RESPUESTA AL SUPREMO

Dolores Delgado se revuelve frente al Supremo y asciende otra vez al fiscal de menores vetado

Defiende sus amplios poderes como fiscal general e insiste en el nombramiento de Eduardo Esteban como jefe de Menores.

Atribuye "falta de sensibilidad" en perspectiva de género al candidato que recurrió su decisión.

Dolores Delgado.

Dolores Delgado.

Cristina Gallardo

La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, defiende su poder para elegir a los fiscales que deben integrar la cúpula de la carrera, así como la necesidad de que le sean reconocidos "amplios márgenes de discrecionalidad en el ejercicio de sus facultades" siempre que respondan "a un fin lícito y legítimo". Lo hace en el informe, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, en el que reitera el nombramiento de Eduardo Esteban como fiscal de Sala de Menores después de que el Tribunal Supremo cuestionara el pasado mes de abril su política de nombramientos anulando éste concreto por falta de motivación.

Para la fiscal general, si dichos criteros fueran fijos e inamovibles, "ello conduciría a negar margen alguno de libertad a la fiscal general del Estado, debiendo concluirse que fuera quien fuese el titular de la Fiscalía General", los criterios de selección siempre deberían resultar los mismos. 

Delgado propuso a Esteban, que hasta entonces había ejercido como fiscal del Tribunal Constitucional (TC) y exjefe de la Fiscalía de Madrid, tras el Pleno del Consejo Fiscal celebrado el pasado 12 de marzo. Se valoró como "mérito indiscutible" la "capacidad de gestión" que demostró en su puesto en Madrid, "la fiscalía territorial más numerosa y compleja de todo el territorio nacional", y mencionó también su "talante y disposición para generar sinergias positivas". 

Según la mayoritaria Asociación de Fiscales (AF), el más adecuado hubiera sido José Miguel De la Rosa, fiscal experto en menores que está adscrito a la Fiscalía del Supremo, por lo que tanto éste como la organización impugnaron el nombramiento en el alto tribunal, que les dio la razón por falta de motivación en la designación de Esteban.

Sobre este fiscal, dice ahora Delgado en su informe: "viene sosteniendo posturas con las que no me identifico en asuntos concretos". Apunta también su "falta de sensibilidad" sobre perspectiva de género que sí presenta el fiscal elegido inicialmente.

"NO ES UN CONCURSO DE MÉRITOS"

La decisión obligaba a Delgado a volver a elegir un fiscal para este puesto, justificando convenientemente sus méritos. En respuesta a esta petición, Delgado ha vuelto a ascender a Esteban y responde al alto tribunal que "no nos encontramos ante un concurso de meritos, sino ante un nombramiento discreccional fundado en razones objetivas y no en una baremación de méritos computables".

En la amplia justificación, se señala que "nada impide" proponer al mismo candidato y se precisan los méritos concretos del nuevo fiscal jefe de Menores, que procede del Tribunal Constitucional y ha colaborado en la redacción de numerosas circulares e instrucciones.

Estos méritos, porlo tanto, no deben limitarse a su conocimientos sobre la especialidad de menores en cuestión, un asunto que no considera el "único ni el más relevante", sino a su idoneidad para otras funciones, como es su capacidad de gestión, de manejar estadísticas, representación institucional o su validez para participar en órganos como es la Junta de Fiscales de Sala.

Delgado insiste que una de las más relevantes manifestaciones de ostentar a jefatura superior del Ministerio Fiscal es la de efectuar nombramientos discrecionales, y que es definitiva a la fiscal general a la que le corresponde "el diseño orgánico y funcional del ministerio fiscal, sin otro límite que la Constitución, el estatuto y el resto del ordenamiento jurídico", es decir, definir el modelo. "No en vano, el Ministerio Fiscal es por imperativo constitucional una institución jera´rquicamente organizada, circunstancia que nos singulariza frente a otros órganos judiciales", recuerda.

MADRIGAL TAMPOCO ERA ESPECIALISTA

A lo largo del documento, la fiscal general insiste en que el Estatuto que regula el funcionamiento del Ministerio Público para la elección de los fiscales de Sala, como es el caso, únicamente exige "mínima especialización acreditabe en la materia a la que son adscritos". 

Cita como ejemplo a la que fuera fiscal general Consuelo Madrigal, que también accedió en su día a este cargo "sin experiencia alguna en materia organizativa o de menores", como ocurrió igualmente con José Javier Huete. "La auténtica particularidad de la especialidad de menores radica en la necesidad de extremar el celo de sus derechos fundamentales", apunta.

"Si tuviéramos en cuenta los conocimientos sobre una materia específica como exclusivo meritoriaje para ocupar una plaza de coordinador de una unidad especializada de la Fiscalía General del Estado, estaríamos limitando la facultades y las potestades de los fiscales generales venideros, pues no podrían, en ningún caso, sustituir o remover al fiscal de sala especialista, ya que éste sería siempre el más especialista entre los especialistas", concluye.