NEGOCIACIÓN EN CASTILLA Y LEÓN

Soria Ya! enfría el acuerdo con Mañueco mientras el PP avanza con Vox

La plataforma soriana sigue negociando el acuerdo sobre las Cortes, pero enfría las opciones por "falta de garantías presupuestarias" en sus exigencias

Los populares preparan el terreno para un acuerdo de gobierno con Vox, que insiste en ocupar consejerías

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. / CLAUDIA ALBA.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Se acerca una fecha clave en Castilla y León. Las conversaciones del PP con Soria Ya! y Vox aceleran con la vista puesta en este jueves, momento en el que deben constituirse las Cortes autonómicas y se configurará la Mesa del Parlamento. Los populares mantienen abiertas dos vías de negociación y el objetivo más allá del acuerdo institucional sigue siendo amarrar los votos para la investidura de Alfonso Fernández Mañueco. Como publicó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, la intención del PP pasaba por cerrar un pacto con la plataforma soriana en vista de que el gobierno de coalición con Vox parece ya inevitable.

Distintas fuentes populares así lo acreditan y reconocen que llegar a un acuerdo para la Mesa del Parlamento con Soria Ya! le permitiría al partido dar una imagen de mayor transversalidad y edulcoraría, al menos en parte, una coalición con el partido ultra. Fuentes de Soria Ya! aseguran que la negociación continúa pero en un comunicado oficial la plataforma reconoce que en este momento "las posturas están muy alejadas". Si el lunes se habían constatado avances, este martes por la noche la formación soriana enfrió las expectativas.

Según explican, el PP les ofreció un puesto en la Mesa "con todas las prerrogativas que eso conlleva" (asesores, coche oficial, etc) y el partido localista lo rechazó. "El objetivo no es tener ese tipo de puestos en Valladolid", insisten, asegurando que su único reto es que el PP dote con presupuesto las exigencias que han puesto encima de la mesa y que, por ahora, "se resisten". En el entorno de Mañueco siguen considerando la posibilidad de "reconducir la situación".

La negociación con Vox

Por otra parte, los populares también habían ofrecido a Vox presidir las Cortes con la idea de disuadirles en la entrada del futuro gobierno. Pero el partido de Santiago Abascal no cede y deja claro que su línea roja está fijada en el control de varias consejerías, de acuerdo con el peso que el partido tiene desde las elecciones del 13 de febrero. La formación ultra ahora tiene trece procuradores mientras que el PP, lejos de sus expectativas, sumó solo dos más de los que tenía hasta los 31.

Los "esfuerzos", explican fuentes de la Junta, por sumar de alguna manera a Soria Ya! tienen mucho que ver con tratar de dulcificar un acuerdo que parece casi inevitable: PP y Vox formarán con mucha probabilidad el primer gobierno de coalición. En la plataforma soriana reconocen que su ambición no tiene nada que ver con estar en el próximo gobierno, pero miran con buenos ojos un pacto para las Cortes que les permitan arrancar medidas para su provincia.

Con respecto a extender el acuerdo a la investidura de Mañueco, el escenario es muy endiablado para el PP. Soria Ya!, explican fuentes de la plataforma a este diario, rechaza la entrada de la ultraderecha en el gobierno autonómico. Mañueco es consciente de que la formación soriana, igual que Teruel Existe en el Congreso, quiere trasladar utilidad e influencia para materializar mejoras en sus respectivas provincias y, de ahí, que esté analizando la vía del acuerdo en las Cortes que, además, evitaría dar la presidencia del Parlamento a Vox.

La relación con Soria Ya! no es un asunto menor dentro del PP porque hay dirigentes castellanoleoneses y diputados por esa comunidad que miran con recelo cualquier acercamiento a partidos localistas ante el temor de que, igual que ha ocurrido con el turolense Tomás Guitarte, sigan creciendo en detrimento de los partidos tradicionales. “Si les damos aire estamos perdidos en Soria”, reflexionan algunos cargos populares.

En el PP empiezan a asumir casi sin matices que Castilla y León podría ser el primer escenario de un pacto gubernamental con Vox. En esa comunidad lo asumieron antes que en Madrid con los resultados electorales en la mano. El núcleo duro de Mañueco reconocía la misma noche del 13-F que otro camino sería muy difícil a pesar de que el mandato de la anterior dirección y, muy especialmente, de Teodoro García Egea era evitar a toda costa compartir consejerías con Vox.

El PP se encuentra ahora en una transición que puede favorecer este acuerdo. Alberto Núñez Feijóo no será proclamado presidente del PP hasta el primer fin de semana de abril y, aunque insiste en que el PSOE “no está para dar lecciones a nadie” ni ponerle deberes a su formación, delega absolutamente la decisión en Mañueco. En la misma línea se mueven los principales dirigentes de esta dirección provisional. Cuca Gamarra, coordinadora general, considera que es el presidente de Castilla y León “el que mejor conoce” el territorio y el único avalado para decidir sobre el futuro gobierno. Esteban González Pons, presidente del Comité Organizador del Congreso popular, llamó “extrema derecha” a Vox la semana pasada y este lunes se limitó a afirmar que no se pronunciaría sobre las negociaciones.

Un paso atrás que en todo el partido percibieron y que algunas fuentes establecen dentro de “un toque de atención” que habría recibido, precisamente por las dificultades en las que ponía la negociación castellanoleonesa. Si en algo ha insistido en todas sus intervenciones públicas Feijóo estos días es en “el máximo respeto por los votantes de Vox”, convencido de que en su inmensa mayoría deben volver al PP. Por eso, reconocen en el PP, “el equilibrio de las palabras” se ha vuelto muy importante. 

Distintos dirigentes reconocen que “la crudeza” expresada por González Pons hace días tiene mucho que ver con su trayectoria europea y la percepción que de Vox y sus socios en toda la Unión tienen dentro del PPE. Pero, en España, asumen, “las cosas son distintas”. Y a esos matices debe adaptar el PP su discurso.

Las reuniones en Castilla y León continúan. El equipo negociador de Mañueco se volvió a ver con Soria Ya! este lunes y con Vox las conversaciones también son continuas. Según confirman en el PP, la negociación del partido ultra sigue estando dirigida por la cúpula nacional y supervisada, además de por Abascal, por otra pieza fundamental en el partido que es Kiko Méndez-Monasterio.

PP y Vox coinciden en “cerrar el acuerdo programático” antes de hablar de las consejerías. Y con ese objetivo mantienen la comunicación abierta. Mañueco quiso dejar claras sus líneas rojas desde el primer día, rechazando los “pasos atrás” en materia social y de igualdad que proponía Vox. La violencia de género y la memoria democrática son dos claros ejemplos. El partido de Abascal reconoce que son los populares los que tienen más peso en la ecuación y asumen que no podrán cumplir con todas sus exigencias, pero tampoco están dispuestos a ceder en los asuntos mollares. Al contrario. Como adelantó EL PERIÓDICO  DE ESPAÑA, Vox acudió a la cita de Castilla y León convencido de que “no podía repetir errores como el de Madrid” poniéndole la alfombra roja a Isabel Díaz Ayuso.