Crisis en el Ayuntamiento de Madrid

Los 55 días de vía crucis de Almeida: "El alcalde está muy preocupado por lo de su primo"

El alcalde dice que supo hace una semana que su familiar fue el enlace entre el Consistorio y los comisionistas Luceño y Medina, que dieron un 'pelotazo' de seis millones

El entorno de Almeida, sin embargo, ya transmitía a principios de otoño que el primer edil estaba intranquilo porque acusaban de "intermediario a su primo el guapo"

Desde Cibeles se extiende la teoría de que el caso de debe a un "ajuste de cuentas" interno mientras la 'mano derecha' de Almeida se ve también bajo sospecha

"De esta no creo que salga, es un error de principiante; otro caso Urdangarín", sostiene un relevante cargo del PP

José Luis Martínez-Almeida, en la rueda de prensa ofrecida el jueves en Puente de Vallecas.

José Luis Martínez-Almeida, en la rueda de prensa ofrecida el jueves en Puente de Vallecas. / EFE/VICTOR LERENA

El día de San Fermín, el 7 Julio de 2020, ocurrió un hecho histórico en el Ayuntamiento de Madrid. Todos los grupos políticos llegaron a un acuerdo de 352 medidas para hacer frente al impacto del coronavirus. 

La fotografía de un ufano José Luis Martínez-Almeida con Begoña Villacís, vicealcaldesa de la capital, y el resto de portavoces de los grupos de la oposición presentando los llamados Pactos de la Villa en el auditorio de la cuarta planta del Palacio de Cibeles, el de las grandes ocasiones, queda como uno de los hitos de la pandemia. El reflejo del diálogo. Del acuerdo. 

El talante y la búsqueda de consenso demostrados por Almeida en los peores momentos de la crisis sanitaria catapultaron su imagen. Sus participaciones en la televisión eran jaleadas a diestro y siniestro. Hablaba desde el sentido común, y eso en un mundo -el de la política- siempre tan polarizado, tan de trincheras, sorprendía. Hasta la oposición hablaba bien de él. 

No era el alcalde de Madrid. Era el alcalde de España. Tras la crisis abierta en el PP con Cayetana Álvarez de Toledo, Pablo Casado quiso subirse a esa ola, y le nombró portavoz del partido a nivel nacional ese mismo verano.  

Hoy, casi 20 meses después, la imagen de este abogado del Estado de 46 años, según afirman varias voces del PP, ha quedado muy dañada tras el intento de

espionaje

a Isabel Díaz Ayuso desde su Ayuntamiento y el pelotazo en los contratos de las mascarillas dado por Luis Medina, hijo de Nati Abascal, y Alberto Luceño: seis millones de comisiones por un envío que en parte era defectuoso. 

"De esta no creo que salga. Es gordísima, es un error de principiante, otro caso Urdangarin", sostiene un relevante cargo del PP. 

Entre la primera publicación del caso de presunto espionaje a la presidenta regional desde una empresa municipal -16 de febrero- hasta hoy han pasado 55 días. 55 días de vía crucis para Almeida. "Esto está siendo duro", confesaba el alcalde el 22 de febrero, minutos después de anunciar, abatido, que dejaba de ser portavoz del PP.  

Para entonces Casado era casi ya historia, y Ángel Carromero, director general de coordinación de Alcaldía, una de sus personas de máxima confianza, había dimitido ya bajo la sombra de la culpabilidad en una trama con más sombras que luces a estas alturas.  

"No tenemos nada que ocultar", decía el alcalde días después, cuando aceptó la comisión de investigación, una comisión que está sirviendo de bien poco porque la mayoría de comparecientes, entre ellos Carromero, no está acudiendo a la cita. 

Con una comisión de investigación descafeinada, el foco centrado en la guerra de Ucrania y la toma del mando de Génova por parte de Alberto Núñez Feijóo, Almeida aprovechaba para reposicionarse a apenas un año para las elecciones. 

Volvía a dedicarse exclusivamente al mando de la ciudad -algo que Begoña Villacís siempre le reclamó- y confesaba que que no quería tener más cargos orgánicos. 

Un repecho para tomar aire. Hasta que eldiario.es destapó la investigación de la Fiscalía el pasado viernes, lo que desató una nueva tormenta en Cibeles con epicentro en su despacho. Un nuevo desgaste.

Este jueves, en la rueda de prensa tras la Junta de Gobierno, celebrada en Vallecas, en la que trató de explicar su no participación en los polémicos contratos, su cara era el espejo del alma. 

Cansado, ojeroso, nervioso, sin esa chispa tan habitual en él, trataba de salir indemne del escrutinio periodístico. "Yo vi la rueda de prensa en Twitter, sin sonido", explica un edil de la oposición municipal, "y esa expresión, esas miradas, los gestos de rabia... se veía a alguien acorralado, a alguien que tiene mucho que esconder". 

"Cuando anuló su agenda el lunes y el martes, supimos que algo más pasaba, que no nos habían dicho toda la verdad", afirman en Ciudadanos, su socio de Gobierno de coalición, cuya líder Villacís trata de buscar el equilibrio de una funambulista.  

Estafa y falsedad

Ese día, el de la comparecencia de prensa, el 7 de abril, ya se sabía que la Fiscalía Anticorrupción había acusado a Medina y Luceño de delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales por irregularidades en la compra de mascarillas, test y guantes para la funeraria municipal [el consejo de administración de esta empresa pública del Consistorio está presidido por Inmaculada Sanz, concejal de Seguridad y Emergencias y portavoz del Gobierno de la capital, una persona de la máxima confianza de Almeida].  

También se sabía que los empresarios ocultaron que entre el 60 % y el 80% del coste de los productos sanitarios era para comisiones. O que con estas se compraron un yate -en el caso de Medina, que obtuvo un millón de euros de beneficio-, y una docena de vehículos de alta gama, un piso y tres relojes Rolex en el caso de Luceño, que sacó de tajada en la operación 5,1 millones. O que tuvieron que devolver cuatro millones por productos defectuosos. 

También era público que el enlace entre el Ayuntamiento y hermano del duque de Feria había sido un primo del alcalde, Carlos Martínez-Almeida, tal y como adelantó en exclusiva EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

Que se publicara su nombre no sentó nada bien al alcalde, que consideraba injusto que saliera a la luz cuando no está siendo investigado ni ha sido acusado de tráfico de influencias. 

Sin embargo, la vinculación familiar con el alcalde de este abogado, que tiene un bufete propio y un currículum brillante -es doctor en Derecho Mercantil, árbitro de la Corte Española de Arbitraje y tiene cursos de posgrado en la Universidad de Georgetown- colocaba bajo sospecha los tres contratos de más de 15 millones de euros firmados con la empresa malasia Leno, de la que Medina y Luceño eran comisionistas. 

Eso no lo decía la prensa, sino la propia Fiscalía, que lo subrayaba en su escrito de acusación, donde apreciaba que Medina "aprovechó su condición de personaje conocido en la vida publica y su amistad con un familiar del alcalde" para hacerse con el contrato. 

Luis Medina, hijo de Nati Abascal, investigado por Anticorrupción, en una imagen de archivo. 

Luis Medina, hijo de Nati Abascal, investigado por Anticorrupción, en una imagen de archivo.  / EUROPA PRESS

El alcalde, que descartó que su primo y Medina fueran amigos, trató en su comparecencia de justificar el contrato. "Es muy fácil hablar a toro pasado, pero era una situación dramática. A lo mejor nos equivocamos, pero el mercado era una jungla... sólo nos guiaba proteger a los servidores públicos", dijo sobre el alto precio pagado por los productos [los guantes, por ejemplo, fueron abonados a dos dólares el par cuando su precio era de 0,08 céntimos]. 

"Yo no tenia ni idea de que mi primo había intervenido de ninguna manera; la persona con la que contactó mi primo no fui yo", apreció el alcalde, que descartó su participación de forma "directa ni indirecta" en el contrato

Según su versión, Medina contactó con una "tercera persona" conocida por este y su primo para ver si en el Ayuntamiento estaban interesados en que les consiguieran material. "Mi familiar se pone en contacto con la coordinadora general de Alcaldía, que es quien quien le dice que estos ofrecimientos se están encauzando a través del buzón electrónico de Coordinación de Alcaldía. Medina manda dos correos electrónicos el 18 y 19 de marzo".

Para empezar, esta declaración ya aportaba más datos que los ofrecidos el día anterior, cuando desde el Ayuntamiento se informó sólo que el familiar de Almeida se limitó a facilitar el correo que se daba a todo el mundo interesado en vender material. En total, hubo más de mil ofrecimientos por distintas vías, dijo el alcalde. 

En su exhortación exculpatoria, Almeida fue incluso más allá, dejando entrever lo que parece, con todos los datos en la mano, un grave desliz: "Me enteré de que mi primo ha podido intervenir en el contrato a raíz de las informaciones que publica eldiario.es".

El citado diario fue efectivamente el primero en adelantar que había una investigación abierta -el pasado viernes 1 de abril-, pero en ella no se hablaba de ningún familiar.  

La frase del alcalde también contrasta con lo que decían desde su círculo de confianza a principios de otoño, cuando la coordinadora de Hacienda y Personal, Elena Collado, responsable última de los contratos, es llamada a declarar como testigo en la Fiscalía Anticorrupción. 

"El alcalde está muy preocupado con lo de su primo, le acusan de ser intermediario", era un comentario escuchado a personas de confianza del primer edil por aquel entonces. En este entorno se referían a Carlos Martínez-Almeida como "el primo guapo" con cierta sorna.  

Almeida y Villacís, en la inauguración del homenaje a las víctimas covid en mayo de 2021

Almeida y Villacís, en la inauguración del homenaje a las víctimas covid en mayo de 2021 / EFE

Quien conoce bien el Consistorio tanto en el PP como en el resto de partidos no termina de creerse tampoco que el alcalde no conociera desde el principio la implicación de su primo, sobre todo porque con quien contactó su familiar es su mano derecha, Matilde García-Duarte, también Abogada del Estado como él y a la que algunos llaman "la alcaldesa en la sombra". Es su amiga personal desde hace muchos años. 

No se mueve una hoja en el Consistorio sin que ella lo sepa. Fue el gran fichaje de Almeida. Su mano derecha. Ahora también queda señalada.

Fuentes populares aprecian que ya hay cierto runrun entre algunos ediles del Consistorio por lo extraño que está siendo todo, aunque desde Cibeles se extiende el rumor de que toda esta investigación y su filtración a la prensa se debe a "un ajuste de cuentas interno", con lo que eso quiera significar.

De hecho, hay varias teorías: desde un ataque más en la pugna entre "familias" populares a una vendeta póstuma de Carromero.

Desde el socio del Gobierno municipal, Ciudadanos, entretanto, aseguran que se sienten "engañados", que cuando Anticorrupción envió los requerimientos de información al Ayuntamiento hace más de un año no se dijo desde el PP "toda la verdad" sobre el caso, ni de las implicaciones de familiares del alcalde. 

Villacís hizo visible su disgusto con Almeida este mismo jueves, al evitar salir con él en la rueda de prensa y montar una paralela, justo a continuación. "Nosotros debíamos salir como Ciudadanos; él tenía que dar explicaciones personales", razona a este diario Villacís. 

La vicealcaldesa no está en una posición fácil. Desde la oposición, tras este nuevo escándalo, le han vuelto a ofrecer ser alcaldesa. Pero ella sabe que cualquier paso en falso puede privarle de conseguir representación en las próximas elecciones [pese al descalabro general de Cs, algunas encuestas apuntan que podría conseguir uno o más concejales en 2023].

"Yo podría haber sido alcaldesa ya hace tres años, y otros muchos políticos en mi lugar lo habrían hecho, pero yo no", apunta Villacís, que insiste en que su gobierno está "funcionando bien" y no lo va a romper. Por ahora. Lo que sí ha hecho es anunciar que pedirá una auditoría externa para analizar todos los contratos firmados al inicio de la pandemia.

En el PP crecen las voces que ven que la situación podría ser "insalvable" si se sigue complicando con nuevas revelaciones porque ya con lo que hay "costará levantar la cabeza", aunque la posición oficial, mostrada por Ayuso este mismo viernes, es de confianza "plena" en la gestión de Almeida. 

Lo cierto es que el caso de las mascarillas en el Ayuntamiento y la nueva condena contra el PP en Gürtel han enturbiado la llegada de Feijóo a Génova. "Como salga algo más, algún detalle de los correos electrónicos, por ejemplo, será el final de Almeida y habrá jodido el ticket electoral estupendo que hace con Ayuso", asevera otro miembro con peso histórico en la formación. 

"Cuando estás en política y un pillo de estos te llama", dice en referencia a Medina, "hay que salir corriendo". "La gente está muy jodida, cobra mil euros, 1.500 euros, y este tío, un noble [Medina], ha ganado un millón de euros con una llamada cuando mucha gente se estaba muriendo de Covid cada día. Y tú lo has permitido. Eso la gente no lo va a perdonar".