Cataluña

La parálisis de la inversión pone la relación entre ERC y el PSOE al límite

Esquerra advierte de que sin gestos de Sánchez la ruptura "será inevitable", pero los socialistas descartan nuevos pasos

Pere Aragonès y Pedro Sánchez.

Pere Aragonès y Pedro Sánchez. / EP

Xabi Barrena / Juanma Romero

Hay una palabra en catalán que provoca frecuentes desvelos a quien trata de traducirla al castellano. Es ‘atzucac’. Formalmente traducida como ‘callejón sin salida’, en catalán adquiere también un tono de situación sorpresiva ante la que es difícil reaccionar. La publicación de las cifras de ejecución de los 

Presupuestos Generales del Estado 

(PGE), con ese escaso 35,77% para Cataluña que adquiere tintes de agravio mayúsculo cuando se compara con el 183,97% realizado en Madrid, ha situado a ERC y al Govern en un auténtico ‘atzucac’. ¿Qué hacer ante tanto "incumplimiento", como dicen los republicanos, del Gobierno de Pedro Sánchez?

Y es que la relación entre los ejecutivos central y catalán cada vez se asemeja más a un cuadro de Escher, de esos en que la manipulación de la perspectiva lleva a la paradoja visual. Un callejón sin salida (PGE), dentro de otro (‘Catalangate’) que, a su vez, se halla inmerso en otro (mesa de diálogo). Por mencionar solo algunos, porque si se amplía el foco más allá del Gobierno hacia lo que es el Estado, también la situación del catalán de las aulas, y el papel de la Justicia, podría dar pie a otro ‘atzucac’.

Para ERC, Sánchez "no tiene ningún interés en hallar una solución al conflicto político". Para el Gobierno, primero van las andaluzas y no cabrá nunca hablar de referéndum o amnistía

Los tres asuntos expuestos que atañen al Gobierno podrían dar, por sí solos, pie a una ruptura entre los republicanos y los socialistas. La dependencia de la convocatoria de la mesa de diálogo de la agenda de Sánchez, bien sea una Conferencia de Presidentes, bien unas elecciones en Castilla y León y, ahora, en Andalucía, demuestra, según ERC, “que el presidente del Gobierno no tiene ningún interés en hallar una solución al conflicto político que él mismo ha reconocido que existe. Ni han planteado una sola solución, a fecha de hoy”. Sánchez ya dijo en el Congreso que no tenía problema en verse con Pere Aragonès y reunir la mesa "cuanto antes", pero en la Moncloa reconocen que los comicios andaluces del 19-J, capitales para el PSOE, abocan a posponer ambas citas, por la hipotética penalización de sus votantes y el uso que de ellas haga el PP. Recuerdan, además, que nunca habrá un acercamiento sobre dos cuestiones nucleares para el independentismo: el referéndum de autodeterminación y la amnistía.

Seis semanas después de que estallara la trama de espionaje al independentismo mediante el software Pegasus, Esquerra sigue esperando un gesto del propio Sánchez en forma de desclasificación de documentos que pusiera pie a una cumbre entre ellos dos. “Cada día que pasa, más crece el distanciamiento”, describe un republicano.

Relaciones "estancadas"

Ante todo esto, ¿piensa Aragonès ‘romper’ con el Gobierno? “¿Romper en el sentido de lanzar una declaración altisonante que después obligue a recoger velas, porque somos una Administración que no recauda, no tiene el grifo del dinero y que depende del Estado, a estas alturas todavía, para poner más trenes en hora punta?, se pregunta una voz de Palau que resume lo anterior en “hacer una pataleta”.

Su respuesta es “no, nosotros no hacemos gestos cara a la galería que, a la postre, podrían perjudicar al ciudadano”. Esta misma voz señala que las relaciones “ya están estancadas”. Otra fuente del Executiu va más allá y las califica de “nulas”. El objetivo “es llevar los debates hasta el final, para que todos los ciudadanos detecten quién cumple, y quién incumple repetidamente”. 

El objetivo para ERC “es llevar los debates hasta el final, para que todos los ciudadanos detecten quién cumple, y quién incumple repetidamente”

Varias fuentes coinciden en que los "incumplimientos de Sánchez deben abordarse por separado". “En cuanto al déficit de ejecución del PGE, se puede sobreactuar y hacer saltar la banca o bien exigir y percutir en la exigencia de que se cumpla lo pactado y presupuestado. El Govern está en esta segunda opción”. Una voz del partido apunta, sarcástico, que parece que "sea ERC quien ejecuta por debajo de lo prometido. No recuerdo que se criticara a Josep Antoni Duran i Lleida cuando la inversión en Cataluña era la que era. La de siempre. Escasa".

“El Govern no puede romper, de facto, con el Gobierno. Eso, en todo caso, ERC como partido", subrayan varias fuentes. ¿Puede Esquerra, como partido, alarmarse por quedar como un Don Tancredo, ante el electorado más independentista, ante lo que ese público puede entender como un incumplimiento global, a un año de las municipales? La respuesta más repetida en la sede de Calàbria es que “aún falta mucho y pueden pasar muchas cosas”. Hay quien apunta que ERC raramente toma decisiones mirando el calendario electoral.

“Lo grave es que los incumplimientos no son hacia ERC, sino hacia la ciudadanía. Es obvio que Esquerra pone la cara porque es la única parte que persigue soluciones y, por tanto, cualquier dilación o incumplimiento va contra nosotros. Porque ni Junts, ni el PSOE están por buscar respuestas a los problemas”, pondera una voz, consciente que se ha instalado ya en el inconsciente la idea de que ERC da un apoyo gratis a un Gobierno que no le da ni las gracias. El ‘pagafantismo’.

Los republicanos insisten en que son los socialistas los que tienen "un problema" si el presidente no hace movimientos "en todos los ámbitos"

Hay quien incluso se medio ofende y recuerda que, tras el ‘Catalangate’, ERC, en el Congreso “ya empezó a tomar cartas en el asunto”. Tanto en la plaza de Sant Jaume como en la calle de Calàbria esperan que Sánchez haga movimientos en todos los ámbitos. ‘Esperar’ no como expresión de anhelo, sino como consecuencia lógica de un escenario "nada halagüeño" para los socialistas. “Ellos son los que tienen el problema", resume una voz del partido.

“Se les complica mucho el calendario. ¿A quién recurrirán para aprobar unos nuevos Presupuestos, como la UE les está exigiendo, casi asfixiando? ¿Cuántas derrotas en el Congreso pueden asumir? ¿Cuántas leyes pueden quedarse en el tintero? ¿Qué estabilidad para su Gobierno desea Sánchez para el semestre en que presidirá la UE?”, ejemplifica de un tirón una fuente que reconoce que la situación a llegado a un límite. Y sentencia: “Ellos deben mover pieza. Porque solo depende de Sánchez”. La voz medio ofendida de antes, en la misma línea que la anterior se pregunta: “¿Qué piensa hacer el PSOE para que no se rompa todo? Porque si no cambian y, sobre todo, si no cumplen, la ruptura será inevitable”.

De la reforma laboral a la ley audiovisual

"No nos pongamos estupendos con ERC", responden en cambio en la cúpula del PSOE, en la que recuerdan que varias últimas iniciativas —la reforma laboral, el decreto anticrisis, la ley audiovisual y la de impulso de los planes de pensiones de empleo— han salido adelante con el voto en contra de los republicanos. Tampoco avalaron, inciden, todas las prórrogas del primer estado de alarma. Los socialistas, por tanto, seguirán tirando de geometría variable: "Jugamos con Ciudadanos, con Bildu o con quien se nos pone a tiro. Lo importante para nosotros es que las medidas no descarrilen. Nos gustaría sacarlas con los que compartimos sensibilidad ideológica, pero operan otros factores", analiza un alto mando de Ferraz en hilo directo con Sánchez.

Los socialistas argumentan que las iniciativas salen en el Congreso incluso sin los republicanos y consideran que no caben más pasos para contentarles

Ni el Gobierno ni el PSOE prevén ceder, al menos por ahora, a las exigencias de ERC. Consideran que, en respuesta a Pegasus, ya han dado todos los pasos posibles —el último, la semana pasada, el anuncio de una próxima ley de secretos oficiales y una nueva regulación del Centro Nacional de Inteligencia (CNI)— y no habrá más. Es decir, que no se desclasificarán documentos de oficio. Solo se hará a petición del juez. Y Sánchez no entregará a ERC la cabeza de su ministra de Defensa, Margarita Robles.

Así las cosas, no hay fecha aún para un encuentro de Sánchez y Aragonès ni para la mesa, pero en Ferraz y en la Moncloa culpan al Govern, por su "competencia interna con Junts, que siempre ha intentado reventar el diálogo". Pero tampoco se verán las delegaciones de PSOE y ERC próximamente. Con los republicanos, cuentan en Ferraz, hay "distintos círculos de confianza", como el puente entre la vicesecretaria general, Adriana Lastra, y el portavoz independentista en Madrid, Gabriel Rufián, "y cuando falla un círculo, hay otro". "Nosotros seguimos hablando con ERC como con el resto de grupos, día a día", subrayan en la dirección del partido. En la cúpula del Grupo Socialista en el Congreso ratifican esta visión y advierten de que nada se desbloqueará en los segundos escalones hasta que no se produzca la cita de los dos presidentes. "Pero para lo que queda de periodo de sesiones [este mes de junio, porque en julio ya son vacaciones parlamentarias y ahí se agendará el debate del estado de la nación], no esperamos ya nada. Los apoyos a las iniciativas que quedan por tramitar estarían amarrados".

"Nosotros seguimos hablando con ERC como con el resto de grupos, día a día", apuntan en el PSOE, negando un próximo encuentro con sus socios. Sí confían en sacar las cuentas de 2023 con ellos

El siguiente gran reto serán los Presupuestos de 2023. Los socialistas sí confían en sacar adelante las últimas cuentas de la legislatura con ERC. Pero también tienen claro que, si el proyecto no tiene los votos asegurados, "no se llevarán a la Cámara". "Presentarlos para perder, para que sean tumbados, no", subrayan.

Las lecturas de PSOE y ERC son diametralmente opuestas. Los republicanos dicen estar al límite, pero para Ferraz y la Moncloa la interlocución no se ha roto y, en todo caso, no es la única formación socia. Porque desde el Ejecutivo ya se da por hecho que tejer alianzas será cada día más complicado ya que la legislatura entra en su recta final. En el último año y medio, elecciones andaluzas mediante.