ESPIONAJE CON PEGASUS

La Generalitat apunta que Aragonès fue espiado mientras negociaba la investidura con Sánchez

Desde el Govern se desliza que las escuchas del CNI, que el centro vincula con los disturbios en Barcelona y que contaban con autorización judicial, se realizaron por motivos políticos

Sánchez y Aragonès se ven este viernes en Barcelona después de que ayer no hubiera ningún contacto entre los dos gabinetes

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Pere Aragonès, en una reunión en La Moncloa.

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Pere Aragonès, en una reunión en La Moncloa. / Juan Carlos Hidalgo

El rizo del espionaje a dirigentes independentistas se enreda aún más. La comparecencia el jueves de la directora del Centro Nacional de Inteligencia, Paz Esteban, en la comisión de secretos oficiales en el Congreso, ha agravado aún más la crisis entre el Gobierno y ERC, su principal socio parlamentario, y ha provocado más inestabilidad. Esteban confirmó que el CNI espió a 18 personas, entre ellos el president de la Generalitat, Pere Aragonès, en el marco de los disturbios que se produjeron en Barcelona y en el resto de Cataluña en octubre de 2019, después de que el Tribunal Supremo hiciera pública la sentencia del 'procés'.

En aquel momento el jefe del Govern era Quim Torra y Aragonès era el vicepresidente y conseller de Economía. No ha trascendido si el CNI realizó escuchas también a Torra y, por tanto, su nombre se encuentra entre esa veintena de cargos independentistas, a pesar de que el espionaje se realizó para buscar posibles vínculos entre sus líderes políticos y los llamados Comités de Defensa de la República (CDR), que eran la facción del separatismo que organiza las protestas callejeras, y la organización Tsunami Democràtic. Pero lo que explicó la directora del CNI es que la intervención al teléfono de Aragonès y del resto de cargos, que no ratificó que se hayan hecho con el 'software' Pegasus, se hicieron con el aval del magistrado del Supremo que debe autorizarlas. Es decir, que están absolutamente motivadas.

No obstante en las últimas horas desde la Generalitat se ha apuntado a que en ese espionaje concurren también razones políticas porque, según la investigación de Citizen Lab, el móvil del president fue atacado en dos ocasiones, en octubre de 2019 y en enero de 2020. El mes de octubre coincide totalmente con los datos proporcionados ayer por Paz Esteban, porque fue cuando se produjeron los disturbios. Aunque para el Govern también es relevante que un mes después, en noviembre, se celebraran elecciones generales, señalan las fuentes consultadas por este periódico, la repetición electoral tras los comicios de abril en los que Pedro Sánchez no logró armar una mayoría. Pero donde ponen el acento es que, según sus propios datos, la intrusión también se produjo en enero de 2020, que es cuando el PSOE y ERC se encontraban negociando la investidura de Sánchez y que los republicanos sólo apoyaron tras arrancar el compromiso para la creación de una mesa de diálogo.

ESPIONAJE EN REUNIONES Y NEGOCIACIONES

El estudio de Citizen Lab, encargado por el propio independentismo, a raíz de que se descubriera el espionaje al terminal del ex president del Parlament, Roger Torrent, sostiene que "los políticos catalanes estaban ampliamente infectados con Pegasus".  "La selección tuvo lugar a lo largo de delicadas negociaciones entre los Gobiernos catalán y español".

No obstante, desde el Ejecutivo no se considera que este trabajo sea riguroso y el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, lo ha llegado a calificar de "desinformación". En él se amplía hasta al menos 65 personas los destinatarios del espionaje. De ellos "63 fueron atacados o infectados con Pegasus y otros cuatro con Candiru", que es otro programa informático similar, también de fabricación israelí.

La investigación de Citizen Lab, dependiente de la Universidad de Toronto (Canadá), defiende que "todos los presidentes catalanes desde 2010 han sido atacados o infectados con Pegasus, ya sea mientras cumplían su mandato, antes o después de su retiro". Esto, mantienen, "indica un esfuerzo generalizado y extremadamente bien informado para monitorear los procesos políticos catalanes". "El momento de la focalización a menudo coincidía directamente con actividades sensibles y no públicas específicas, como reuniones estratégicas y negociaciones. Esto es muy sugestivo de un servicio de inteligencia bien dotado de recursos".

LA INVESTIGACIÓN A 'TSUNAMI DEMOCRÀTIC'

Sin embargo, el CNI no reconoce este espionaje masivo que denuncia el independentismo y que ha situado la relación entre el Ejecutivo y ERC en su peor momento. Aunque esta mañana está previsto que Pedro Sánchez y Pere Aragonès se encuentren en Barcelona, ayer los dos gabinetes del jefe del Ejecutivo y del president de la Generalitat no mantuvieron ningún contacto.

Paz Esteban sólo asume 18 escuchas por parte del Centro Nacional de Inteligencia. Del resto de personas a las que apunta Citizen Lab no se responsabiliza. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, al término de la comisión, sugirió ayer dos alternativas para los demás casos. O una "nación extranjera" o a "organismos del Estado que espían por encima de sus posibilidades". Sobre esta segunda vía, se está interpretando que son las denominadas 'cloacas' del Estado, en referencia a agentes corruptos que actúan de manera incontrolada. Pero también podría tratarse de actuaciones sin una orden clara, que sólo podría haber hecho el CNI como único usuario reconocido de 'Pegasus', de las que nadie se responsabiliza.

Como adelantó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, precisamente Elies Campo Cid, el informático que redactó el informe para Citizen Lab, está siendo investigado en la Audiencia Nacional por el denominado Tsunami Democràtic. El Juzgado Central de Instrucción número 6 investiga de forma secreta una causa contra esta organización, por los sucesos que se vivieron en Cataluña tras la sentencia del ‘procés’. En este procedimiento el magistrado Manuel García-Castellón trata de determinar la financiación de la revuelta y quienes fueron los últimos responsables de los altercados.

Pero, las fuentes de la Audiencia Nacional consultadas por esta redacción, rechazan que el teléfono de Campo fuera infectado con un troyano introducido por la Guardia Civil, que es la que actúa como Policía Judicial a las órdenes del magistrado García Castellón. Además, las citadas fuentes del caso aseguran a este periódico que en el caso de Tsunami Democràtic el Juzgado Central de Instrucción número 6 no requirió los servicios del CNI y que tampoco utilizó los servicios de Pegasus, habida cuenta de que el sistema que se utiliza es el denominado Sitel.