CRISIS INTERNA EN EL PP

Los barones dan por hecho que Casado dimitirá mañana tras pactar con ellos su salida

Su dimisión se considera segura pero fuentes del PP señalan que no se producirá hasta después de la reunión con los presidentes del partido a las 8 de la tarde

Se prepara para él el "puente de plata" pero el acuerdo no incluirá nada sobre el secretario general, Teodoro García Egea

Pablo Casado. FOTO JOSÉ LUIS ROCA

Pablo Casado. FOTO JOSÉ LUIS ROCA / José Luis Roca

Se ha acabado la presión porque la pieza ha caído derrotada. Pablo Casado asume ya que sólo le queda la opción de dimitir y los barones del PP le han dado hasta mañana para pactar con él su salida. A las ocho de la tarde del miércoles está convocada en Génova una reunión con todos los presidentes populares y será en ese momento cuando el aún dirigente del partido firmará la rendición, según la información que ha podido recabar EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Se concede ese tiempo porque el consenso interno es cerrar ahí mismo con Casado ese momento final en la presidencia del PP y su futuro inmediato. "Puente de plata", resume una de las personas al tanto de la operación.

Los rumores sobre su marcha no han cesado en todo el día, sobre todo por el goteo de dimisiones y el aumento de voces, hasta ahora leales con Casado, que se han sumado al bloque crítico que exige ya un congreso extraordinario. Fuentes cercanas al presidente descartan por completo que la dimisión se vaya a producir en el día de hoy, más aún tras los dos pasos que se han dado a lo largo de la tarde: la dimisión que muchos llevaban clamando desde días, la del número dos del partido, Teodoro García Egea; y el anuncio de que el próximo martes, 1 de marzo, la junta directiva nacional emplazada este lunes convocará un congreso extraordinario para encumbrar a un nuevo líder.

El acuerdo sobre su renuncia de la presidencia del PP afecta, por tanto, sólo a Casado. A pesar de que desde el jueves pasado el aún presidente del PP ha sometido al partido a la peor crisis interna de su historia, tras acusar públicamente a Isabel Díaz Ayuso de corrupción y entrar en una espiral de destrucción personal y colectiva, la decisión es concederle una solución honrosa, explican. "El PP no maltratará a quien ha sido su presidente", señalan. Con García Egea, ni se negociará nada ni se mostrará compasión.

Con esa hoja de ruta y la reunión de mañana, prácticamente de noche, se pondría fin a la presidencia de Pablo Casado para dar paso al liderazgo de Alberto Núñez Feijóo. El presidente de la Xunta de Galicia cuenta con el aval de todo el partido para comenzar una nueva etapa en el PP.

Un cuadro de Pablo Casado, en la sede nacional del PP.

Un cuadro de Pablo Casado, en la sede nacional del PP. / JOSÉ LUIS ROCA

"INTENTAR SALVARSE"

Después de una mañana de muchísima presión, en que incluso la dirección del grupo parlamentario le ha retirado el apoyo, el hostigamiento sobre él ha cesado. Una prueba, apuntan fuentes del partido, de que el acuerdo está cerrado. La otra evidencia es que Génova ha dejado de movilizar a sus huestes en la organización y desde el entorno de García Egea se ha hecho llegar a sus apoyos en todos los territorios que hagan lo posible por "salvarse". Ese mensaje se ha difundido alrededor de las 13.30 horas. Muy poco tiempo después se conocía que unos de los últimos apoyos del secretario general, el presidente de Murcia, Fernando López Miras, defendía también públicamente la necesidad de un congreso extraordinario. Casado se había quedado absolutamente solo.

Esto no significa que Miras haya traicionado a García Egea, con quien le une una gran amistad, sino que Génova ha entendido que ya no tiene opciones de sobrevivir y ha dado la orden a quienes hasta ahora les han respaldado que busquen asueto en el poder emergente del PP. Hasta ayer por la noche la idea era resistir, tras una reunión del comité de dirección que se alargó nueve horas, en las que una gran mayoría de vicesecretarios y portavoces ya amenazó con dimitir, la única concesión de Casado y Egea fue convocar la próxima semana una Junta Directiva Nacional.

La pretensión era ganar tiempo estos días y en función de cuál fuera la situación actuar en consecuencia. Nadie tenía garantías de que la propuesta de la dirección fuera una congreso extraordinario, que es lo que reclama el bloque de Feijóo. Ni que se incluyera en el orden del día. Tampoco querían más división en el partido, que evidenciaría una votación. Por eso se ha optado por elevar el grado de presión a través del propio entorno de Casado, el núcleo duro del grupo parlamentario, de la dirección del partido y lo que aún resistía en las baronías, fundamentalmente Canarias, la Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares.

Fuentes del bloque opositor aseguran que lo más "duro" ha sido tener que sacar a la palestra a la dirección del PP en el Congreso porque ha supuesto dejar claro que Casado había perdido el apoyo de sus propios diputados. Pero, indican, "no ha quedado más remedio".

Al filo del mediodía a todo el partido, de una punta a otra de España, le ha quedado claro que la presidencia de Casado se ha acabado. Si se cumplen las previsiones de los barones, el aún dirigente popular se ausentará de la sesión de control en el Congreso y por la tarde, en la reunión de Génova, la crisis del PP terminará porque Casado se irá.