El Supremo, dispuesto a revisar otra vez los indultos del ‘procés’ con nuevos magistrados

Aún no se conocían en su integridad los autos con los que el Tribunal Supremo negó legitimación a los partidos, ciudadanos y colectivos que impugnaron los indultos del ‘procés’ para poder cuestionarlos, y la Sala de lo Contencioso-Administrativo ya se preparaba para pronunciarse sobre ellos por segunda vez, a través de los recursos que cuenta con recibir antes del próximo viernes. Recursos que habitualmente son un mero trámite, pero que en este caso tienen un condicionante propio, provocado por el cambio de composición de las secciones de la Sala Tercera cada seis meses para que uno de sus jueces entre a formar parte de la de admisión.

Los recursos de reposición o de súplica son resueltos por la misma Sala que dictó la decisión impugnada, lo que hace que habitualmente cuenten con poquísimas posibilidades de prosperar. Tan escasas, que un fiscal jefe de la Audiencia Nacional solía comparar la utilidad de la súplica en lo penal con la de la lluvia en el mar.

El Tribunal de Cuentas archiva la causa contra dos responsables del 'procés' tras pagar 6.500 euros

Sin embargo, en este caso, en el que la falta de la legitimación de los recurrentes fue adoptada por una exigua mayoría de tres a dos, hay quien está albergando esperanzas de que la situación pueda dar la vuelta. La expectativa se ha abierto porque una de las magistradas que votó con la mayoría, Ángeles Huet, se ha incorporado a la sala de admisión y en su lugar ha entrado Inés Huerta, a la que se atribuye una sensibilidad conservadora, porque, entre otras circunstancias, fue una de las que intentó elevar al pleno de la Sala Tercera, para facilitar que prosperaran, las impugnaciones presentadas contra el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general.

23-F frente a 'procés'

Fuentes del alto tribunal señalan a EL PERIÓDICO, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio, que Huet se incorporó a la sala de admisión al día siguiente de concluir las deliberaciones sobre los recursos, y que Huerta ha asumido sus ponencias, por lo que ya será esta última quien participará en la deliberación de las segundas impugnaciones, las que se interpondrán contra la falta de legitimación para impugnar los indultos por Vox, PP, diputados de este partido y de Ciudadanos, el exdelegado del Gobierno Enric Millo, Convivencia Cívica y Propatrimonium Sijena y Jerusalén.

Todos se apoyarán en los votos de los magistrados Wenceslao Olea y Fernando Román, que consideran que la falta de legitimación de los cinco primeros no está tan clara como para rechazarla en este momento, por lo que solo podría hacerse, en su caso, al final del procedimiento, en la propia sentencia.

En sus escritos señalan que, dada la gravedad de los delitos cometidos por los líderes del 'procés', afectaron a "todos y cada uno de los ciudadanos españoles", por lo que "no cabe negar la posibilidad de que haya sujetos que puedan haber sido afectados en sus derechos o intereses de manera relevante y que, sin embargo, no hayan participado en el proceso penal, ni hayan sido aludidos nominalmente en la sentencia condenatoria", motivo por el que están legitimados para impugnar los indultos.

Las fuentes consultadas apuntan a que en las deliberaciones habrá que valorar esa gravedad, que algunos magistrados llegan a considerar superior incluso a la que en su día tuvieron los indultos del 23-F. Se basa en que cuando estos se produjeron no parecía posible que hubiera otro golpe de Estado y, en cambio, a tenor por las manifestaciones de los propios indultados, un segundo 'procés' independentista parece factible.

En el ánimo de los magistrados también pesará el problema de imagen que supondrá para el Supremo que en enero se resuelva una cosa y un par de meses después la contraria en función de qué magistrados compongan una Sala. Al relevo de Huet por Huerta, además, puede haber que sumar también que si la deliberación de los recursos se produce después del 15 de abril tampoco participará en ella el actual presidente de la Sección, Segundo Menéndez, que se jubila y también votó en contra de la legitimación de los recurrentes, porque entendió que ninguno fue víctima o perjudicado directo de los delitos cometidos por los indultados.