EFECTOS TRAS CASTILLA Y LEÓN

El acuerdo de Mañueco con Vox desata las alarmas en Andalucía: “Esto nos viene fatal”

Temor a la movilización de la izquierda y a la posición de debilidad de Moreno Bonilla mientras Vox sigue muy fuerte en las encuestas

En la Junta Directiva Nacional dirigentes andaluces pedían a Mañueco "aguantar", mientras Castilla y León defendía salvar su investidura

Alfonso Fernández Mañueco y Juanma Moreno Bonilla.

Alfonso Fernández Mañueco y Juanma Moreno Bonilla. / PP.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

En el PP descontaban un acuerdo de coalición con Vox en Castilla y León desde hace días. Casi por unanimidad, dirigentes de todos los territorios reconocían que Alfonso Fernández Mañueco no tenía otra alternativa si quería volver a ser investido. Pero no por tenerlo asumido el shock fue menor para algunos cargos, que reconocieron cierta sorpresa por el peso que el partido rival consiguió finalmente en la negociación. Dos puestos en la Mesa de las Cortes (incluida la presidencia) y tres consejerías además de la vicepresidencia. “El resultado era inevitable, pero quizá algún puesto menos habría sido necesario”, reconocieron a este periódico.

Y las miradas se dirigen ya, de manera inevitable, a Andalucía. Juanma Moreno Bonilla piensa en otoño y no encuentra incentivo para situar las elecciones antes de octubre. Pero esa cita electoral será la primera prueba del algodón tras el pacto castellanoleonés. Y a pesar de que el PP andaluz insiste en que el pacto de Mañueco no determinará lo que ocurra en su comunidad y sigue apostando por un gobierno en solitario, todos los dirigentes consultados por este diario, también diputados andaluces, afirman que el nuevo escenario “viene fatal” para su comunidad.

“La movilización de la izquierda en nuestra tierra va a ser brutal” avisan, dando por hecho que es una de las pocas comunidades en las que “el miedo a Vox” sí funcionará para hacer que todos los votantes de PSOE, Podemos y los dudosos que no quieren un gobierno con la extrema derecha acudan a las urnas. Además, afirman que Moreno Bonilla se queda en una posición complicada una vez que su partido ya ha abierto la puerta a gobernar con Vox. “No somos creíbles diciendo que no lo haremos”, zanjan. En esta tesis tampoco ayudó el recado del PP europeo ayer en París, cuyo presidente, Donald Tusk, rechazó la noticia.

PP y VOX alcanzan un acuerdo de gobierno

/ Agencia ATLAS / Foto: EFE

Es un tema comentado y discutido desde hace tiempo en el partido. Según afirman fuentes presentes en la Junta Directiva Nacional de la semana pasada en la que Pablo Casado se despidió de sus compañeros de filas tras ser ‘derrocado’ por las bases y los barones territoriales, dirigentes andaluces sugirieron al equipo de Mañueco “intentar aguantar” sin Vox. A pesar de ser conscientes de la aritmética del 13 de febrero, en el PP andaluz eran conscientes de que si se abría la veda ya su escenario se complicaría. “Claro, aguantamos nosotros con riesgo de repetir elecciones para que pactéis vosotros con ellos”, contestaban con cierta ironía los castellanoleoneses, dando por hecho que el primer pacto con Vox llegaría antes o después.

Y, de hecho, según todas las encuestas y el calendario electoral, lo previsto era Andalucía. Pero el adelanto de Mañueco alteró por completo la hoja de ruta y, al final, Castilla y León ha sido el escenario de ese primer acuerdo de coalición. En la precampaña electoral, durante el congreso regional del PP de esa comunidad que volvió a aupar presidente orgánico a Mañueco, Juanma Moreno ya lanzó un mensaje que fue interpretado al instante: “Por Dios, sacad un buen resultado. Que el siguiente en examinarme soy yo”.

A pesar del contexto en el que se produjo (una intervención interna, un mitin para los suyos con tono de broma) todo el partido percibió la sensación de inseguridad que ya sentía encima el presidente andaluz. No fue la última vez que repitió una frase del estilo. El examen llegará en otoño y está por ver cómo transcurren los primeros meses de gestión conjunta en Castilla y León

Nadie hace pronósticos claros, aunque en el PP confían en que la ciudadanía “vea pronto las diferencias” y con la llegada de Feijóo a la presidencia nacional, los votantes que se fueron a Vox confíen en la papeleta original conservadora. Otros dirigentes son más pesimistas por la falta de tiempo. Consideran que Vox sigue muy consolidado en las encuestas y que “el efecto” del presidente de la Xunta no será tan inmediato, ni tampoco se producirán “tantas meteduras de pata” en el gobierno castellanoleonés nada más empezar la legislatura. 

Además, insisten en recalcar que si Vox confirma a Macarena Olona como candidata, será la primera vez (junto a la cita de generales) que el partido acuda a unos comicios con una candidata tan conocida y capaz de arrastrar mucho voto en la derecha. Vox sigue confiando en que podría conseguir el sorpaso en algunas provincias como Cádiz y Almería. El PP lo niega y da por hecho que Moreno Bonilla se hará con la victoria electoral. Otra cosa, admiten, es si el resultado será similar al de Mañueco.