Congreso de los Diputados

El Gobierno salva el decreto anticrisis con 176 votos y toma aire para el resto de la legislatura

Más de diez formaciones han permitido salvar el decreto y casi diez lo han rechazado, lo que revela la fractura que se ha producido en el Parlamento

EH Bildu ha resultado clave tras anunciar el apoyo su portavoz parlamentaria

Sánchez y Azpirua

Sánchez y Azpirua / EUROPA PRESS

Ángel Alonso Giménez

Lo que parecía un día de infarto se ha convertido en unas horas de infarto gracias a EH Bildu, que no ha esperado a la votación para desvelar sus cartas. La portavoz de la formación abertzale, Mertxe Aizpurua, anunció el apoyo de los cinco diputados de su grupo al decreto anticrisis cinco horas antes de que se votara. Poco después, el líder del PDeCAT en el Congreso, Ferrán Bel, confirmó la decisión de los cuatro representantes de su partido en el Congreso. Nueve síes, por tanto, que son oxígeno. Pedro Sánchez respira. Su Gobierno coge aire. La legislatura se cura este catarro.

Los cinco apoyos de la formación abertzale, los cuatro de las siglas catalanas, así como el del BNG, que tiene un representante en la Cámara, Néstor Rego, se suman a los lógicos de PSOE y Unidas Podemos, 133, ya que los morados tienen aún el escaño de Alberto Rodríguez sin cubrir. Hace poco, además, Meri Pita se fue al Mixto. Los seis del PNV, los dos de Más País y el de Compromís, Teruel Existe, Nueva Canarias, PRC elevan la suma a 176 votos, mayoría absoluta. Por los pelos la ha alcanzado, sí, pero suficiente para mantener en vigor las medidas de ese decreto que el Gobierno se apresuró a aprobar en Consejo de Ministros cuando comprobó que la guerra de Ucrania iba a ser como un huracán en la economía española.

Con este número asegurado, ya incontestable, el PP avanzó su rechazo. El total de noes se elevó entonces a 172, lo que refleja cómo y cuánto de estresante ha sido la negociación previa, así como la votación final. Pese a conocer el desenlace, se generó una alta expectación cuando llegó el momento de votar por si se producían errores. 335 diputados/as presentes y 14 con el voto telemático, o sea, todos menos el escaño que dejó Alberto Rodríguez y que Unidas Podemos mantiene sin cubrir. Al final, no ha habido fallos ni errores, todos han votado lo que debían votar. También para decidir la tramitación como proyecto de ley.

Ha sido un desenlace más tranquilo de lo previsto a primera hora de la mañana, pero refleja qué difícil puede ser esta legislatura en un Congreso tan fragmentado. El decreto lo han avalado PSOE, Unidas Podemos, PNV, EH Bildu, Más País, Compromís, BNG, PDeCAT, Teruel Existe, PRC y Nueva Canarias. Más de diez formaciones. Lo han rechazado el PP, Vox, ERC, Cs, JxCat, la CUP, los ex de UPN, Foro y el exdiputado de Cs Pablo Cambronero. Casi diez formaciones.

El Gobierno, por tanto, salva una bola de partido, pues este decreto con medidas de todo tipo para atajar los efectos de la guerra de Ucrania, como el descuento de 20 céntimos por cada litro de combustible, se había convertido en el Rubicón de la legislatura, pero afronta muy herido el tiempo que queda hasta la próxima convocatoria electoral, supuestamente finales de 2023.

La ruptura con ERC

EH Bildu ha sido coherente en su posición sobre el decreto. Aunque no le satisfacía al 100%, consideraba que iba en "la buena dirección". Pidió más ambición al Ejecutivo, es un leitmotiv en los discursos de Aizpurua en el Congreso. A su juicio, a la coalición de PSOE y Unidas Podemos le falta justo eso, y por ello, la apuesta progresista se queda en la mayoría de las ocasiones aguada, a su parecer.

Que se destapara el presunto espionaje a más de 60 dirigentes independentistas, entre ellos un diputado abertzale, Jon Iñarritu, no ayudó a definir la postura. Sin embargo, la evolución de los acontecimientos durante los últimos días, la última semana, ha terminado de mantener la balanza en el lado en el que estaba justo antes de que estallara el "catalangate" en la esfera pública. Apoyar el decreto. Con todo, EH Bildu no ha revelado la decisión hasta la intervención en el debate para la convalidación o derogación del decreto con el Plan Nacional de respuesta a la crisis derivada de la guerra de Ucrania.

ERC, en cambio, ha virado. Cuando el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, llegó a Madrid el pasado jueves para reunirse con las formaciones catalanas afectadas por el espionaje del sistema "Pegasus", y también con EH Bildu, la formación catalana se inclinaba por deslindar el decreto del escándalo, lo que en todo caso desviaría el voto a la abstención. Una semana después, ha optado por el voto en contra. Por medio de un comunicado, difundido este jueves, ha explicado las razones.

La causa principal es que el Gobierno no haya asumido responsabilidades por el espionaje de "Pegasus", que es algo que había pedido con mayor estridencia, sobre todo este pasado miércoles a raíz de una respuesta de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en la sesión de control del Congreso. Que justificara, a juicio de Esquerra y otros partidos soberanistas, el espionaje al independentismo enturbió las conversaciones sobre la salvación del decreto.

ERC, al final, ha elegido "un voto por la defensa de los derechos y libertades más fundamentales" y "en defensa de la ciudadanía y la democracia", es decir, a criterio de los republicanos, el voto en contra. Considera que el Gobierno debe interpretarlo como "un primer aviso" al Gobierno, al que insta de nuevo a "asumir responsabilidades y garantizar toda la transparencia en el caso Pegasus". "Para empezar, la ministra responsable de este escándalo debe dimitir", ha reiterado.

Cara a lo que queda de legislatura, más un de año y medio, los independentistas catalanes "continuarán con la mano tendida para impulsar medidas de apoyo a la gente, pero nunca a costa de renunciar a la defensa de los derechos fundamentales". Así lo recalca en su comunicado, antes de exigir "las mínimas garantías para la negociación para tratar con urgencia la agenda antirrepresiva, siendo el espionaje un capítulo más de la causa general contra el independentismo y cualquier disidencia democrática".

La salud del bloque de la investidura

Los 13 diputados de ERC, por tanto, transmiten así al Gobierno que sus votos serán mucho más caros que antes del escándalo "Pegasus".

Los 5 diputados de EH Bildu han transmitido exactamente lo mismo, a través de su portavoz. "Una vez más, actuaremos con la responsabilidad que debemos a la ciudadanía y hoy aprobaremos este decreto, porque la gente no puede ni debe ser quien pague las consecuencias de los graves errores de este Gobierno", ha dicho Aizpurua en el hemiciclo del Congreso, ante la mirada y escucha de Félix Bolaños, el ministro que ha asumido la defensa de la convalidación del decreto.

Sin embargo, ha advertido acto seguido: "Que nadie se confunda. Aprobaremos este decreto por la gente, no por el Gobierno, porque nuestro compromiso es para con la ciudadanía, no para con este Gobierno. Señor Bolaños, se lo digo claramente: hoy haremos un ejercicio de responsabilidad más. Pero la responsabilidad y el respeto debe ser mutuo. Mutuo, señor Bolaños".

El BNG, por su parte, ha optado también por apoyar la convalidación del decreto tras lograr "reactivar las medidas recogidas en el acuerdo de investidura" y arrancar una reunión de seguimiento para seguir profundizando en la llamada Agenda Gallega. Asimismo, tal y como ha expresado en otro comunicado, ha influido "la responsabilidad política". Si bien las medidas del Plan Nacional de respuesta a la crisis no son suficientes, activa una serie de ayudas a sectores muy afectados por la elevada inflación, como la pesca, agricultura o transporte.

La sensación entre los aliados habituales del Gobierno en el Congreso, el llamado bloque de la investidura, es de que algo está a punto de cambiar. Sin ERC es un bloque mermado, expuesto a negociaciones más que intensas para sacar adelante la agenda legislativa. Si EH Bildu se aparta, el bloque se derrumba. Los socialistas, junto a Unidas Podemos, tendría que atar al PNV y explorar las vías de entendimiento con Cs, en las antípodas ideológicas en muchas materias. El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha repetido algo que lleva días enunciando: la legislatura se encuentra "en un momento de bifurcación".

A un lado, el PP. Al otro, las demás fuerzas de izquierdas. Del camino que escoja Sánchez dependerá su futuro, el del PSOE, el de las fuerzas progresistas, y por extensión, el de las formaciones de la derecha.