Opinión | EL PALIQUE

Competición entre tranquilos

Todos mesurados, calmados, sin aristas y light. A este paso les va a dar corte pedir el voto

El presidente del PP-A y de la Junta, Juanma Moreno, durante el acto de balance del 'Gobierno del cambio', a 19 de mayo del 2022 en Málaga

El presidente del PP-A y de la Junta, Juanma Moreno, durante el acto de balance del 'Gobierno del cambio', a 19 de mayo del 2022 en Málaga / Álex Zea / Europa Press

Juanma Moreno es un hombre tranquilo y así actúa en política. Con mesura y templanza. Juan Espadas viene sin estridencias, con una campaña por ahora de bajo perfil. A lo mejor usted ni siquiera se ha enterado de que tiene perfil. Y luego está Juan Marín, que apela a alejarse de extremos, ruidos, vocingleríos y alaba la calma.

Pero es que hasta Macarena Olona ha permutado su discurso, que sigue siendo afilado pero que encauza desde hace un tiempo con una tranquilidad, mesura, bajo tono y entonación un tanto dormidor y melifluo.

En fin, y lo dice alguien que nunca le ha visto las ventajas a ponerse nervioso: qué hartura de tranquilidad, qué poco nervio, qué faltita de un golpe en la mesa, un exabruptín, un algo. Teresa Rodríguez sí le echa ángel y garra.

Están a un cuarto de hora de que les dé cosilla pedir el voto. Qué muermo. La tranquilidad como valor. La calma cotizando alto. Jesuitas todos. A ver si vamos a confundir sensatez con vacío. No es que pidamos lucha de barro en pelotas, tampoco estaría mal, a un candidato hay que probarlo en todas las situaciones, pero de tanto no querer enfervorizar al electorado no sé si lo van a desmotivar y desmovilizar.

Menos sal que en la lechuga de un hipertenso. Campaña suavecita. La crispación la pone el debate nacional y las sesiones de control al Gobierno. Tranquilandia. No se irrita ni el apuntador. Menos energía que en un día de terral. Desapercibidos todos. Hipotensión política. Hubo una vez en la que alguien nos sacaba de quicio.