FINAL DE LA LEGISLATURA

El Gobierno confía en aprobar los presupuestos con Bildu y sin ERC

En el PSOE tienen "muy pocas esperanzas" de sacar adelante los PGE con Esquerra y buscan reeditar la mayoría del decreto anticrisis con EH Bildu, PDeCat y las formaciones pequeñas

La dirección de ERC ya ha avisado que "si no hay confianza, no puede haber nuevos acuerdos" por la poca ejecución presupuestaria de los últimos años

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, pasa por delante de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el hemiciclo.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, pasa por delante de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el hemiciclo. / David Castro

El Gobierno ha dejado de contar con ERC como un socio parlamentario fundamental y descarta poder tener su apoyo en los presupuestos generales del Estado. Ha costado semanas asumirlo pero, en contra de lo que inicialmente pensaban, no ha habido vuelta atrás tras el enfriamiento de las relaciones por el estallido del llamado caso Pegasus y la confirmación que el CNI espió a 18 líderes independentistas, entre los que se encuentra el president de la Generalitat, Pere Aragonès.

La aritmética que buscarán para aprobar las cuentas del próximo año será la misma que les permitió salvar el decreto anticrisis por la guerra de Ucrania: con EH Bildu y los partidos pequeños. Ese texto salió adelante con los votos del PSOE, Unidas Podemos, PNV, PDeCat, Más País, Compromís, BNG, Teruel Existe, PRC, Nueva Canarias y EH Bildu. No era la ecuación inicial porque hasta el asunto espionaje el Ejecutivo y el grupo parlamentario socialista contaba con ERC. Pero en las 48 horas previas hubo que buscar una solución, ya que el PP tampoco estaba dispuesto a conceder su abstención.

Esta salida supuso para el Gobierno una nueva vía alternativa al rechazo, al unísono, de ERC y del PP, en un decreto que incluía la bonificación de 20 céntimos por litro a la gasolina. Y en estos momentos es la salida en la que se piensa, según aseguran fuentes socialistas, para los próximos presupuestos generales del Estado. Ésta es una "combinación factible" en la que tratarán de apoyarse en esta fase final de la legislatura. Son conscientes de la "situación de ERC", que en los últimos meses ha adoptado una postura mucho más dura con el Ejecutivo, y aseguran tener "muy pocas esperanzas" en ellos para aprobar los PGE aunque continuarán con la mano tendida para que los republicanos den cuenta de "si quieren ser útiles o no".

El Ejecutivo tiene intención de aprobar unas nuevas cuentas, a pesar de su permanente sufrimiento en cada votación en el Congreso para sacar adelante sus proyectos. En este contexto de continuo padecimiento para armar mayorías y del goteo constante de problemas a los que se enfrenta el Gobierno, fuentes gubernamentales apuntaban este viernes a que los presupuestos le parecen algo todavía lejano, del "siglo que viene".

"SI NO HAY CONFIANZA, NO PUEDE HABER NUEVOS ACUERDOS"

La dificultad para contar con votos suficientes se ha agravado con el enfriamiento de las relaciones con ERC, alejado de la órbita del Ejecutivo por el espionaje a cargos independentistas. El Gobierno entregó a la directora del CNI, Paz Esteban, para tratar de calmar su malestar, a pesar de que el argumento oficial es que fue destituida por la fuga de seguridad que supusieron la intromisión y el robo de información en el teléfono del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y otros ministros, atribuidos a un "agente exterior".

Este cese no ha contribuido a recomponer la comunicación y, de hecho, no ha llegado a celebrarse un encuentro entre Sánchez y Aragonès. como pedía este último, en parte porque ERC sigue reclamando más medidas y el Gobierno defiende que no adoptará nuevas decisiones. Esta semana la propia ERC se desvinculaba de las cuentas de 2023. Su secretaria general adjunta y portavoz, Marta Vilalta, advirtió que ahora mismo los republicanos no prevén negociar ni apoyar los presupuestos: "Si no hay confianza, no puede haber nuevos acuerdos". Aunque en sus declaraciones no hizo ninguna mención a 'Pegasus' y se limitó a apuntar que se han incumplido los compromisos a los que se ha llegado con ERC en años anteriores. Este asunto ha empeorado todavía más la búsqueda de una solución. Según las cifras de de ejecución presupuestaria las inversiones en Cataluña se limitaron a un 35,77% mientras que en Madrid se dispararon al 183,97%, casi el doble de lo previsto.

EL CONFLICTO DEL GASTO EN DEFENSA

El Ministerio de Hacienda ya ha iniciado esta semana el proceso de los presupuestos, con la publicación de la orden con las normas para su elaboración. Y en julio el Gobierno tiene que aprobar el techo de gasto. La ministra María Jesús Montero trabaja en el diseño de las cuentas y ya ha mantenido contactos con el responsable económico del ala morada de la coalición, el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez. Además de los aprietos para encontrar apoyos, la negociación interna entre los socios de Gobierno tampoco se presenta fácil: la promesa de Pedro Sánchez de aumentar el gasto en Defensa y la presión de Unidas Podemos por una reforma fiscal ya han generado tensiones que tendrán que resolverse y que podrán desembocar en nuevos desencuentros públicos.

Fuentes de Esquerra afirman que por el momento han existido "cero contactos" por parte del Ejecutivo y destacan también que para ellos puede ser conflictivo el incremento del dinero destinado a Defensa. Pese a todos estas dificultades en el Gobierno creen que a ERC al final puede interesarle formar parte de la mayoría que apruebe las cuentas de 2023. Los presupuestos se presentan como fundamentales por varias razones. Primero, porque son necesarios para absorber y vehicular el reparto de los fondos europeos. Y segundo, porque 2023 es año electoral. Se celebran elecciones autonómicas en varias comunidades y municipales en toda España.

Esta circunstancia puede afectar a las negociaciones, puesto que Unidas Podemos tratará de marcar aún más su perfil propio y distanciarse del PSOE, pero al mismo tiempo supone un incentivo para muchas de las formaciones que pueden ayudar a construir una suma sólida. Las concesiones que arranquen al Ejecutivo a cambio de su apoyo les servirán de espaldarazo de cara a la campaña electoral, donde podrán vender sus logros. Especialmente significativo es el caso de EH Bildu, que compite con el PNV en sus reclamaciones al Gobierno para ampliar así su base electoral. Pero también puede interesarle a ERC, que aunque no se enfrenta a elecciones autonómicas, sí tiene por delante unas municipales donde se enfrenta tanto a los partidos progresistas, PSC y En Comú Podem, como a los independentistas, JxCat y la CUP.