CUMBRE

Barones del PP y del PSOE piden defender la España interior ante los nuevos Teruel Existe

Javier Lambán advierte de que la proliferación de partidos territoriales traerá más "atomización" del Congreso de los Diputados y más "inestabilidad" a España

El PP, en Castilla y León y Andalucía, y el PSOE, en Castilla-La Mancha monitorizan la aparición de nuevas plataformas electorales

Los presidentes de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; Aragón, Javier Lambán; y Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, en Albarracín, en mayo.

Los presidentes de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; Aragón, Javier Lambán; y Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, en Albarracín, en mayo.

La cuestión demográfica ha pasado a ser para el PSOE y el PP una "emergencia" nacional". Por las graves consecuencias económicas y sociales que ha tenido vaciar la España interior y concentrar la población en las ciudades pero también por la amenaza que supone la proliferación de partidos como Teruel Existe. Barones de ambas formaciones permanecen alertas ante este movimiento, que puede poner en peligro su hegemonía e incluso su representación en las 18 circunscripciones de tres y cuatro diputados. En las últimas elecciones generales Teruel Existe fue el partido más votado en la provincia y con un parlamentario ha jugado un papel muy activo en el bloque parlamentario que respalda al Gobierno de coalición.

En Castilla-La Mancha y en Castilla y León, una gobernada por el PSOE, otra por el PP, fuentes de los dos partidos confirman que no pierden de vista todos los acontecimientos que puedan derivar en la creación de fuerzas políticas fruto de una reivindicación territorial. Junto al avance de Vox estas nuevas plataformas suponen el mayor peligro para el bipartidismo en estas regiones. El fenómeno se monitoriza también en Andalucía, donde ha echado a andar Levanta Jaén. El éxito de estas nuevas fuerzas puede afectar electoralmente, según los expertos, de manera diversa. En función de la sociología de la provincia, tanto al PSOE como al PP, e incluso a Vox, en su condición de tercera fuerza.

Ayer presidentes autonómicos de los dos principales partidos, junto al cántabro Miguel Ángel Revilla, se reunieron en Santiago para defender a la llamada España vacía ante la negociación en ciernes de la nueva financiación autonómica pero también para reclamar atención y que el reto demográfico se convierta en una "prioridad institucional". Con Alberto Núñez Feijóo de anfitrión, acudieron Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León), como el gallego del PP, los socialistas Adrián Barbón (Asturias), Javier Lambán (Aragón), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Concha Andreu (La Rioja) y Guillermo Fernández Vara (Extremadura) y el presidente cántabro Revilla.

No es la primera vez que dirigentes de distinto pelaje se citan para abordar problemas comunes aunque el foro ha ido creciendo hasta hacerse más fuerte y convertirse casi en una excepcionalidad. En medio de la trifulca continua que es el Congreso de los Diputados, con el Gobierno y el PP sólo dispuestos a sentarse para negociar los puestos en el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial -aunque también han mantenido contactos para la reforma de la Ley de Seguridad Nacional- y los populares en plena crisis interna entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, Feijóo presumió de que "no es noticia la bronca sino el acuerdo y el diálogo".

En la misma línea Lambán apuntó a que la declaración institucional pactada por los ocho presidentes "demuestran perfectamente que es mejor hacer política". Una manifestación que ponía el acento no sólo en el consenso sino también en que si se cuida a la España despoblada se puede también frenar a los nuevos partidos territoriales. El propio presidente aragonés le puso voz al riesgo que estos movimientos representan. Significarían, defendió, "más atomización del Congreso y más inestabilidad en la política española, dificultando una gobernanza estable en este país".

La atención al mundo rural, vino a decir, es algo que compete a todos. Es una advertencia que ya lanzó el ministro de Agricultura, Luis Planas, en el congreso socialista, donde alertó del malestar en el campo y de la necesidad de que el Gobierno y el Ministerio de Transición Ecológica, de la vicepresidenta Teresa Ribera, tenga en cuenta a la España interior en todas sus decisiones. El documento suscrito ayer en la capital compostelana es precisamente una reivindicación por escrito de las autonomías de la España vaciada.

"La demografía", mantienen, "tanto en la situación actual como en sus perspectivas de futuro, es el mayor desafío que afronta España y tiene carácter crítico". Es necesario "adoptar medidas que permitan paliar y revertir la evolución de esta realidad". Todo esto junto a la reclamación de que el coste por habitante no sea el fundamento nuclear de la nueva financiación, que se apueste por el coste real del servicio en unos territorios con una población dispersa y envejecida y que se abra un debate sobre el gasto sanitario, ahora que el Covid lo ha ampliado de manera estructural.