ELECCIONES ANDALUZAS

Podemos se disuelve en Andalucía tras años de guerras internas y tutelaje desde Madrid

Podemos acusa a IU de querer romper el acuerdo en Andalucía.

Podemos acusa a IU de querer romper el acuerdo en Andalucía. / EPC

En 2015, Podemos irrumpió en el Parlamento andaluz con un 15% de los votos, como tercera fuerza en la comunidad con 15 diputados. Fue su etapa dorada. Dos elecciones autonómicas después, quienes fueron dirigentes del partido morado admiten que ahora mismo “tendrían serios problemas para completar las listas en las ocho provincias andaluzas si quisieran haber ido en solitario, ni tirando de primos y hermanos”, ironizan. El modelo de Podemos ha hecho aguas en Andalucía, lo que no se sabe si es representativo de todo el territorio nacional aunque los indicios apuntan que, tras el fracaso de Madrid y la comunidad andaluza, lo que queda de la estructura orgánica que montó Pablo Iglesias son solo ruinas. Quienes analizan desde dentro la situación se dividen entre los que aluden al cuento de 'El escorpión y la rana' y los del 'El Rey desnudo'. En el primero Podemos acabará picando, hasta ahogarla, a Yolanda Díaz. En el segundo, Iglesias y su núcleo duro son los únicos que no saben que la formación ya casi no existe más allá de los ministerios en el Gobierno de Pedro Sánchez. Una situación que desconcierta al electorado de izquierdas en Andalucía, perdidos en un laberinto de siglas y peleas internas.

Quienes estuvieron en el origen de Podemos en Andalucía y han visto desde dentro lo ocurrido en los últimos años coinciden en sus valoraciones sobre qué ha pasado para que la marca morada se haya disuelto como un azucarillo. “A Pablo Iglesias nunca le ha interesado Andalucía, ni la ha comprendido como comunidad histórica, él solo habla de Cataluña y Euskadi, ni entiende ese modelo de 'agrociudades' con un número importante de población pero un peso fundamental del sector primario. Nunca entendió que en los pueblos de Andalucía los comunistas pudieran sacar pasos en Semana Santa o ir a los toros”, señala un exdirigente de IU. “No ha habido implantación territorial porque no ha habido ningún interés en hacerlo. Podemos se ha organizado desde el principio de manera muy jerárquica. Sus líderes creían que las elecciones se ganan creando discurso y a través de los medios”, señala el profesor de Derecho Constitucional Joaquín Urías, en el origen de Podemos en Andalucía. La actividad de la militancia se arrinconó. “El papel inicial de los llamados círculos dejó de potenciarse y eso posiblemente provocó hartazgo entre sus miembros”, apunta Rubén Sánchez, secretario general de Facua.

El último episodio, con Podemos aferrado a la confluencia de las izquierdas Por Andalucía por un acuerdo político ‘in extremis’ y sin aval legal por haber llegado tarde al registro oficial conforme a los plazos de la ley electoral, es sólo el síntoma de lo que viene pasando hace ya muchos meses, confirman quienes han militado con cargo en este partido y lo conocen bien por dentro en Andalucía y en Madrid. El partido de Ione Belarra negoció desde Madrid con los dirigentes de IU y Más País que aguardaron durante 14 horas su firma en el Parlamento andaluz, apurando al límite, situándose en una posición de fuerza y exigencias que acabó con la cuerda tan tensa que el 'contrato' legalmente descarriló, con todos los quebraderos de cabeza que eso supone ahora para poder adjudicar a Podemos, dentro de la ley, los fondos públicos para financiar la campaña.

El histórico Valderas habla de "chapuza"

Diego Valderas, coordinador de IU en Andalucía desde 2000 a 2013, observa ahora todo lo que está ocurriendo desde la distancia y “militando humildemente” en su pueblo, Bollullos Par del Condado (Huelva). Lleva mucho tiempo en silencio pero accede a opinar dejando claro que su ánimo no es destruir y mostrando por delante sus respeto a la candidata de Por Andalucía, la militante de IU Inmaculada Nieto, quien cree que con “un nuevo tono político” puede marcar la diferencia y evitar, “si la dejan”, la catástrofe. “No puedo decir que he ganado nada porque si la izquierda retrocede para mi jamás será bueno”, dice Valderas, que fue de los que advirtió, en minoría, que entregar IU a Podemos y diluir la formación en las siglas de Iglesias acabaría mal.

Podemos era flor de un día, diseñado desde Madrid, sin militantes ni base territorial, que se sirvió de la importante implantación de Izquierda Unida y el Partido Comunista en Andalucía desde hace muchos. Vinieron a fagocitar a IU con el apoyo mediático que nosotros nunca tuvimos y a suplantarnos, de ahí la chapuza que ahora hemos visto”, sostiene Valderas después de mucho tiempo de silencio. Su corriente perdió ante su sucesor, Antonio Maíllo, que firmó la alianza con Teresa Rodríguez en Adelante Andalucía en 2018. Quienes criticaban el ‘entreguismo’ de la IU de Valderas en Andalucía, tras la coalición en la Junta de Andalucía desde 2012 a 2015, después entraron sin dudarlo a formar parte del Gobierno de Pedro Sánchez tras las generales, recuerdan en este lado de la historia aludiendo a Alberto Garzón. “Podemos fue una bonita historia romántica hasta que se acabó el romanticismo”, zanja Valderas, que no obstante muestra esperanza en el nuevo espacio de la izquierda y en Yolanda Díaz con “su proyecto de futuro”. “Si quiere construir algo de verdad no puede ir sin Andalucía, nacería cojo”, advierte.

La realidad es que en Andalucía, la inmensa mayoría de los dirigentes de Podemos ya habían pasado por IU y habían salido rebotados de ese proyecto. Cuando surgió Podemos al calor del 15-M, IU logró 5 diputados en Andalucía frente a los 15 de Podemos con Teresa Rodríguez. En los siguientes comicios, 2018, la suma en Adelante Andalucía obtuvo 17. Ahora, el último barómetro del Centro de Estudios Andaluces otorga diez escaños a Unidas Podemos y uno, como máximo, a Rodríguez, que va por libre. La líder gaditana firmó su divorcio con Iglesias tras años reclamando autonómica y manos libres frente a Madrid. Nunca lo consiguió.

De Anticapis a 'errejonistas'

Sergio Pascual, diputado en el Congreso por Sevilla y en la mesa de camilla del primer Podemos, tiene claro el diagnóstico sobre la caída. “En Andalucía desde el principio había dos grupos, los Anticapitalistas, con Teresa Rodríguez, y los errejonistas. Con la salida de Iñigo Errejón todo el poder quedó en mano de Anticapis salvo algunos nombres ‘pablistas’, que fiaron su poder al Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) con Diego Cañamero y poco más. Con la salida de Rodríguez, Podemos se queda en nada”, radiografía Pascual. Se muestra convencido de que el liderazgo de Inma Nieto en Por Andalucía puede a medio plazo, en una oposición serena de cuatro años, volver a reconstruir el espacio de la izquierda. Podemos se sumó al SAT, ahora casi desparecido también, cuando IU históricamente cultiva sus alianzas con CCOO.

El alcalde de Aznacóllar (Sevilla), Juan José Fernández, representa ese modelo de alcalde con 40 años de militancia en el Partido Comunista y los mismos en CCOO, con actividad en partido y sindicato desde la temprana edad de los 14 años. Su liderazgo se forjó como aguerrido sindicalista de la mina de esta localidad, donde el PSOE sigue ganando en las generales pero IU se hizo con el ayuntamiento desde 2011, hace una década, en la última ocasión con la marca de Adelante. Se queja el alcalde de que la izquierda está dejando “rinconeras”, espacio libres, “por donde está penetrando la extrema derecha en nuestros pueblos”. “Los jóvenes se van al mejor postor, al que vende más humo”, dice con preocupación sobre Vox y con una seria llamada de atención a los responsables de la izquierda en Andalucía. “No lo podemos permitir”, alerta.

El tiempo ha demostrado que IU es el hermano ‘rico’ en Andalucía, con implantación territorial, alcaldes, concejales y militantes muy por encima de los números de Podemos. Según los datos oficiales, de los 1.170 concejales a la izquierda del PSOE en los últimos comicios, 1.055 son de IU. De los 64 alcaldes, 63 son de IU y uno de Podemos, en Peligros, (Granada, 11.286 habitantes). Los morados no ocultan que su implantación territorial en Andalucía era "muy deficiente" por el estilo de la anterior dirección, culpando al 'hiperliderazgo' de Teresa Rodríguez. En capitales, cuenta apenas con siete concejales en Almería y cuatro en Córdoba. Cádiz está con su alcalde, José María González 'Kichi', en el partido de Teresa Rodríguez. En las primarias abiertas para votar a su candidato, Juan Antonio Delgado, que finalmente cedió el testigo a Nieto, votaron 5.931 personas. Según la organización, esa sería su militancia. Tras el divorcio con Anticapitalistas, la secretaria general es la diputada por Córdoba Martina Velarde, con un bajísimo conocimiento en la comunidad y supeditada a la estructura de Madrid.

Un modelo de partido

“En Podemos despreciaron a la militancia y a la hora de colocar a cuadros intermedios priorizaron exclusivamente la lealtad. Eso ahuyentó a muchísima gente válida y a los activistas de base que se habían acercado a raíz del 15M. El partido no tiene bases. Apenas hay militantes sin cargo o sueldo. Esa estructura puede valer para unas elecciones generales cuando se tiene el favor del público pero sin implantación territorial ni bases es difícil activarse para unas elecciones autonómicas o municipales. El modelo lo creo Íñigo Errejón, lo mantuvo Teresa Rodríguez y lo mantuvo el equipo actual. Despreciaban el modelo de izquierda unida y temían a cualquier personalidad fuerte que pudiera destacar. No es un error, sino un modelo de partido”, insiste Urias, que aspiró en unas primarias para dirigir Podemos en Sevilla y perdió.

“Podemos no ha aprovechado el crecimiento electoral que tuvo años atrás para convertir a una parte de su gran masa de votantes en activistas que trabajaran en el territorio, en los municipios, en los barrios, gente que además se relacionase con o se implicase en movimientos ciudadanos. Si esa formación quiere revitalizarse en Andalucía, con independencia de los buenos o malos resultados electorales que obtenga en las autonómicas, es absolutamente clave que potencie su presencia en cada municipio, con cuadros que no solamente sirvan para presentarse a las municipales, sino para actuar ante los problemas que sufre la ciudadanía”, recalca Rubén Sánchez.