Gobierno

Sánchez convoca a Feijóo esta próxima semana para su primera reunión como líder del PP

Al nuevo líder del Partido Popular se le han ofrecido dos fechas posibles para el encuentro: el martes 5 o el jueves 7 de abril

El presidente ofrece al nuevo líder del PP verse en la Moncloa el martes 5 o el jueves 7 de abril, antes del parón de la Semana Santa

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez. / EFE

Alberto Núñez Feijóo regresará en los próximos días a la Moncloa. Esta vez, ya como nuevo líder del

Partido Popular

y ya no como jefe de la

Xunta de Galicia

Pedro Sánchez le ha convocado para verse esta próxima semana, el martes 5 o el jueves 7 de abril. Antes de

Semana Santa

, por tanto. Será el primer contacto entre ambos tras el

XX Congreso del PP

, el que marcará, en buena medida, el rumbo de las relaciones entre el Ejecutivo y el PP tras la etapa de alta tensión con Pablo Casado

.

La liturgia se cumple de nuevo como un reloj, la ceremonia del presidente del Gobierno recibiendo al líder de la oposición. Ya ocurrió en julio de 2014, cuando Sánchez ascendió a la cúpula del

PSOE

y mantuvo un encuentro con 

Mariano Rajoy

, y se repitió en agosto de 2018, en cuanto Casado se hizo con los mandos del PP. En esta ocasión, Sánchez ya había adelantado su intención de entrevistarse con Feijóo en cuanto se cumpliera la formalidad de su elección como nuevo jefe de los conservadores en el cónclave extraordinario de Sevilla. Y ese paso se completó este sábado, cuando el dirigente gallego fue encumbrado por los suyos por el 98,35% de los votos de los compromisarios, momento en el que el líder socialista ya le felicitó públicamente vía

Twitter

. "En estos tiempos complejos, trabajar con unidad y responsabilidad por el bien común de la ciudadanía debe ser una prioridad de todos y todas", escribió.

El propio Feijóo había dicho a los periodistas tras el cónclave que llamaría al jefe del Ejecutivo para verse y que entendía que tendría que acoplarse a la agenda del mandatario socialista. Pero el Gobierno se anticipó al contacto. En la Moncloa indicaban este sábado por la tarde que se habían puesto en contacto con Feijóo para que se pueda reunir con el presidente "esta próxima semana", y que se le había ofrecido, por razones de agenda, "el martes o el jueves". Ahora el dirigente gallego tendrá que optar entre uno de esos dos días. Sánchez preside el Consejo de Ministros el 5 por la mañana y a las 16 horas estará en el Congreso para la intervención por videoconferencia del presidente de

Ucrania

,

Volodímir Zelenski

. El miércoles volverá a la Cámara baja para la sesión de control y se espera que esta próxima semana encaje su viaje a Rabat para visualizar la "nueva etapa" de relaciones entre los dos países. Lo probable es que sea invitado por el rey Mohamed VI al 'iftar', a la ruptura del ayuno en Ramadán, a la caída del sol.

La expectación sobre ese primer encuentro de Sánchez y el nuevo líder del PP es máxima. En la carpeta de asuntos pendientes figura la renovación del Consejo General del Poder Judicial cuyo mandato venció en diciembre de 2018. Gobierno y Pablo Casado estuvieron cerca del acuerdo en tres ocasiones, pero nunca se llegó a consumar. La última exigencia de Génova fue la reforma de la ley orgánica para que en el futuro los vocales del turno judicial del CGPJ fueran elegidos por sus pares, a lo que se oponía el Ejecutivo, que ponía por delante el cumplimiento de la Constitución y de la norma.

Difícil relación con Casado

Pero además el presidente demanda "unidad" para afrontar la crisis abierta por la crisis en Ucrania. Pese a la difícil interlocución que mantuvo con Casado, incluso durante la

pandemia

—el PP se abstuvo en la cuarta prórroga del

estado de alarma

, y votó en contra de la quinta y sexta—, la comunicación sí fluyó más con la

agresión de Rusia sobre Kiev

, y recabó de él su respaldo. La duda ahora es qué harán los populares con el plan de choque frente a las consecuencias de la contienda: el pasado miércoles, no adelantaron su rechazo, lo que podría traducirse en un apoyo o una abstención al decreto.

El perfil moderado que acompaña a Feijóo y sus palabras de este mismo sábado, en la clausura del XX Congreso extraordinario del PP, hacen presagiar una relación diferente con el Gobierno de coalición. El dirigente gallego avanzó una oposición seria y de Estado y garantizó su apoyo al Ejecutivo para determinados momentos. "La moderación no es tibieza, el diálogo no es sometimiento, no nos van a presionar con descalificaciones ni propaganda, ni van a decir qué es lo que tenemos que hacer, pensar o decidir en cada momento”, avisó. "En el sentido de Estado nos localizarán, es bien fácil, de ahí no nos moverán", sostuvo. Y repitió una frase que se le ha oído pronunciar en las últimas semanas, como un gesto de ruptura con Casado: "Yo no vengo a insultar al presidente del Gobierno".

"Un PP digno al frente de la oposición"

Los socialistas, sin embargo, no se acaban de fiar. Es un paso no "insultar" a Sánchez, conceden, pero eso por sí mismo no basta. El Gobierno espera del PP que se avenga a cerrar el CGPJ y a firmar pactos de Estado. El primero, el plan nacional de respuesta a la guerra. Pero en Ferraz insisten en que si Feijóo quiere distanciarse de la etapa anterior deberá alejarse de Vox

—y a él ya le endosaron la decisión de un Gobierno conjunto en Castilla y León— y luchar con firmeza contra la corrupción.

"Una cosa es renovación y otra regeneración", advertía este sábado la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, en el XIV Congreso del PSPV-PSOE de la ciudad de València. Lo que quiere ver el partido es "un PP digno al frente de la oposición". "Pueden cambiar las caras, pero la música sigue sonando igual: son los mismos. Ni es un partido nuevo ni se ha renovado ni se ha regenerado. En Valencia los conocéis", clamó la número dos del partido.

Para Lastra, la derecha "no ha arrimado el hombro nunca" y siempre tiene "la misma respuesta para todo: para la pandemia, que dimita Sánchez; para la guerra de Putin, que dimita Sánchez". Desde que llego Feijóo, el PP ha tomado dos decisiones, dijo: "Una, tapar los supuestos casos de corrupción de [Isabel Díaz] Ayuso, su familia, sus amigos del pueblo, y en Andalucía tienen que explicar 21.000 contrataciones que son más que sospechosas; otra, abrir la puerta a la extrema derecha de las instituciones". En resumen, concluyó, "un PP que dice que se renueva y se regenera ha retrocedido más de 50 años".