PNV, PDeCAT Y UPN

Los 12 diputados que tienen en su mano el éxito de la convalidación de la reforma laboral

Mientras ERC no se mueva del "no", y cada vez quedan menos elementos que inviten a pensar que lo hará, las opciones de avalar la reforma laboral pasan por sacar del rechazo a los seis diputados del PNV, lo que es factible, y evitar que voten en contra los cuatro del PDeCAT y los dos de Unión del Pueblo Navarro

Sánchez y Díaz en el Congreso de los Diputados

Sánchez y Díaz en el Congreso de los Diputados / David Castro

Ángel Alonso Giménez

La negociación del decreto de la reforma laboral ha entrado en fase decisiva, y por tanto, de nervios en estado puro. Un síntoma claro del juego táctico en el que ha entrado el proceso se encuentra en la ausencia, o invisibilidad, de algunos de los protagonistas. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, habitual en las conferencias de prensa de los martes en el Congreso, no se ha expuesto. Menos asiduo es el representante del PNV Aitor Esteban, pero también ha sido llamativa su desaparición.

Este martes, Más País y Compromìs han decidido anunciar su voto a favor, lo que es una bocanada de oxígeno para el PSOE y Unidas Podemos, tal es la estrechez del resultado que se espera el jueves que viene en el Congreso. Será entonces cuando el Gobierno compruebe que el decreto de la reforma laboral ha sido convalidado, salvo sorpresa gigantesca. Cuando compruebe que el acuerdo logrado con patronal y sindicatos en la mesa del diálogo social ha superado el trámite parlamentario. Nunca se previó que fuera fácil. No lo está siendo.

El portavoz socialista, Héctor Gómez, se ha mostrado optimista porque, al menos, conocen la posición de cada grupo. A falta de 48 horas para que comience el debate del decreto, están claros muchos noes. El PP y Vox van a rechazar el decreto, lo que genera una horquilla mínima de 140 diputados. Hay que añadir los cinco de EH Bildu, los cuatro de JxCat, el del BNG y los dos de la CUP, así como el de Foro, lo que eleva el umbral a 153 escaños.

Aunque la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y su equipo siguen explorando los nimios resquicios que quedan para desviar a ERC del rechazo, la posición de los independentistas catalanes no ha variado, y por tanto, persisten en la negativa. ¿Puede cambiar? Claro. En política, y más en una negociación parlamentaria tan crucial como la de la reforma laboral, los escenarios son proteicos.

El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián

El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián / epe

Pero en el grupo socialista, por lo que señalan fuentes de su dirección, a Esquerra se le ubica en el sector de los votos en contra sin apenas margen para que se desplace. Hay que sumar 13 diputados, por tanto, lo que sitúa el total de noes en 166. Si aquí se encuadra al parlamentario Pablo Cambronero, ex de Ciudadanos, el número sube un peldaño hasta los 167.

Esta cifra es la que se empeña en rebasar el PSOE, por lo que el anuncio del apoyo dado este martes por Más País y Compromìs ha sido una invitación al optimismo. Aunque son tres votos tan solo (Íñigo Errejón, Inés Sabanés y Joan Baldoví), su predisposición, consumada tras una negociación en la que han logrado avances en los mecanismos de inspección de trabajo (hecha mano a mano entre Errejón y Díaz), ha resultado más que gratificante. Son tres síes que se suman a los 120 del PSOE y a los 34 de Unidas Podemos, y además, a los nueve de Cs y a otros cuatro de formaciones minoritarias (Coalición Canaria, Nueva Canarias, PRC y Teruel Existe, uno cada una). El total: 170.

En los listados enumerados en los dos anteriores párrafos no están todos los partidos con presencia en el Congreso. Faltan el PNV, PDeCAT y UPN, 12 escaños en total. Ahora mismo, el transcurso de las negociaciones ha puesto todos los focos sobre los seis diputados vascos, los cuatro catalanes y los tres navarros.

Del primero sólo llegan señales que indican que votarán en contra, aunque con el PNV nunca se sabe. El grupo que lidera Aitor Esteban en el Congreso lo ha vuelto a conseguir. Su táctica de esperar agazapados los vaivenes de las negociaciones más complejas les colocan, casi siempre, en el plano y el momento más determinantes.

El PDeCAT aspira a lograr una contrapartida, aunque no trasciende cuál, y como quiera que las conversaciones que ha venido teniendo con interlocutores socialistas y gubernamentales no han cuajado todavía (o no se sabe si han cuajado porque las fuentes no lo confirman), su posición sigue siendo un enigma. A tenor de lo que han dicho fuentes de este partido en los últimos días, la actitud apunta a favorecer la convalidación, pero la decisión no está tomada.

Ferrán Bel

Ferrán Bel / Foto cedida por PDeCAT

La postura que adopte UPN dependerá de su líder, Javier Esparza. Si bien los navarros llegaron al Congreso a lomos de la coalición con el PP y con Cs, la llamada Navarra Suma, las formaciones luego practican independencia de. Es cierto que los tres partidos, afines ideológicamente, suelen coincidir en casi todas las iniciativas legislativas y parlamentarias, pero no será así con la reforma laboral. Los liberales la respaldarán, los populares no y los navarros aún no saben. Fuentes del Congreso indican que su estrategia está siendo la misma que PNV y PDeCAT, es decir, apurar hasta el último minuto. Saben que cuanto más se dejen querer, más posibilidades de arrancar una medida a cambio, no necesariamente en el ámbito laboral.

Conversaciones cruzadas

Están siendo días de negociaciones intensas, no tanto por la duración como por la constancia. La dirección del grupo socialista, que encabeza Héctor Gómez, hace rondas frecuentes para conocer las posiciones de los grupos. Ya sabe lo que opinan todos y más o menos dan los números.

Vista aérea del hemiciclo del Congreso de los Diputados

Vista aérea del hemiciclo del Congreso de los Diputados / Europa Press/Marta Fernández Jara

La clave se encuentra actualmente en esos doce diputados de PNV (seis), PDeCAT (cuatro) y UPN (dos) porque son los se mueven en la indecisión, sobre todo los catalanes y navarros. Los vascos, como quieran que tienen que bailar del rechazo a la abstención o al apoyo, han dejado menos margen para negociar, pero no inexistente. Hay una franja en la que el Gobierno y el partido de Andoni Ortúzar hablan con frecuencia.

Además de las llamadas y encuentros de interlocutores gubernamentales con los representantes de los grupos, se están produciendo numerosas conversaciones paralelas entre los diputados. Fuentes parlamentarias han indicado que los dos diputados de UPN, Carlos García Adanero y Sergio Sayas, han recibido tanteos de Cs, tanto en Madrid con estos dos representantes como en Pamplona con Esparza. Más País y Compromís han tenido charlas con los soberanistas de ERC, BNG y EH Bildu, e incluso algunos de ellos han hablado por teléfono y en pasillos con Edmundo Bal, de Ciudadanos. Todos están hablando con todos, y muchos en especial buscan el "feedback" del PNV, sabedores de que Aitor Esteban y sus cinco compañeros tienen otra vez la sartén por el mango.

Esta vez, no obstante, les acompañan cuatro diputados catalanes y dos navarros.