Padres y sindicatos de profesores claman contra la posible “semipresencialidad” escolar en Madrid

Madrid se desmarca una vez más del resto de comunidades en las medidas propuestas para luchar contra la pandemia, e irrita a asociaciones de padres y madres y a sindicatos de profesores. Isabel Díaz Ayuso ha anunciado este miércoles que su ejecutivo contempla una vuelta a las aulas en la que parte de los alumnos, los más mayores, reciban clase a través de Internet. Todo dependerá del grado de vacunación infantil y de la incidencia, que en la comunidad se disparó ayer por encima de los 20.000 contagios, algo inédito en la pandemia.

Ayuso ha asegurado en rueda de prensa que le gustaría que la vuelta al ‘cole’ se hiciera con total presencialidad. Pero para ello exige garantizar que todos los niños tengan la primera pauta de la vacuna. "De no ser así, y mientras sigan los contagios, lo que podemos intentar es el segundo escenario”, aseguró. “Más distanciamiento, más ventilación, ahondar en las medidas de seguridad de siempre, intentar llevar test de antígenos nuevamente a las familias y que los mayores pudieran desdoblar las clases porque tienen más facilidad para seguirlas online". 

El anuncio de la presidenta madrileña pilló por sorpresa a las asociaciones de padres y madres y a los sindicatos de profesores. “Tiene dejar de tomar decisiones unilaterales y abrirse por fin al consenso con la comunidad educativa”, dice a

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

Mari Carmen Morilla, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos Giner de los Ríos. “Lo que reclamamos es que haya recursos materiales y humanos para destinar a los centros educativos y poder llevar a cabo una vuelta segura y presencial”. 

Desde Comisiones Obreras critican que se permita un aforo de 7.000 personas para las campanadas de fin de año en la Puerta del Sol madrileña y, al mismo tiempo, se esté contemplando dejar después a parte del alumnado en casa. “Es disparatado y escandaloso”, advierte a este diario Isabel Galvín, secretaria de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras. “En una comunidad donde no hay casi restricciones, y en la única de Europa en la que se va a celebrar el fin de año en la calle, no se puede empezar a planear restricciones en la educación”. 

Han pedido explicaciones por carta a la consejería de Educación, que se remite a sus competencias para cambiar las restricciones en función de la evolución de la pandemia.

Otras asociaciones de padres, como The Family Watch, piden medidas de conciliación si se retrasa la vuelta a las aulas. Se preguntan cómo conciliarán los padres y madres que tienen que trabajar presencialmente si se retrasa la vuelta al colegio después de las fiestas navideñas debido al incremento de contagios por la covid-19.

Feijóo, Mañueco o Page no lo contemplan

El próximo martes, 4 de enero, los ministros de Sanidad, Educación y Universidades y los consejeros de Educación autonómicos se reunirán en la Moncloa para decidir si los alumnos vuelven a las aulas con las mismas restricciones que ya soportan o con alguna nueva. A esta Conferencia Sectorial de Educación está previsto que también acuda un representante del Ministerio de Política Territorial, informa EFE. 

La duda en el aire es si entre estas nuevas medidas se considerará la semipresencialidad, es decir, que parte de las clases se reciban ‘online’ o incluso retrasar el regreso a las aulas, previsto para el 10 de enero.

El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, dijo ayer que ni siquiera se cuestiona que la enseñanza no sea presencial. Su compañero de partido, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, también defendió ayer que el curso escolar se inicie el día 10 de enero y como estaba previsto, siempre que se cumpla el calendario de vacunación. 

En la misma línea se posicionó el castellanomanchego Emiliano García-Page. Para él no tendría sentido cerrar los colegios después del “movimiento” que ha habido durante las fiestas. Ha recordado también que, cuando se decidió reabrir las aulas, el riesgo era mayor que ahora y no había empezado la vacunación infantil. Un argumento también esgrimido por la secretaria de Salud Pública de Cataluña, Carmen Cabezas, que sostiene que las clases deben empezar el día 10. 

Un cuarto de los menores de 11 años, vacunado

La campaña de vacunación infantil contra el coronavirus ha permitido ya inocular en dos semanas una dosis a uno de cada cuatro niños de entre 5 y 11 años, casi 864.000, según datos facilitados este martes por el Ministerio de Sanidad. El Gobierno espera que todos los menores de 12 años estén inmunizados antes de que termine el mes de enero. Es en ese colectivo, que empezó a recibir la protección contra el coronavirus el pasado 15 de diciembre, donde se concentraba el grueso de los contagios.

El curso ha transcurrido con razonable normalidad, aunque el número de aulas confinadas creció justo en las últimas semanas del primer trimestre. Cuando comenzaron las vacaciones escolares, un 1,6% de todas las aulas del país habían sido confinadas.