleva. 

La timba avanza entre risas y eventuales gestos de euforia. Al futbolista le está yendo bien porque no para de acumular fichas. El repartidor llama al timbre, se interrumpe el juego. Entrega las pizzas, se hace un selfi con el jugador portugués y se va. La partida se reanuda, está acercándose el clímax. Sólo quedan el futbolista y una chica, sentada enfrente. Él se lo juega todo; la concurrencia lo celebra. Ella pierde; él gana.

Este tipo de anuncios publicitarios estará prohibido en cuanto entre en vigor la nueva ley del juego. El Congreso tiene previsto aprobar cuanto antes una modificación al respecto.

Sintonía entre Consumo y Ciudadanos

Porque más que una ley, lo que la Cámara Baja tiene entre manos es un proyecto para reformar la ley de regulación del juego. La propuesta, por ello, no es muy larga ni alambicada. Lo que pretende es la creación de un servicio de investigación contra el fraude en las apuestas deportivas, y así, cubrir una laguna de seguridad jurídica con la que habían tropezado las comunidades autónomas, especialmente interesadas, por cierto, en que esta reforma se haga pronto. Lo que abarca el proyecto es la creación, articulación y regulación de dicho servicio es lo que abarca el proyecto.

Proyecto que, por otra parte, va a completar las fases de informe y dictamen en un visto y no visto, después de tres meses atascado. La idea de la Comisión de Sanidad y Consumo, en donde reside el texto, es terminar el trámite la semana que viene. Ya es difícil que entre en el pleno, y de hecho en la agenda de la semana que viene que se ha enviado a los grupos no consta este punto. Fuentes parlamentarias presentes en dicha Comisión puntualizan que quedaría listo el texto si hubiera pleno extraordinario en julio, lo que no está confirmado, más allá de la convocatoria prevista del debate sobre el estado de la Nación.

El Gobierno, en concreto el Ministerio de Consumo, tiene prisa por ver en el BOE esta norma que reforzará sobremanera la investigación del fraude en las apuestas deportivas, un fenómeno que explotó recientemente y que se ha materializado en los barrios de las principales ciudades. Proliferaron locales, a los que acceden los menores, y las protestas vecinales no tardaron.

Luchar contra el auge de las apuestas en el deporte necesita diferentes ángulos. El de la publicidad es uno de ellos. Aunque ha habido decretos de desarrollo reglamentario y hasta una ley reciente, como la audiovisual, la publicidad del sector del juego requería y requiere una regulación específica.

Ciudadanos, que en la Comisión de Sanidad y Consumo representa Guillermo Díaz, aprovechó la ocasión que brinda la modificación de la ley del juego. En la normativa audiovisual ya constan prohibiciones expresas sobre la publicidad, así como una serie de restricciones. Ahora bien, se centran sobre todo en atajar la promoción de las bebidas alcohólicas. En esta ley ya se decía que no podrán emitirse anuncios en los que se asocie el consumo de alcohol con conductas de éxito social o de resolución de conflictos.

Ciudadanos ha planteado lo mismo con la publicidad del juego. Señalan fuentes parlamentarias que el Ministerio que dirige Alberto Garzón propuso, sobre la base del texto de los liberales, construir un texto que suscitara consenso. Lo ha hecho. Es probable que haya ajustes técnicos y puntuales antes de que salga de la Comisión, pero lo sustancial no peligra. Ya está acordado.

El póker es un juego más parecido al ajedrez que al blackjack, según Konnikova.

El póker es un juego más parecido al ajedrez que al blackjack, según Konnikova. / archivo

El juego no te hace mejor ni más guapo/a

El texto que se apruebe y vaya al BOE, si en el Senado no se toca el punto, añadirá un apartado nuevo al artículo único que modifica la ley del juego. Un punto, el 7, que consagrará “la responsabilidad social” de la publicidad de los operadores de juego, de manera que no podrá “menoscabar ni banalizar la complejidad de la actividad de juego ni sus potenciales efectos perjudiciales sobre las personas”.

Tras ello, las prohibiciones: no podrán emitirse anuncios que “inciten a actitudes” violentos y/o discriminatorios por nacimiento, raza, etnia, sexo, religión, opinión, edad, discapacidad, orientación sexual, identidad de género, enfermedad o “cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

No podrán hacerse spot que “inciten a actitudes o comportamientos humillantes, denigratorios o vejatorios” y/o que “asocien, vinculen, representen o relacionen de forma positiva o atractiva las actividades de juego con actividades o conductas ilícitas o perjudiciales para la salud pública, así como con aquellas que den lugar a daños económicos, sociales o emocionales”.

No podrán transmitirse actitudes en los anuncios que “desacrediten a las personas que no juegan u otorguen una superioridad social a aquellas que juegan”, ni podrán incluirse “mensajes que desvaloricen (sic) el esfuerzo en comparación con el juego”.

Estará prohibida aquella publicidad que dé lugar a una cierta “tolerancia” respecto al juego en los centros educativos o de trabajo, que “sugieran que el juego puede mejorar las habilidades personales o reconocimiento social” o que muestren “contenido sexual”, entendiendo aquí la vinculación del juego con “la seducción, el éxito sexual o el incremento del atractivo”.

Tres prohibiciones más, pues la lista no es corta: nada de presentar el juego como “indispensable, prioritario o importante en la vida”, de situar “la familia o las relaciones sociales como secundarias respecto al juego” ni de “utilizar representaciones gráficas del dinero o de productos de lujo”.

Con todas estas restricciones encima de la mesa, anuncios como el de Cristiano Ronaldo contado antes lo tienen muy complicado, por no decir imposible. 

La propuesta del Ministerio extiende el planteamiento inicial de Cs, que en su enmienda, no obstante, ya hablaba de prohibir “acciones de publicidad, patrocinio y promoción directa o indirecta de juegos o de sus operadores que asocien el juego a la mejora del éxito profesional, a la mejora del estado de ánimo o a la resolución de conflictos”.

La enmienda acordada, por otro lado, llega más lejos que dos decretos de comunicaciones de las actividades de juego, aprobados en 2020 y en 2021. Fueron encaminados a fijar franjas horarios para estos spot o limitar la publicidad en Internet.