POLÉMICA

Yolanda Díaz sale a defender a Garzón en plena lluvia de críticas del Gobierno

Los miembros de Podemos en el Gobierno evitan respaldar al ministro de Consumo, que sí ha recibido el apoyo cerrado de Izquierda Unida y el respaldo de la ministra de Trabajo

Las visibles diferencias entre ambas formaciones llegan una semana después de que Podemos e IU sellen su primera coalición electoral en Castilla y León, una de las regiones más apeladas por este debate

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, presenta los resultados del estudio sobre publicidad y sexismo elaborado por la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) en el Ministerio de Consumo, a 8 de octubre de 2021, en Madrid, (España).

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, presenta los resultados del estudio sobre publicidad y sexismo elaborado por la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) en el Ministerio de Consumo, a 8 de octubre de 2021, en Madrid, (España). / Alberto Ortega - Europa Press

Yolanda Díaz sale en defensa de Alberto Garzón en plena polémica por sus declaraciones contra las macrogranjas mientras los ministros de Podemos evitan respaldar públicamente al ministro de Consumo. Aunque evitando cualquier mención explícita a su persona, la titular de Trabajo ha subrayado la necesidad de "denunciar aquellas prácticas minoritarias que agravan la crisis climática", alinénadose con la tesis del líder de IU, que ha sido desautorizado por el ala socialista del Gobierno y al que han pedido su cese varios presidentes autonómicos del PSOE.

Mientras en las filas moradas han rehuido el cierre de filas en torno a Garzón, con quien mantienen ciertas tensiones, la vicepresidenta gallega sí ha acudido al rescate de uno de los dirigentes que más ha defendido el 'proyecto de país' que aspira a construir la candidata. Y lo ha hecho compartiendo sus tesis en materia agraria: "Nuestro país debe seguir apostando por la ganadería sostenible, en línea con los ODS de la Agenda 20-30 del Gobierno y el F2F", ha escrito Díaz en su perfil de Twitter, afirmando que "un Pacto Verde Europeo socialmente justo repercute positivamente en la salud pública".

Más allá de ese mensaje, Díaz habría intermediado para apaciguar los ánimos en el seno del Ejecutivo de coalición, según deslizó el propio Garzón, aludiendo a una conversación entre la ministra de Trabajo y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la polémica desatada tras una entrevista en The Guardian en la que Garzón censuraba las prácticas de explotación de la ganadería intensiva. Sea como fuere, la posición de la vicepresidenta contrasta con la adoptada por Podemos, cuyos principales cuadros se resisten a brindar apoyo público al dirigente. "No vamos a alimentar un bulo", justifican desde el partido morado, ante la falta de reacciones.

El propio Alberto Garzón ha reiterado su posición este miércoles, enfriando todas las peticiones de dimisión. "Creo que lo que dije tal y cual lo dije es impecable", ha aseverado en una entrevista en Cadena Ser en la que ha contradicho las palabras de la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que horas antes justificaba que Garzón "hablaba a título personal".

"Mis declaraciones son como ministro de Consumo, tratándose de competencias del ministerio. Eso no quita que estamos en un gobierno de coalición y hay diferencias", ha mantenido el líder de IU, reconociendo "diferencias de opinión que hay que normalizar" en el seno del Ejecutivo.

"Bulo"

El ministro publicó este martes la transcripción completa de su entrevista en el periódico británico para defenderse de las acusaciones y aclarar sus palabras. En estas declaraciones, criticaba el sistema de macrogranjas por su carga contaminante y la explotación animal, al tiempo en que defendía la ganadería extensiva, donde se aprovechan los recursos naturales para la crianza de los animales, que viven en semilibertad.

La polémica posterior, a juicio de Garzón, ha sido fruto de "un bulo malinterpretado por la derecha que ha sido utilizados por actores que no están muy cómodos". "Todos los ganaderos saben que no es lo mismo la calidad de la producción en extensivo que en macrogranja, un modelo en el que el animal no se puede mover y es engordado con medicamentos hasta el momento del sacrificio. Ese tipo de carne no tiene la misma calidad que la de la industria tradicional y eso es independiente del lugar donde se esté produciendo", ha reiterado este miércoles.

Críticas

Las palabras de Garzón fueron empleadas por el presidente de Castilla y León, Alfonso Pérez Mañueco, para lanzar un mensaje propio de la precampaña electoral, en el que acusaba al ministro de Consumo de atacar la ganadería de la región. A estas críticas se han sumado después múltiples dirigentes socialistas, como los presidentes de Aragón, Javier Lambán, que pedían su dimisión, o el de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, que también han pedido al ministro rectificar por sus declaraciones.

Al PSOE se han unido después las críticas provenientes de otros partidos. A la campaña promovida por el PP contra el líder de IU también se ha sumado Ciudadanos, cuya líder, Inés Arrimadas, anunció a través de Twitter la iniciativa que impulsarán en el Congreso para pedir la reprobación del titular de Consumo.

"Ha vuelto a despreciar a un sector fundamental de nuestro país. En esta ocasión le ha tocado al de la carne sufrir su alto nivel de desconocimiento y sectarismo. España no se merece un ministro como este y forzaremos que el Congreso vote su reprobación", señaló en redes.

Alberto Garzón ha vivido estas críticas en soledad, con el único apoyo de los dirigentes de Izquierda Unida, que han salido masivamente en las redes a censurar el bulo. No fue hasta media tarde de este miércoles cuando recibió el apoyo de un miembro del Gobierno, como es Yolanda Díaz.

Desde Podemos tampoco se ha lanzado ningún mensaje desde sus cuentas oficiales para respaldar al ministro de Consumo, ni ningún ministro morado le ha enviado muestras de solidaridad, a excepción de Díaz. Una reacción que en el partido morado justifican con la idea de "no alimentar bulos", pero que contrasta con la postura adoptada ante la polémica de Irene Montero, con la reacción en bloque de los principales cuadros del partido para defenderla después de que salieran informaciones que apuntaban el incremento de su patrimonio y que también fueron tachadas de "bulos" desde la formación.

Después de horas de polémica y una lluvia de críticas a Garzón del resto de partidos, Echenique publicaba tibio mensaje en alusión a Garzón en el que, sin apoyarle, cargaba contra quienes criticaban al ministro "¿Los que han salido en tromba defienden las macrogranjas?", se preguntaba. Representantes de otras confluencias de Unidas Podemos también hacían referencia al asunto, algo que no ha sucedido en la plana mayor de Podemos. Así, Antón Gómez Reino, de Galicia en Comú, lanzaba un mensaje en redes donde se mostraba tajante: "·Cualquiera que conozca el mundo agrario sabe que los dueños de macrogranjas no son 'los ganaderos'”.

La única excepción en el espacio de Unidas Podemos en torno al ministro de Consumo la ha protagonizado Alianza Verde, el partido de Juantxo López de Uralde, que ha salido en defensa de las palabras del líder de IU y ha cargado contra las macrogranjas, frente a las pequeñas y medianas explotaciones. En varios mensajes, el líder del partido verde ha sido el único en hablar en nombre de Unidas Podemos en Castilla y León, recordando las denuncias del espacio a las grandes explotaciones animales y difundiendo varias informaciones al respecto que avalan los problemas de estas prácticas.

Frágil coalición en CyL

Esta polémica salta en el pistoletazo de salida de la campaña electoral de Castilla y León, una de las regiones más afectadas por este debate, al tratarse de un territorio de la 'España vaciada' donde conviven ambos tipos de ganadería, la intensiva y la extensiva. Pese a lo sensible del momento, a las puertas de la cita electoral, desde Podemos de Castilla y León tampoco han dado respaldo alguno al ministro de Consumo, a diferencia de la postura adoptada por IU en la región.

Los cuadros de Izquierda Unida en CyL salieron este miércoles en tromba para aclarar las palabras del ministro y apoyarle en sus tesis, mientras los morados evitaron cualquier muestra de solidaridad. El candidato de Podemos a las elecciones autonómicas es Pablo Fernández, que es a su vez el portavoz nacional del partido. El también diputado en las cortes de Castilla y León ha guardado un elocuente silencio en las últimas horas, pese a que este debate estará muy presente en las próximas semanas de campaña.

Se da la circunstancia de que Izquierda Unida y Podemos en esta región han mantenido en los últimos años unas relaciones de tensión que se encauzaron la pasada semana, con el anuncio de una coalición electoral para concurrir juntos a los comicios, después de la debacle de la última cita electoral, donde los morados pasaron de 10 a dos escaños y los de IU perdieron el único diputado que tenían. Ahora ambos equipos tratan de engrasar la maquinaria y ya plantean la redacción de un programa electoral conjunto.

En este programa, desde Izquierda Unida quieren aprovechar el debate abierto por el ministro para poner en valor la defensa del pequeño y mediano ganadero, que será uno de los principales ejes del programa. Defienden que estos trabajadores son uno de los principales damnificados por las macrogranjas, que "lo que hacen es destruir el empleo de las zonas más despobladas de Castilla y León". "Cuando se abre una 'fábrica' de este tipo, porque se les puede considerar fábricas, las pequeñas explotaciones de la zona tienen que cerrar porque no pueden hacer competencia", señala una fuente del partido en la región.