EN EL PRÓXIMO CICLO ELECTORAL

Cs valora listas conjuntas con el PP en Valencia, Navarra o Baleares tras descartar Andalucía

La posición de aunar fuerzas en territorios donde los nacionalismos pueden seguir gobernando sigue encima de la mesa

En Andalucía, donde el PP rechaza la idea desde hace tiempo, Ciudadanos tiene claro que concurrirá en solitario

Cs mantuvo este domingo un encuentro clave en Pozuelo de Alarcón donde sus dirigentes se conjuraron para resistir

La líder de Cs, Inés Arrimadas.

La líder de Cs, Inés Arrimadas. / Isabel Infantes - Europa Press

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Ante la inminente convocatoria electoral andaluza, el debate sobre la posibilidad de listas conjuntas entre PP y Ciudadanos aparece reavivado, aunque con pocas opciones de prosperar en el corto plazo. No ocurrirá en Andalucía, donde esa opción está descartada. El PP rechaza la idea ya desde hace prácticamente un año, cuando la moción de censura en Murcia cambió por completo la relación entre ambas formaciones y, sobre todo, las perspectivas electorales del partido naranja. Pero la dirección de Inés Arrimadas tampoco pretende plantear nada similar al PP y la decisión, tomada también por Juan Marín, según explican en el partido, es la de concurrir en solitario.

El objetivo de la formación pasa por resistir en el próximo ciclo electoral. Primero, en Andalucía y, después, en las municipales y autonómicas. Ese fue el mensaje que trasladó Inés Arrimadas este domingo a todos los grandes dirigentes de su partido en una especie de retiro en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Una cita que duró desde la mañana hasta pasadas las seis de la tarde y en la que dejó claro a los cargos naranjas que deben prepararse para un periodo complicado con malos resultados en las urnas, pero que después será posible una remontada similar a la de los liberales alemanes.

El FDP llegó a desaparecer del Bundestag en 2013 y en las elecciones del pasado septiembre revivió como una fuerza clave para la formación de Gobierno. Dirigentes presentes en la reunión aseguran que el discurso de Arrimadas, trabajado mano a mano con ese partido durante meses, fue el "más inspirador" que escucharon desde hace tiempo y que supone "un plan conciso" para la supervivencia del partido naranja.

ANDALUCÍA, EN SOLITARIO

El partido naranja en Andalucía ha sido un polvorín permanente, como en otros territorios. La presidenta nacional confía en mantener prietas las filas, dando por hecho que los episodios de desbandadas a las filas populares ya pasaron. En todo caso, aunque en el caso andaluz no hay opciones de alianzas preelectorales, reflexionan en la cúpula, está por ver lo que ocurrirá de cara a 2023.

En realidad, la postura de Ciudadanos no ha cambiado: analizar en qué comunidades tendría sentido una opción así. Arrimadas estrenó su liderazgo (antes incluso de que se celebraran las primarias contra Paco Igea en marzo de 2020) con la propuesta de coaliciones electorales en Cataluña, País Vasco y Galicia. El argumento era el de sumar fuerzas en una sola papeleta donde los nacionalistas e independentistas tenían opciones de llegar a gobiernos sumando con otros partidos. 

Y esa amenaza, dicen, existe en otros territorios en los que se abrirían a estudiar una suerte de coalición similar a la del País Vasco. Algunos son la Comunidad Valenciana (con el objetivo de que Ximo Puig no siga en el poder apoyado por Compromìs), Navarra o Baleares (ambas comunidades con riesgo de que los nacionalistas se mantengan en el poder apoyando al PSOE). Son tres ejemplos concretos que podrían ampliarse a diputaciones y ayuntamientos. 

En el caso de las elecciones catalanas de 2021, a pesar de que el PP fue partidario tiempo atrás de un acuerdo de ese tipo, terminaron rechazaron la oferta en vista de un reforzamiento en las encuestas que después terminó en fiasco. El candidato, Alejandro Fernández, se opuso de lleno a ese pacto porque los naranjas (aún como primera fuerza en el Parlament) entendían que debían liderarlo. La crisis fue en aumento cuando en plenas Navidades ficharon a la ex candidata naranja a la Generalitat, Lorena Roldán, hoy diputada popular.

En Galicia, Alberto Núñez Feijóo (entonces con tres mayorías absolutas a las espaldas y a punto de revalidar la cuarta, como ocurrió) ni siquiera se lo planteó. Y en Euskadi salió adelante, llevándose por delante al entonces líder del PP, Alfonso Alonso, que se oponía a la operación. 

RELACIÓN PP-CS

Las relaciones entre los dos partidos quedaron muy tocadas en los últimos meses ante lo que Ciudadanos vivió como “un acoso directo” a su supervivencia orquestado por Teodoro García Egea y el fichaje de Fran Hervías para desestabilizar a la formación en los distintos territorios. La llegada de Alberto Núñez Feijóo ha dado un cambio a la situación, garantizando el fin de la relación hostil y prometiendo juego limpio a partir de ahora. 

Pero la realidad es que el dirigente gallego nunca ha sido partidario de listas conjuntas ni fórmulas que supongan renunciar a las siglas del PP en solitario. Más bien, todo lo contrario. Apoyó la tesis de Alfonso Alonso en el País Vasco, pero Casado y García Egea se impusieron. Por eso está por ver hasta dónde pueden llegar alianzas de este tipo con el nuevo liderazgo del PP.

Ya tras el desgaste tan fuerte que sufrió la formación naranja a raíz de la moción de censura murciana, Casado empezó a inclinarse por una OPA directa al partido, ofreciendo, como mucho, que algunos dirigentes de Ciudadanos se pudieran sumar a las listas del PP como independientes. Durante un tiempo fue la fórmula manejada para Andalucía. Los acontecimientos posteriores dejaron esa posibilidad en papel mojado.

La estrategia de Inés Arrimadas ha cambiado por completo (también por la situación de desmoronamiento) y no tiene nada que ver con la última que lanzo su predecesor, Albert Rivera, convencido de que podía desplazar al PP como principal fuerza del centro derecha. La nueva líder apuesta por ser capaz de influir en los dos grandes partidos (en comunidades y ayuntamientos) en un tiempo en el que las mayorías absolutas han dejado de existir. "Pocos escaños que valgan mucho", resumen dirigentes centristas. En el caso de los acuerdos con populares, Ciudadanos considera que son la única garantía para expulsar a Vox de las ecuaciones de gobierno como consiguieron en 2019, necesitando solo el apoyo externo de los ultra. En Castilla y León se ha producido la primera coalición de gobierno entre populares y Vox.