CRISIS CON MARRUECOS

Nabil Driouch: "Felipe VI desempeñaba un rol importante en la diplomacia discreta del acuerdo"

Especialista en las relaciones hispano-marroquíes y autor del libro ‘La vecindad cautelosa', que aborda precisamente los acuerdos y desacuerdos entre ambos países, Nabil Driouch (1980, Casablanca), atiende a distancia a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA para valorar la visión que Marruecos tiene sobre el fin de esta última crisis diplomática, las cesiones que ha hecho España y el papel que para el reino alauí tiene la implicación de Felipe VI.

El escritor y periodista marroquí, Nabil Driouch, especialista en las relaciones entre España y Marruecos.

El escritor y periodista marroquí, Nabil Driouch, especialista en las relaciones entre España y Marruecos. / EPE

Pregunta. ¿Cómo cree que los españoles perciben a los marroquíes?

Respuesta. Considero que como vecinos no nos conocemos bien. El español ve a un marroquí como lo contrario a su propia identidad, una amenaza permanente. Esto no sucede con los ingleses o los franceses pese a las continuas guerras de España con estas naciones. Pero su país cuenta con la ventaja de tener una civilización oriental a sus puertas y esa proximidad geográfica hay que convertirla en una cercanía cultural y humana.

P. España y Marruecos acaban de poner fin a diez meses de ruptura diplomática, ¿por qué no se ha logrado hasta que el Gobierno español ha dicho públicamente que el plan autonomista para el Sáhara es la base más seria, realista y creíble para resolver el diferendo?

R. España es el primer socio comercial de Marruecos y su aliado estratégico en el siglo XXI. La integridad territorial es una cuestión vital para Marruecos y esperaba un apoyo claro a su plan de autonomía en el Sáhara para zanjar ese conflicto que ha durado medio siglo. La ocasión surgió cuando Estados Unidos reconoció la soberanía marroquí sobre este territorio. Pero el Gobierno socialista iba en sentido contrario, intentando convencer a la nueva administración americana de retirar su reconocimiento. Rabat lo percibió como una traición a su alianza con España. Teniendo en cuenta el nuevo contexto regional e internacional y el peso de los intereses de España en Marruecos, el respaldo al plan marroquí se convirtió en una necesidad para que podamos caminar juntos hacia el futuro.

"El respaldo al plan marroquí en el Sáhara se convirtió en una necesidad para poder caminar juntos"

P. Desde la óptica de los dos países, ¿qué significa que en esta nueva etapa se garantizará la estabilidad y la integridad territorial mutua?

R. Supone que España no actuará de manera unilateral contra la integridad territorial de Marruecos, es decir, en relación con la cuestión del Sáhara. La acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghalim, fue un acto unilateral contra la integridad territorial de Marruecos. Y significa que Marruecos hará lo mismo en relación con la integridad territorial de España. Creo que habrá más claridad y diálogo ante cualquier problema que surja.

P. ¿De qué le sirve a Marruecos el apoyo a su propuesta de EEUU, España, Francia y Alemania si la solución debe venir de manos de la ONU y tiene que aceptarla el Frente Polisario?

R. Quería insistir sobre una cosa, el verdadero problema se produce entre Marruecos y Argelia. Esto es lo que explica que Argelia retirara su embajador en Madrid, ras el apoyo del Gobierno español al plan de autonomía marroquí para el Sáhara, mientras que el representante del Frente Polisario en España se queda en el país. Cualquier solución tendría que ser aceptada, en primer lugar, por Argelia. Estados Unidos, Francia, Alemania y ahora España ven que ese conflicto ha durado mucho y pone en peligro la estabilidad de toda la región del Magreb. Todos son países con un gran peso en la ONU y recomiendan, hoy en día, una solución política bajo la soberanía marroquí porque es la única salida posible para poner fin a ese conflicto, creado por Argelia durante la época de la guerra fría.

 "Cualquier solución sobre el Sáhara tendría que ser aceptada, en primer lugar, por Argelia"

P. El expresidente Zapatero ha dicho que no hay cambio en la postura española porque él en 2007 ya saludó el plan de Rabat. El ministro de Exteriores ha apuntado que también lo hizo Rajoy. ¿Por qué cree que el Ejecutivo español no quiere reconocer este giro?

R. A mi juicio, la decisión del Gobierno español de respaldar el plan de autonomía marroquí para el Sáhara ha sido una de las más complicadas que ha tenido que tomar el Ejecutivo de Pedro Sánchez en política exterior. Por la sensibilidad de la opinión pública española y de algunos partidos políticos. José Luis Rodríguez Zapatero no podía hacerlo, aunque estaba convencido de que era lo correcto para el interés nacional de España. El Ejecutivo de Mariano Rajoy lo decía también de manera diplomática, pero el contexto político no ayudaba a dar el paso. La decisión se veía venir, pero requería un coraje político y un contexto internacional y regional favorable.

"La decisión del Gobierno español ha sido una de las más complicadas en política exterior"

P. ¿Cómo piensa usted que será esta nueva etapa de relación inédita entre ambos países?

R. Más cooperación y más diálogo. Hay muchas asignaturas pendientes como la Reunión de Alto Nivel (RAN), entre los dos Gobiernos, las reuniones de las comisiones mixtas de Interior para cooperar en la lucha contra la inmigración ilegal y el terrorismo. Marruecos es una pieza clave para la seguridad de Europa y de África. Y añadiría que la reconciliación nos abre una ventana de oportunidad en la colaboración económica. España es nuestro primer socio comercial, 22.000 mil empresas españolas exportan sus productos a Marruecos. Las relaciones siempre gozan de una buena salud cuando domina el pragmatismo político y damos prioridad a la cooperación. Si entra en juego la ideología se sienten las turbulencias. Creo que la élite de ambos países tienen que empezar a reflexionar sobre las soluciones adecuadas a nuestros problemas con tranquilidad y pragmatismo.

P. ¿Piensa que fue importante el discurso de Felipe VI de enero pasado, en el que instaba a abrir esta nueva etapa?

R. La monarquía española goza de un gran respeto en Marruecos, siempre ha existido una buena sintonía entre las dos monarquías desde la época del rey Hassan II y Juan Carlos I. Lo explicó en mi libro. La Casa Real española siempre ha desempeñado un papel de mediador durante las crisis bilaterales. Por eso pienso que el discurso del Felipe VI fue un paso importante para abrir camino a la reconciliación. El monarca español desempeñaba un rol importante en la diplomacia discreta para llegar al acuerdo actual entre los dos reinos.

"La Casa Real española siempre ha desempeñado un papel de mediador durante las crisis bilaterales"

P. Marruecos y Argelia han roto relaciones diplomáticas, ¿hay alguna posibilidad de retomarlas y de que Argel les vuelva a suministrar gas?

R. Nuestra relación con Argelia supera la cooperación en materia de energía, es un país hermano con quien compartimos muchas cosas. En mi opinión, Marruecos he hecho lo que ha podido para que el agua volviera a su cauce, pero, desgraciadamente, los mandatarios argelinos miraron hacia otro lado. Ven en Marruecos un enemigo tradicional en la región del Magreb, un enemigo imaginario que quieren mantener para justificar las altas facturas de la compra de armas. Me duele decirlo, pero soy pesimista en relación con este tema. Como dicen, el pesimista es un optimista que vivía malas experiencias.