PODEMOS

La amenaza de una gestora sobrevuela el último feudo crítico de Podemos

El partido cuenta con mecanismos para apartar al único barón crítico que queda, en caso de que gane las primarias en Asturias la próxima semana

Yolanda Díaz y Daniel Ripa

Yolanda Díaz y Daniel Ripa / MARCOS LEÓN | LNE

El enfrentamiento entre Podemos y su último bastión crítico amenaza con enconarse más allá de las primarias que se celebran en Podemos Asturies. En las últimas horas se ha desatado un duro choque en el seno de la formación tras la intervención del partido en las cuentas de esta federación, la única no alineada con la dirección nacional. El pulso se mantiene entre el actual líder autonómico, Daniel Ripa, que opta a la reelección, y el aparato estatal, que avala a la candidata oficialista, Sofía Castañón.

La duda ahora está en el día después de las primarias, y en el futuro incierto del dirigente asturiano aunque gane el proceso interno. Los planes de Podemos pasan por iniciar una "investigación" sobre la actual dirección que podría desembocar en la disolución de la futura ejecutiva, en caso de que Ripa revalidara su cargo en las urnas, con la eventual creación de una gestora.

La polémica comenzó el sábado, con la denuncia de un miembro de la candidatura oficialista sobre posibles irregularidades en el proceso de reparto de 50.000 euros que iban a destinarse a proyectos sociales. Las votaciones entre los miembros de la dirección estaban en marcha para elegir a las organizaciones destinatarias de estos fondos, procedentes de las donaciones de sueldo de cargos públicos. Aunque Podemos comenzó en 2015 destinando parte de sus 'excedentes' salariales a la sociedad civil, en 2017 abandonó este sistema, que la federación de Asturias ha continuado por libre bajo las siglas "Proyecto Asturies".

En esa denuncia, que no ha sido trasladada todavía a la actual dirección asturiana, se acusa a Ripa de intentar favorecer a miembros de su candidatura, puesto que una de las 19 organizaciones aspirantes estuvo presidida por la activista Sara Combarros, que -según alegaron en el partido- renunció a su cargo en la asociación feminista Asamblea Moza d’Asturies (AMA) para ir en la lista de primarias.

Sin embargo, aunque no se habían todavía elegido los proyectos que percibirían estas ayudas, a raíz de la denuncia se produjo la reacción inmediata del aparato estatal, que en la misma noche del sábado vació mediante varias transferencias las cuentas bancarias de la federación y traspasó sus fondos a una cuenta tutelada por el equipo de Finanzas. No fue hasta el lunes cuando este feudo recibió notificación de los hechos.

EL CÓDIGO ÉTICO, LA CLAVE

En esta notificación, el responsable de Cumplimiento Normativa de Podemos, César López Pérez, daba cuenta de los movimientos realizados en las cuentas bancarias "con carácter urgente y sumario" ante la "naturaleza de los mismos", pese a admitir no haber entrado en el fondo de la denuncia, y sólo "examinados los hechos de forma sucinta".

En el escrito, la cúpula de Podemos atribuye a la dirección asturiana varias infracciones del Código Ético del partido. "Los hechos descritos, sin entrar a prejuzgar aún la veracidad o exactitud de los mismos, pueden suponer una infracción de código ético de PODEMOS en tanto en cuanto describen una conducta tendente a favorecer a los miembros de una candidatura concreta a los Órganos Autonómicos", detalla en un primer punto.

En un segundo apartado, apunta a que la decisión sobre los tiempos también "puede ser contraria a la normativa interna de PODEMOS, en especial su código ético", al considerar que se ofrece "poco plazo" para la presentación de proyectos que opten a las subvenciones, al haberse abierte entre un viernes y un martes.

Estas dos menciones, aunque puedan pasar desapercibidas, suponen un riesgo mucho mayor en la federación asturiana. El Documento Ético de Podemos recoge que cualquier infracción de esa norma será considerada "infracción muy grave", un tipo de infracción que el reglamento del partido [PDF] castiga con sanciones que van desde la multa económica, la suspensión de militancia de tres meses a un año o la inhabilitación para cargo público a la expulsión de Podemos.

Dado que Ripa es el máximo responsable de Podemos Asturies, sería él, en caso de prosperar la denuncia interna, quien tendría que afrontar las consecuencias. En caso de revalidarse como líder de la federación, su cargo -y el de toda su dirección- podría verse seriamente comprometido por estas sanciones. Cualquiera de las opciones disponibles para apartarlo a él sería suficiente para que la ejecutiva de Podemos nombrara a una gestora para suplir sus funciones y doblegar así al único bastión crítico del partido morado.

Así figura en el artículo 28 del Documento Organizativo de Podemos [PDF], donde señala que "imposibilitado el funcionamiento normal de los órganos autonómicos", la Secretaría de Organización Estatal podrá proponer al Consejo de Coordinación Estatal -la ejecutiva- la formación de "un Equipo Técnico que representará provisionalmente a Podemos en el territorio y que asumirá las funciones de todos los órganos de su ámbito territorial".

No sería la primera vez que ocurre; la técnica de derrocar a líder autonómicos por la vía de las gestoras ha sido habitual en Podemos, que a principios del año pasado desmanteló las direcciones de Podemos en Cataluña y en Aragón, destituyendo a sus secretarios generales, Noelia Bail, que se encontraba de baja maternal, y Nacho Escartín, para nombrar un equipo a medida de la dirección. En ambos casos se puso al frente a una gestora propuesta por la ejecutiva nacional para suplir sus funciones y allanar el camino hasta las primarias de junio.

En la federación asturiana contemplan esta posibilidad, al considerar que "si han ido tan lejos que parece difícil que vayan a dar un paso atrás", pero no creen que Podemos finalmente lleve a cabo esta medida. Se muestran convencidos de que la denucia se archivará una vez superado el proceso de primarias, ante la inconsistencia legal de la misma, y al considerar que ha sido lanzada como una forma de influir en las votaciones.

El momento que vive ahora el espacio, además, es muy distinto a otras etapas de la formación, que en los últimos años ha experimentado un repliegue hacia las lealtades, buscando perfiles afines para 'cerrar' el partido y defenderse de ataques exteriores. Sin embargo, la nueva etapa con la construcción del frente amplio de Yolanda Díaz, consideran en Asturias, dificultará posibles puñetazos en la mesa por parte de la cúpula estatal.

En este marco, creen que este tipo de movimientos harían "perder legitimidad" a la formación, que también vería comprometida su fuerza de cara a las negociaciones con la vicepresidenta segunda del Gobierno. Unas negociaciones para las que, paradójicamente, Podemos se prepara tratando de aumentar el control sobre todos sus flancos.