EL NUEVO PARTIDO

El desembarco de Feijóo en Madrid resucita al viejo PP y reactiva al grupo del Senado

'Pesos pesados' de la Cámara Alta defenestrados por Casado y García Egea vuelven a estar "participativos"

El viejo PP es un hervidero entre llamadas y reuniones, aunque todos señalan "el hermetismo" de Feijóo

Rafa Hernando y Fernando Martínez-Maíllo en el Congreso.

Rafa Hernando y Fernando Martínez-Maíllo en el Congreso. / DAVID CASTRO.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Las quinielas se han disparado pero nadie tiene certezas. Dirigentes territoriales, diputados y senadores se encogen de hombros ante la pregunta de quién compondrá el núcleo duro de Alberto Núñez Feijóo en Madrid. Todos muestran su disposición, pero siguen esperando detalles. El PP ya ha pasado página. La traumática crisis interna que terminó con la dimisión en diferido de Pablo Casado (dejará la presidencia en abril) y, efectiva en el caso de Teodoro García Egea, dará paso a lo que en muchos sectores del PP se percibe como “la única salvación” de cara al próximo ciclo electoral.

La configuración del nuevo partido y la posible vuelta de algunos ‘pesos pesados’ (muchos de ellos retirados en el Senado por orden de la dirección nacional saliente y otros, incluso, fuera de la política) está provocando movimientos constantes en la Cámara Alta. Así lo reconocen algunos senadores consultados por este diario que apuntan a “una alta participación” en los debates y canales de comunicación internos de dirigentes que no mostraban tanto interés por el futuro del partido desde hace muchos meses. "Algunos estaban casi desaparecidos y esto supone una nueva oportunidad", señalan.

Es el caso de José Antonio Monago (presidente del PP de Extremadura y defenestrado por Egea), que ya ejerció como voz crítica de los barones en la reunión clave de la pasada semana en Génova y también en la junta directiva nacional posterior, Rafael Hernando o Fernando Martínez-Maíllo (coordinador general en la última etapa de Mariano Rajoy y amplio conocedor del partido), otro nombre que no deja de sonar. No son los únicos. Javier Arenas, Carlos Floriano, Luisa Fernanda Rudi, Rubén Moreno y Juan María Vázquez, ex altos cargos del Gobierno de Rajoy los dos últimos. A todos ellos se dirigen ahora las miradas por su trayectoria en el pasado. No significa, reflexionan algunos senadores, que vayan a volver a la primera línea. Algunos de ellos, consultados directamente por este diario, incluso lo descartan.

José Antonio Monago en el Senado.

José Antonio Monago en el Senado. / ANTONIO MARISCAL.

Pero la combinación de personas con experiencia y nuevos rostros por los que Feijóo apueste es la idea que más cala en el PP. Cuando Casado se hizo con la presidencia del PP y depositó toda su confianza (y el poder orgánico) en García Egea, la mayor parte del capital político del pasado, con fuerte presencia en gobiernos de Rajoy y Aznar, fue desterrado y enviado al Senado. El objetivo no sólo era que perdieran peso, sino protagonismo político. Y, de ahí, el profundo malestar que para la cúpula saliente provocaban escenas como la de Martínez-Maíllo confrontando con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, convirtiéndose en uno de los azotes del Gobierno en la Cámara Alta. "En Génova eso, por ejemplo, no gustaba", afirman fuentes del Senado.

¿Feijóo en el Senado?

En el nuevo PP gana peso la idea de que el presidente de la Xunta podría hacer su desembarco en la Cámara Alta una vez sea proclamado presidente del PP nacional. El Parlamento gallego deberá elegirlo por designación autonómica y desde allí se mediría con Pedro Sánchez. Es la única vía por la que podría ejercer el liderazgo de la oposición en esta legislatura. La sensación en el grupo del Senado es que Feijóo presidirá el grupo parlamentario. En ese caso, la portavocía pasaría a ser más accesoria, y podría seguir ejerciéndola Javier Maroto

Como publicó este diario, el presidente de la Xunta no es partidario de grandes revoluciones, pero sí tomará decisiones para reflejar su impronta. La primera, bajar unos decibelios el “tono faltón” de la oposición, como explicaron en el entorno del barón gallego y se vio en el discurso con el que oficializó su candidatura interna: “No voy a insultar a Pedro Sánchez, quiero ganar a Pedro Sánchez”. Otra cosa será si decide finalmente implementar cambios en el organigrama. Por ahora, la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, combina ese cargo con el de coordinadora general del partido y lo más probable es que siga teniendo peso.

El caso de Maroto, según otras fuentes consultadas, no está tan claro en caso de que el presidente gallego decida contar con alguien de su estricta confianza. Sea como sea, en el Senado dan por seguro que si se confirma la llegada de Feijóo, su presencia no será para ejercer una portavocía al uso, del día a día, sino la presidencia del grupo y el cara a cara con Sánchez.

El PP de la Cámara Alta descuenta que en pocas semanas podría pasar a tener un importante protagonismo y se prepara para esos cambios. Y mientras los ‘pesos pesados’ siguen con sus movimientos, la plana mayor del viejo PP hace fuerza para lanzar la unidad en torno a su figura. Es el caso de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, máxima defensora de la figura de Isabel Díaz Ayuso y que, sin embargo, da por seguro que lo que necesita el PP en este momento es al dirigente gallego. Los contactos entre exdirigentes también son constantes estos días. La propia Aguirre almorzó el miércoles con su predecesor, Alberto Ruiz-Gallardón, según ha podido saber este diario. 

“La verdad es que estamos hablando todos con todos. El partido es un hervidero”, reconocen algunos de los implicados. La crisis que acabó con la caída de Casado ha sido la más dura que recuerdan dentro del partido, pero también se congratulan de que “duró solo unos días” y acabó “con un final bueno para todos”: el salto de Feijóo a la política nacional en la segunda oportunidad que ha tenido. En 2018 la decepción que muchos se llevaron por no dar el paso fue notoria.