ERC

Junqueras airea la opción de independencia unilateral como advertencia a Sánchez

El líder de ERC asevera que "habrá negociación, ni que sea para repartir los activos entre España y Cataluña"

Reprocha, sin nombrar, al PSC por "olvidar que hay un conflicto" y a Junts por negligir "la diversidad del país y los problemas cuotidianos"

El líder de ERC, Oriol Junqueras, durante la Conferencia Nacional de su partido en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

El líder de ERC, Oriol Junqueras, durante la Conferencia Nacional de su partido en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). / EFE/Toni Albir

Xabi Barrena

Cuando el presidente de ERC, Oriol Junqueras, medía el atril desde donde iba a dirigirse, cuatro años después, casi todos ellos en la cárcel, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, posiblemente se dispensaba un vaso de agua y miraba al resto de presidentes autonómicos y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sentados todos en una mesa en La Palma. La bicefalia en su máxima expresión, algo que ni el PNV ha vivido aun y habrá que esperar a algún Alderdi Eguna para verlo. Una muestra de la evolución vivida por este partido, que hace 10 años apenas contaba con 10 diputados en el Parlament.

En el reencuentro con la militancia a gran escala, Junqueras se gustó. Explicó las muletas que le sustentaban por una operación de rodilla, el pasado miércoles. Citó a ‘¿Por quién doblan las campanas?’ de Ernest Hemingway, a cuenta de Ucrania y a Saadi, el autor persa citado en su día por Barack Obama e, incluso, Pedro Sánchez. A Pericles y a David Foster Wallace. O Y, en general, hizo reír y emocionó a su antojo.

Pero entre tanto alarde, Junqueras retomó el discurso que, por ejemplo, le acompañó en la gira por Argentina y Uruguay, en el 2017, a cinco meses del 1-O. En la Conferencia Política de L’Hospitalet, Junqueras hizo una defensa cerrada del proceso negociador con el Estado. Reconoció que quizá es la senda más difícil, pero sin duda la más democrática. Y en esa alabanza a la negociación, como ya ensayó en el Casal de Buenos Aires el 3 de mayo del 2017, aseveró que “negociación habrá. Seguro. Ni que sea solo para definir el reparto de activos y pasivos entre la República Catalana y el Reino de España”. “Ni que sea”, siguió “para dilucidar con la comunidad internacional a la que pretendemos pertenecer qué condiciones se precisan para entrar en el club de las naciones libres, democráticas y soberanas”.

El silogismo implícito es elemental. Si solo hay esa negociación es que, previamente, ha habido, y sirva como advertencia al Gobierno español, un proceso unilateral de independencia. Y si no hay negociación antes es porque el Gobierno no se lo toma en serio.

En Argentina, antes de la pandemia, la deuda española aun no superaba el 100% del PIB y el tipo de interés se situaba en el 0,05%. “Si el interés, por alguna razón se eleva al 1%, una cifra hasta ahora bien común”, dijo ante los catalanes de Argentina, “al Estado, y a los inversores internacionales en bonos de deuda española, les convendrá mucho negociar que parte de esa deuda nos llevamos”, sentenció entonces.

"Negociación habrá, ni que sea para repartir los activos y pasivos entre España y la República Catalana"

Este domingo, Junqueras ha orillado esta pormenorización, pero sí alertó y criticó que “haya en Cataluña quien olvide que vivimos en un conflicto político con el Estado”, en referencia obvia al PSC y que “haya quien olvide que el país es país porque alberga una gran diversidad de personas y de estos, de problemas cotidianos”, en menos implícito reproche a Junts. 

Frente a ellos, el líder republicano opuso la vía republicana que defiende que la mejor, sino la única manera, de atender estos problemas es la plenitud nacional catalana, disponer de un Estado propio. E incluso dibujó el camino que sigue ERC para conseguirlo.

La defensa de los derechos humanos

“El concepto de Estado hoy día se basa en dos pilares, el estado-nación y los derechos humanos. Dos pilares que a veces chocan entre sí, en algunas partes” aseveró. “En las instancias internacionales hallamos mucha más receptividad cuando defendemos los derechos humanos, la lucha antirepresiva, la democracia, el derecho al voto”, reveló antes de sentenciar: “La construcción de la república es inseparable de los derechos humanos. Cuando los defendemos, estamos poniendo los cimientos de la independencia del país”.

Como estaba previsto, el plenario de la Conferència Nacional aprobó el texto de hoja de ruta propuesto por la dirección (un 97% de votos favorables, ni en Bulgaria), con apenas enmiendas de importancia. Incluso la más importante tiene pocos visos de poder realizarse ya que la militancia pidió la inclusión en el texto, en la parte que se aborda la mesa de negociación, de una demanda de "transparencia" y de "calendarización. Tomando en cuenta que la discreción preside los contactos, por voluntad de ambas partes, y que incluso Arnaldo Otegi, el sábado, en una mesa redonda de la propia conferencia, recomendó alejarse de los focos y, por otra parte, que el calendario depende, como está archidemostrado, de la agenda política de Pedro Sánchez, cabe encajar estas demandas de la militancia como una simple muestra de voluntad.

ERC lo apuesta todo a la negociación. Pero cabe recordar que en su hoja de ruta "no se descarta cualquier opción democrática y pacífica" que pueda llevar a la independencia. Y esa muleta, metafórica y no real, es la que enseñó este domingo Junqueras.