JUSTICIA INTERNACIONAL

Rusia, un país condenado por ignorar la violencia contra la mujer

El TEDH advirtió en 2019 que la legislación rusa no reconoce la violencia de género y no permite emitir órdenes de protección

España está incrementando la protección legal, incluso la asistencia jurídica, por vía consular de las españolas en el exterior

También en Ucrania: una de cada tres mujeres informó haber experimentado violencia física o sexual, según un informe de la ONU

Mujeres rusas se protegen del frío en Moscú

Mujeres rusas se protegen del frío en Moscú / Sergei Chirikov

La Federación Rusa está cometiendo crímenes de guerra que motivan la apertura de causas en diversas instancias internacionales, pero es también una nación condenada en firme por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por ignorar la violencia contra la mujer. Se trata de un asunto que viene de largo, y por el que la administración de Vladímir Putin ha sido amonestada debido una legislación nacional que no reconoce la violencia de género y, de hecho, no permite ni tan siquiera emitir órdenes de alejamiento para las víctimas.

"Las autoridades son reacias a reconocer la gravedad del problema de violencia contra la mujer en Rusia y sus efectos discriminatorios sobre las mujeres". Esta afirmación obra en una sentencia dictada en 2019 por el tribunal de garantías europeo en relación con el caso de una mujer rusa que sufrió la violencia y persecución de su ex pareja.

La resolución, especialmente dura con la administración Putin, fue la primera que constató una violación del Convenio Europeo de Derechos Humanos relativo a Rusia en este ámbito, y en este sentido se la cita en el Informe Anual del tribunal europeo de 2020 consultado por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

Se trata de la causa Volodina 'versus' Rusia, en la que ésta fue condenada pagar a la demandante 25.5.875 euros tras constatarse la existencia de una violación de dos artículos del Convenio de Derechos, los números 3 y 14, que prohíben respectivamente tratos inhumanos o degradantes y la discriminación. La sentencia reprocha a Rusia no haber puesto en marcha ni aplicado de manera efectiva un sistema que castigue todas las formas de violencia contra la mujer y proteja suficientemente víctimas.

"Excepto por un corto tiempo entre 2016 y 2017, este tipo de violencia nunca ha sido definido o mencionado en cualquier ley rusa, ya sea como un delito separado o como un como circunstancia agravante de otros delitos", apuntaba la sentencia, para añadir que las disposiciones vigentes del derecho penal ruso son "son insuficientes para cubrir las muchas formas de violencia contra las mujeres, incluida la violencia comportamiento psicológico o financiero o subyugante o coercitivo".

NO HAY PERSECUCIÓN DE OFICIO

Advertía igualmente la sentencia de que la ley rusa exige que tengan que ser víctimas quienes emprenden acciones legales, sin existir persecución de oficio de este tipo de comportamientos. "Esto supone una carga excesiva para las víctimas, que deben reunir evidencias, a menudo seguir viviendo con su agresor y perpetuando una situación de dependencia financiera". Además, los procedimientos iniciados por la acusación particular pueden ser archivados si la víctima retira su denuncia.

El TEDH concluye que Rusia sigue siendo uno de los pocos Estados miembros cuya legislación no ofrece a las víctimas de la violencia ninguna medida comparable a las órdenes judiciales de alejamiento existente en otros Estados. 

El estado a cargo de Putin, en todo caso, ya no tendrá que atender a los requerimientos de este órgano después de que el pasado 16 de marzo el Consejo de Europa expulsara a Rusia, en una decisión sin precedentes debido a la invasión de Ucrania.

DESDE ESPAÑA

Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, señala a este periódico que "el gobierno ruso, como otros ultra conservadores, y en España Vox, minimiza la violencia de género y se niega a regularla como una violencia específica pese a los pronunciamientos que le ha dirigido el TEDH".

La excusa, según la responsable española, es la de "proteger la unidad familiar” evitando que la policía interfiera en asuntos domésticos entre esposo y esposa, "como en la España franquista".

En España, desde luego no tiene ningún efecto esa negativa rusa a aceptar la existencia de una violencia específica, la de género, aunque el hombre sea ruso. "Se aplica el 'ius soli', el territorio es el que determina la ley penal aplicable- explica Rosell-, así que una mujer no está menos protegida porque su cónyuge sea ruso."

La delegada señala que, en todo caso, España está incrementando también la protección legal, incluso la asistencia jurídica, por vía consular de las españolas en el exterior. En nuestro país, la discriminación por género puede ser motivo de asilo o refugio, desde la Ley de igualdad de 2007 que modificó la Ley de Asilo.

TAMBIÉN EN UCRANIA

Pero no es solo Rusia, también Ucrania, según alertó el Grupo de Expertos sobre Lucha contra la Trata de Seres Humanos (GRETA) ya en 2018. "Para millones de mujeres y niñas, incluidas aquellas que han vivido a la sombra del conflicto en el este de Ucrania durante los últimos ocho años, la violencia de género es un problema grave", añade Rosell. 

Apunta asimismo que, según un estudio publicado en 2019 por el Fondo de Población de las Naciones Unidas, “alrededor del 75 por ciento de las mujeres del país informaron haber experimentado algún tipo de violencia desde los 15 años, y una de cada tres informó haber experimentado violencia física o sexual”.