CATALUÑA

El Gobierno desmiente al conseller catalán e insta a ejecutar la sentencia sobre la inmersión lingüística

Josep González-Cambray había asegurado horas antes que la ministra de Educación, Pilar Alegría, le había dado "garantías" de que no ejecutaría la resolución del Tribunal Supremo

También ha pedido por carta a los directores de los centros educativos que no cambien su proyecto lingüístico docente

La ministra de Justícia, Pilar Llop, compareix davant la Comissió de Justícia del Senat, en el Senat.

La ministra de Justícia, Pilar Llop, compareix davant la Comissió de Justícia del Senat, en el Senat. / Gustavo Valiente - Europa Press

Olga Pereda

Después de que el Tribunal Supremo (TS) ratificara la cuota del 25% de castellano en las escuelas catalanas, ¿a quién le toca mover ficha? El Gobierno lo tiene claro: a la Generalitat.

La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha recordado al Govern que la resolución del TS es firme y, por lo tanto, debe ejecutarse. Por su parte, el Ministerio de Educación asegura que el Gobierno “no tiene que adoptar ninguna medida” porque el cumplimiento del texto corresponde “en exclusiva” a la Generalitat y al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), institución que emitió una sentencia en 2020 ordenando que el castellano se impartiera, como mínimo, en el 25% de las horas escolares. Cuando el TSJC emitió ese fallo, el Govern interpuso un recurso de casación ante el TS, que ahora ha anunciado que no lo admite a trámite. Por lo tanto, la sentencia del TSJC es firme y ejecutable.

A partir de ahora, existe un plazo de dos meses para hacer efectivo el cumplimiento del fallo. “Veremos a ver cuál es la respuesta de la Generalitat y dependiendo de lo que haga se irán dando pasos”, ha concluido la ministra de Justicia, sin especificar si la abogacía del Estado pedirá la ejecución forzosa del fallo.

Por su parte, la Generalitat considera que la sentencia del TS es un ataque directo a la inmersión lingüística, un modelo de éxito cuyo objetivo es evitar la segregación social. El 'conseller' de Educació, Josep González Cambray, ha pedido por carta a los directores de los centros educativos que no cambien su proyecto lingüístico: "Queremos que continuéis trabajando exactamente como hasta ahora". El responsable de la política educativa en Catalunya ha asegurado en RAC-1 que tiene "garantías" de que el Ministerio de Educación no pedirá la ejecución de la sentencia.

Educación añade que la posición del Gobierno respecto a los idiomas está perfectamente recogida en la nueva ley educativa, la Lomloe, más conocida por el apellido de la anterior ministra, Isabel Celaá. La norma obliga a los alumnos y alumnas a conocer perfectamente el catalán y el castellano cuando terminen la etapa secundaria obligatoria. No es ninguna novedad. Es algo que sucede en las aulas de Catalunya, la realidad del día a día. La Lomloe añade que si algún alumno tiene lagunas en alguno de los dos idiomas deberá tener clases de refuerzo.

Desde 2015

La polémica con el uso del castellano en la escuela se remonta a 2015, cuando el entonces ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo (PP), presentó una demanda contra la Generalitat por su “inactividad” para hacer efectivo el uso del castellano en “proporción razonable” en las escuelas. La demanda fue ampliada en 2016 y 2017 (con el PP en el poder). En diciembre de 2020, el TSJC dictó sentencia por la que estimaba parcialmente el recurso interpuesto por la abogacía del Estado. El fallo del TSJC instaba a la Generalitat a adoptar medidas necesarias para garantizar que los alumnos reciban de forma efectiva la enseñanza mediante el uso vehicular de las dos lenguas oficiales en los porcentajes que se determinen, que no podrán ser inferiores al 25% en uno y otro caso.

A raíz de la sentencia del TS, el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) ha organizado paradas en los centros educativos para este viernes para mostrar su rechazo. El sindicato ha hecho un llamamiento a desobedecer esta decisión y ha alertado que el catalán "corre peligro" y pide no normalizar los "ataques" hacia la escuela pública catalana. "Sin catalán no hay escuela" ha defendido.

Impulso del catalán

Cifras en mano, el Govern asegura que el uso del catalán en los centros escolares está en retroceso. Especialmente preocupante es el descenso entre escolares tanto en actividades de grupo en clase como en entornos fuera del aula (patio, hora del comedor o extraescolares) y en profesores a la hora de dirigirse al alumnado. Según los primeros datos de un estudio realizado por el Consell Superior d'Avaluació de Catalunya en los cursos 2006, 2013 y 2021 a alumnos de cuarto de la ESO, el porcentaje de estudiantes que usan siempre o casi siempre el catalán en actividades de grupo ha pasado del 67,8% en 2006 al 21,4% en 2021. Y los alumnos que se dirigen al profesor en catalán en el aula siempre o casi siempre ha caído del 56% al 39,4%.

Asimismo, el uso del catalán por parte del profesorado para dirigirse al alumnado ha pasado del 63,7% al 46,8% en el mismo periodo. Para reconducir la situación, los departamentos de Educació y de Cultura presentaron hace escasas semanas un plan de promoción del uso del catalán en las aulas que se pondrá en marcha este mismo curso en 200 coles e institutos y que en 4 años estará operativo en los 3.500 centros públicos y concertados que hay en Cataluña.