CRISIS CON RUSIA

Sánchez redobla los contactos con Díaz y Belarra para calmar la tensión sobre Ucrania

El ala socialista se ha visto obligada a abordar este tema con los ministros de Unidas Podemos para que las diferencias entre los socios no derivaran en un nuevo enfrentamiento interno

Han existido contactos entre Sánchez y Díaz y entre Bolaños y Belarra y fruto de estas conversaciones se ha logrado aplacar las diferencias, en vísperas de la comparecencia de Albares

Podemos considera que el PSOE ha ido matizando su postura inicial, después de sobreactuar con la aportación de España a la OTAN

Bolaños y Belarra

Bolaños y Belarra / Emilio Naranjo / PIM

La nueva crisis nerviosa que el Gobierno de coalición experimentó la semana pasada, en plena tensión por una posible invasión rusa de Ucrania, ha obligado al bloque socialista a redoblar los contactos con Unidas Podemos para evitar que su negativa a un hipotético envío de tropas a la zona derive en otro problema interno. A lo largo del fin de semana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, han abordado este asunto. Según fuentes del entorno de Díaz, a través de sus equipos. Otras fuentes gubernamentales aseguran que han conversado directamente.

La formación morada pidió explicaciones al PSOE después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, avanzara el jueves pasado que se adelantaba el envío de la fragata 'Blas de Lezo' de la Armada a la misión de la OTAN en el Mar Negro y que España ofrecía desplegar cazas en Bulgaria, cuando aún se desconocía qué puede suceder en Ucrania y cuál será la respuesta de la Alianza Atlántica. Todavía hoy no existe ninguna certeza, más allá de que la entrevista en Ginebra que el viernes mantuvieron el secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, y el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, ha permitido ganar algo de tiempo.

El anuncio de Robles generó la impresión de que España era partidaria de participar activamente en este enfrentamiento y puso a Unidas Podemos totalmente en contra, en lo que supuso el comienzo de una campaña, en redes sociales y con declaraciones públicas, que conectaba esta oposición con el "No a la guerra", que se acuñó durante la invasión de Irak. Aunque al día siguiente el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, trató de rebajar ese clima bélico, aseguró que "no podemos volver a tiempos, ni siquiera como hipótesis, en que la resolución de conflictos sea a través de la fuerza armada" y enmarcó las acciones de Defensa en la contribución de España a "operaciones de paz", han hecho falta varias conversaciones en el seno del Ejecutivo para que este asunto no acabara de desbordarse.

BOLAÑOS Y BELARRA

Además, de Sánchez y Díaz, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, también ha mantenido contactos con la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, para dejar clara la posición española. La interlocución entre ellos es habitual pero normalmente siempre para resolver entuertos o clarificar las postura de cada partido. Aunque la referencia en el Gobierno del bloque morado es Yolanda Díaz, Belarra juega su propio papel como secretaria general de Podemos.

Estas conversaciones son las que han evitado un enfrentamiento entre ministros. Nadie del bloque de Unidas Podemos se ha pronunciado. En Moncloa se agarran a esto. Aseguran que "en el Gobierno no ha existido ninguna diferencia y ha sido algo de Podemos partido". De hecho, algunas de las fuentes consultadas reconocen que la discrepancia pública de algún ministro morado podría haber tenido una repercusión internacional. Y aunque Pablo Iglesias, cada más presente en el debate político, se ha mostrado muy crítico en este tema, su salida del Ejecutivo diluye totalmente los efectos de sus pronunciamientos de cara a los países de la OTAN o de la UE. Algo que sí sucedía cuando formaba parte del Ejecutivo.

EL AVAL DEL CONGRESO

La aportación de nuestro país ya estaba tasada previamente en los compromisos con la OTAN y no se ha tomado ninguna decisión nueva o vinculada directamente con la tensión entre Rusia y Ucrania. España contribuye, como ha hecho hasta ahora, en operaciones de "disuasión". Si finalmente el Gobierno optara por incrementar su presencia militar sería necesario el aval del Congreso de los Diputados y, con la actual composición, sólo podría obtenerlo con el apoyo del PP. Ni Unidas Podemos ni sus socios de investidura parecen proclives a concederlo.

Sólo el apunte de Robles ya ha hecho saltar chispas entre los socios de coalición que se han ido apagando en las últimas horas, gracias a los contactos dentro del Ejecutivo a varios niveles, y a que el bloque socialista ha reconducido su postura inicial y ha empezado a poner el acento en que es el momento del "diálogo" y de la "diplomacia". Ayer mismo Albares explicó en rueda de prensa en Bruselas, tras participar en el Consejo de Asuntos Exteriores, que no se han planteado evacuar al personal diplomático de España, algo que EEUU sí ha decidido, e hizo un "llamamiento a la tranquilidad".

COMPARECENCIA DE ALBARES

Con este mensaje de calma comparece este martes de manera urgente y a petición propia en el Congreso de los Diputados. La prueba de si el Gobierno de coalición ha logrado no cerrar esta nueva crisis nerviosa será el tono y el enfoque de las intervenciones de los diputados de Unidas Podemos. El jefe de la diplomacia española ya habló el pasado viernes con los portavoces de Exteriores de los grupos parlamentarios para informarles.

No obstante, aunque la tensión entre el PSOE y Unidas Podemos ha disminuido, en la formación morada consideran que los socialistas han intentando sacar provecho ante EEUU de esta situación, recordando su compromiso con la OTAN. Según algunas fuentes han mostrado las "plumas de pavo real", pensando que este movimiento les favorecería en la escena internacional.

RONDA DE BIDEN SIN SÁNCHEZ

Con esa intención, sostienen, Moncloa ha hecho público este fin de semana los contactos que ha mantenido Sánchez con otros mandatarios y ha distribuido imágenes de él en su despacho del momento en que conversaba por teléfono. Pero estos intentos de obtener rédito de la situación mundial, prosiguen las mismas fuentes, han quedado "en nada" después de que el lunes por la tarde trascendiera que el presidente americano, Joe Biden, hizo una ronda de llamadas con la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo europeo Charles Michel, el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Olaf Scholz, el primer ministro italiano Mario Draghi, el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, el presidente polaco Andrzej Duda y el primer ministro británico Boris Johnson, que no incluye a Pedro Sánchez. A excepción de Biden, el jefe del Ejecutivo español ha conversado en las últimas horas con todos estos interlocutores.

A la espera de conocer cómo avanzará la tensión con Rusia, que tiene a la mitad del mundo en vilo, con EEUU movilizando a 8.500 militares en situación de prealerta, los socios han logrado, por ahora, reconducir sus diferencias. Ayer desde Unidas Podemos se aseguraba que el PSOE ha "rectificado y cambiado el tono" en la crisis de Ucrania, al pasar de un discurso de movilizar cazas y buques a hablar ahora de "desescalada" y "diálogo", una postura acorde con el "país del no a la guerra". El PSOE, por su parte, sigue pendiente de la OTAN y de la UE pero nada indica que quiera dar pasos más allá.