En una entrevista

Sánchez descarta enviar armas al margen de la UE

El presidente señala que todo armamento que se pueda mandar se hará "como europeos", siempre a través del fondo de ayuda para la paz | Si los partidos están "unidos" en torno a las sanciones necesarias contra Rusia, deben estarlo, razona, para articular medidas a nivel doméstico

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez.

Juanma Romero

España no enviará armas a Ucrania de manera directa. El material ofensivo que se pueda mandar se canalizará siempre a través del fondo de ayuda para la paz de la

Unión Europea

. Es el compromiso que este lunes expresó el presidente del Gobierno en una entrevista en el Telediario de TVE, la primera que concede desde que

Rusia atacó a su país vecino

. Añadió otro: la regularización de todos los ucranianos que viven en España para que puedan trabajar legalmente y acceder a las políticas sociales. Además,

Pedro Sánchez va a pedir a los grupos parlamentarios del Congreso que articulen una respuesta conjunta que haga frente al impacto económico que con seguridad generará la guerra. Medidas que, no obstante, no quiso adelantar.

La crisis en Ucrania ha supuesto un cambio de era y ha forzado incluso que países muy reacios a enviar armamento, como Alemania, den el paso. Aunque Berlín no será la única capital que aprovisione equipos. Más aliados de la

OTAN

como Bélgica, Canadá, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Francia, Grecia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, República Checa o Rumanía, informa EFE, han enviado ya o están aprobando envíos de material a Ucrania. ¿Lo hará entonces España?

No por su cuenta, vino a decir Sánchezm, evitando soliviantar así a Unidas Podemos. El presidente explicó al periodista Carlos Franganillo que el Gobierno está actuando en tres ámbitos: uno, el de la ayuda humanitaria, canalizada a través de Polonia y Moldavia; dos, el aprovisionamiento de material defensivo (cascos, chalecos...), del que ya se han remitido 20 toneladas). Y tres, la activación, por primera vez en la historia de la UE, del fondo de ayuda para la paz para dar armas letales a los ucranianos. De los 800 millones del fondo, 450 se destinarán al material ofensivo y 50 para suministros no letales, como combustible y equipos de protección. "Como estamos siendo testigos de una amenaza a la seguridad y a los valores y principios que representa la UE, debemos plantear una ayuda europea", explicó.

España, sin embargo, es una excepción, le recordó Franganillo. Sánchez entonces justificó que el "gesto" hacia Ucrania se está haciendo a través de la ayuda humanitaria y el material defensivo, y el ofensivo se vehiculará a través de la facilidad europea. España es el cuarto país que aporta a este fondo, que se ha utilizado "siempre para misiones europeas en el exterior vinculadas con la formación y el entrenamiento de unidades militares" (como ocurre en el Sahel o en Mozambique). Ahora, tras una decisión "inédita" de la UE, se va a poder "convertir" esta facilidad "en un fondo para proveer a Ucrania de material ofensivo, como europeos". Dicho de otro modo, que España podrá enviar armamento a Kiev, pero no de forma directa, como han hecho otro países, sino vehiculándolo a través de la UE.

El jefe del Ejecutivo no quiso detallar si la posición del Ejecutivo se debe a las diferentes sensibilidades de la coalición, ya que

Podemos

rechazó este lunes que la UE aprobara este domingo financiar con 450 millones de euros el envío de armas letales a Ucrania para frenar a Rusia porque "aumenta la escalada bélica y no va en la línea de la distensión". Sánchez se salió por la tangente cuando fue preguntado por Franganillo y advirtió de que la raíz del conflicto es que Vladímir Putin "no acepta la UE" ni lo que representa, en cuanto al respeto a la legalidad internacional y a la consolidación de la

democracia

. "Eso es lo que él vive como una amenaza".

Lo que busca el presidente ruso, pues, "tratar de separar y dividir a la UE, y se ha encontrado justo lo contrario: una UE tajante, rotunda, contundente en la respuesta", porque lo que está en juego no es solo la integridad de Ucrania, sino el cuestionamiento de la seguridad y del proyecto europeo. Así que es "importante" la respuesta "tan unitaria" que España está dando: tanto por el respaldo de la oposición como por el "consejo" de los cuatro expresidentes del Gobierno a los que llamó el sábado, y por la réplica dura de la UE y de la OTAN.

Desde esta premisa, el mayor "regalo" que se podría encontrar Putin es la "división". Y el mandatario ha de ser consciente, dijo Sánchez, de que "todas las sanciones contundentes" en el plano económico que se están implementando "van a durar hasta que Putin retire todas sus tropas de Ucrania, de toda Ucrania". Sanciones que podrían incrementarse en los próximos días.

A juicio del presidente, el gran "error estratégico" del líder ruso era pensar que Occidente no actuaría como un bloque sólido, cuando no ha sido así. Sánchez pintó a Putin como un "sátrapa" (término que usó el domingo en

Barcelona

, pero no durante la entrevista en TVE): un autócrata que "cercena la pluralidad informativa en su país", que "encarcela a la oposición", que "no respeta la legalidad democrática" puertas para dentro y que fuera "atropella la legalidad internacional, cuestiona la carta de

Naciones Unidas

". Y ahora pretende un "cambio tectónico en las relaciones internacionales y del orden de seguridad en Europa".

Ante la petición del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de ingresar en la UE de manera inmediata, el jefe del Ejecutivo recordó que ingresar en el club comunitario es un proceso largo ya que se exigen al país candidato una serie de reformas. Pero lo que sí hay es una asociación estratégica con Ucrania, así como una relación canalizada con ella y con otros países del entorno en el Partenariado Oriental. El debate sobre la entrada de Kiev en la UE "se va a dar", porque hay países que sí la defienden, dijo, otros que estiman que "no es el momento", pero lo que se demuestra es que Ucrania "tiene una clara vocación europea".

Sánchez, como ya hiciera el jueves, reconoció que la guerra y las sanciones a Rusia también tendrán impacto en Europa y en España. El presidente contó que su Gobierno ya está hablando con la Comisión para que articule medidas de compensación económica dirigidas a los sectores afectados y para que reforme el mercado energético. Su propuesta es la de desacoplar el gas del precio de la electricidad, para contener el alza en la factura.

En el ámbito nacional, aseguró que el próximo miércoles, cuando comparezca en el Congreso, demandará a los grupos unidad ante las medidas que se puedan aprobar en España para mitigar el impacto de la guerra en el este de Europa. Si los países están "unidos" en torno a las sanciones, razonó, también los partidos han de estar "unidos" en cuanto a la respuesta a dar a nivel doméstico. No adelantó si ello supondría una bajada de impuestos de los carburantes. Y ante el recordatorio de que la comisión de expertos que trabaja en la reforma fiscal planteaba una subida, subrayó que eran trabajos "previos a esta crisis" y que "todo se tiene que adaptar". Sánchez defendió el cierre progresivo de las nucleares, la apuesta por las renovables y el impulso de las interconexiones no solo de gas, sino también de

hidrógeno verde

.

Durante su entrevista en TVE, el presidente adelantó que el Ejecutivo procederá a regularizar la situación de todos los ucranianos que viven en España (hay unos 100.000). "Vamos a tomar la decisión de extender y tomar las medidas para que puedan vivir legalmente en nuestro país, para que puedan trabajar legalmente, para que puedan acceder a la educación, a la sanidad y a las políticas sociales como un ciudadano más", anunció. También se dirigió a los más de 70.000 rusos que están instalados aquí, para recalcarles que España sí ama Rusia. "No tenemos nada contra Rusia, contra su gente, que está sufriendo precisamente la represión y un régimen absolutamente autoritario desde hace más de veinte años en las manos de Putin", subrayó.

El de Díaz, un proyecto "competitivo"

La última parte de la entrevista en la televisión pública se dedicó a la política interna. Empezando por el relevo de Pablo Casado en el PP, que este martes se activa con la convocatoria del congreso extraordinario. Sánchez deseó que quien será probablemente el líder de los populares, el gallego Alberto Núñez Feijóo, abandone la estrategia de la "descalificación permanente" y deje de cuestionar la "legitimidad" del Gobierno.

El mandatario socialista no se quiso meter en cuestiones internas, pero sí remarcó la importancia de la defensa de la democracia "fuera y dentro de nuestro país", lo que implica también la renovación de los órganos constitucionales. El escollo eterno sigue siendo el Consejo General del Poder Judicial, que tiene el mandato vencido desde hace tres años. En cualquier caso, no hizo más sangre y sí agradeció a Casado su apoyo "rotundo, claro e incuestionable" al Gobierno en la crisis de Ucrania.

Sánchez también calificó a Yolanda Díaz de "extraordinaria vicepresidenta" y se felicitó del buen desempeño de la coalición pese a las "formidables" pruebas a las que se ha visto sometido en estos dos años de legislatura. Sí cree "importante" que el espacio morado y la plataforma que encabece Díaz defiendan un proyecto "competitivo" de cara a las próximas generales que, recordó, se celebrarán "en tiempo y forma", a finales de 2023, porque España necesita "estabilidad" y centrarse en las reformas.

El último tramo, la pandemia. "Muy pronto" las mascarillas dejarán de ser obligatorias en interiores por el "horizonte de desescalada" que se está viendo. No quiso anticipar fechas porque han de ser los científicos los que propongan "el momento". Este martes, no obstante, la Comisión de Salud Pública sí planteará

levantar las cuarentenas

para los contactos estrechos de un positivo por covid-19, al margen de cuál sea su estado de vacunación.