INVESTIGACIÓN

La trama rusa ofreció al enlace de Puigdemont visitar la sede de los servicios secretos de Moscú

"No solo iremos al Servicio Federal de Seguridad. Eso es como un museo ahora", escribió el empresario Sardà Bonvehí a Víctor Terradellas

Víctor Terradellas, a su llegada a la Ciutat de la Justícia.

Víctor Terradellas, a su llegada a la Ciutat de la Justícia. / RICARD CUGAT

El empresario catalán Jordi Sardà Bonvehí, la persona que puso en contacto a los supuestos emisarios rusos con Carles Puigdemont, se comprometió con el enlace del 'expresident', Víctor Terradellas, el responsable de relaciones internacionales de CDC, a acudir a la sede del Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa (FSB) en Moscú, el organismo heredero del KGB, el antiguo servicio de inteligencia en la época de la Unión Soviética. Así se expone en los mensajes de móvil encontrados en el móvil de Terradellas, que fue intervenido por orden judicial tras su detención en mayo de 2018, y a los que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, diario que pertenece a este mismo grupo, Prensa Ibérica. Meses después, este excargo convergente viajó a Moscú, aunque, al ser preguntado por este diario, negó que hubiera acudido a dichas dependencias. 

La conversación se produjo el 10 de mayo de 2018. A las 7.48 horas Terradellas le envía el siguiente mensaje a Jordi Sardà: “¿Le envío esto? Qué te parece: seguro que sabes el dicho que dice cuando entras en la sede de Cantora todo bajando llegas a Siberia. Me comentan que te invitan, al final de mes (vamos juntos) y que bajamos a la planta 112”. A los tres minutos, Sardà responde: “Ok, pero no solo iremos al FSB, eso es como un museo ahora”. El ex de CDC escribe: “Pues añado, entre otros lados iremos a...”. Un "Ok" es la respuesta del empresario catalán.

No se especifica a quién pretendían comunicar esa visita, pero Tarradellas duda si el interlocutor que debía recibir el mensaje sabía qué es “Cantora”. Sardà le dice: “No lo sé, ¿tú sabes que quiere decir? (oficina) Es ruso antiguo”. Y es que, según las fuentes consultadas por este diario entre los rusos radicados en Catalunya y servicios policiales, el sobrenombre de la “Cantora” es como se conoce al FSB, al igual que en España al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se le llama coloquialmente “La Casa”. El desconocido interlocutor contesta. Terradellas continúa: "Los conozco más que si los hubiera cagado”. Sardà, que fue denunciado por Gas Natural hace años por un negocio en Ucrania, lanza otro “ok”, aunque después incide: “Lo mejor de todo para dirigir bien es que todos (los poderes que necesitamos) sean visibles”.

Espionaje y viaje a Moscú

El FSB es el principal servicio de seguridad nacional de Rusia, uno de los órganos federales que se encuentran bajo la jurisdicción directa del presidente de este país, Vladimir Putin. Entre sus funciones se encuentra la contrainteligencia y espionaje, la seguridad interna y de fronteras, medidas antiterrorista y vigilancia. Su sede está en el número 24 de la calle Kuznetsky Most, de Moscú.

Según reconoció el mismo Terradellas en su declaración ante el juez Joaquín Aguirre, que investiga esta presunta trama rusa del 'procés', él viajó a Moscú en dos ocasiones. La última, sostuvo, fue meses después de que mantener la conversación con Sardà sobre la visita al FSB. Concretamente, en septiembre del 2018 se trasladó a la capital rusa para entrevistarse con Nicolay Sadovnikov, el exdiplomático asesor del Ministerio de Asuntos Extranjeros de Rusia.

Sadovnikov es la persona que se entrevistó con Puigdemont en la Casa dels Canonges, su residencia oficial, el 26 de octubre del 2017, un día antes de la declaración unilateral de independencia. En ese encuentro, que había estado precedido de otro similar, también participó Terradellas, Sardà y otro ruso, el exmilitar Sergey Motin. Estos supuestos emisarios rusos ofrecieron, según ha reconocido en el juzgado el exdirigente de CDC, ayuda económica (500.000 millones de dólares) y militar (10.000 soldados).

En un viaje anterior, en septiembre de 2017 y días antes del referéndum unilateral de independencia, Terradellas ya se desplazó a Moscú. En esa ocasión, se reunió con el exdiputado ruso Sergey Markov, al que prometió que si Rusia refrendaba la independencia de Catalunya, el futuro Govern podría apoyar la anexión de Crimea a Rusia.