Falta de transparencia

La agenda fantasma de Toni Cantó: reuniones sin interlocutor ni contenido claro

El director de la Oficina del Español llena sus jornadas de citas, pero no precisa con quién se ha visto ni para qué | El exdiputado de Ciudadanos fichado por el PP rechaza dar explicaciones sobre estos supuestos encuentros

Toni Cantó, en San Sebastián de los Reyes (Madrid), el 14 de abril de 2021

Toni Cantó, en San Sebastián de los Reyes (Madrid), el 14 de abril de 2021

Juan Ruiz Sierra

La agenda oficial de

Toni Cantó

ha pasado de estar casi vacía a no tener apenas huecos. Durante sus dos primeros meses al frente de la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid, el exdirigente de Ciudadanos que saltó al PP apenas tuvo citas. A partir de finales de septiembre, en cambio, su actividad empezó a ser frenética. El pasado viernes, por ejemplo, se reunió con la Asociación de Campos de Golf, entre otros. Se trata de un encuentro que puede causar cierta sorpresa, pero por lo menos resulta concreto. Cuenta con un interlocutor claro. Muchas de sus otras citas oficiales, en cambio, carecen de contraparte, dentro de una agenda fantasma que el equipo de Cantó es incapaz de explicar.

Semana del 18 al 24 de octubre. El director de la Oficina del Español, que cobra 75.000 euros al año por estar al frente de un organismo cuyas funciones siguen sin estar claras y ha sido tachado por la oposición de “chiringuito”, mantuvo el lunes a las 11 de la mañana una reunión sobre “diplomacia pública e internacionalización”, según el portal de transparencia de la comunidad. ¿Con quién? No se sabe. ¿Dónde? Tampoco. ¿Cuánto duró? Lo mismo.

Cantó se citó en esos días con representantes de la compañía Warner Music, la Federación Española de Escuelas de Español como Lengua Extranjera (FEDELE) y el filólogo Manuel Seco. Pero también llevó a cabo otros siete encuentros opacos: “reunión con traductora”, “reunión español y turismo”, “reunión proyecto hipódromo de la Zarzuela”, “reunión español para extranjeros”, “reunión escuela de español”, “reunión proyecto barrio de las Letras”, “reunión posibilidades de colaboración”, según aparece en su agenda.

Hay muchos más casos similares, hasta 17 en total. El 27 de septiembre mantuvo tres vagas citas: una para “identificar oportunidad de atracción de estudiantes de español desde la India”, otra para “proyectos de perfiles hispanos” y una última sobre la “internacionalización educativa de la Comunidad de Madrid”. Al día siguiente, dos, identificadas como, de nuevo, “internacionalización educativa de la Comunidad de Madrid” y “presentan traducción al español de los textos budistas”. Y al otro, dos del mismo tipo. Pero quizá la más llamativa de todas sea una que tuvo lugar el 4 de octubre, identificada simplemente como “reunión”. 

Se trata de un comportamiento exclusivo de Cantó: el resto de altos cargos de la Comunidad de Madrid identifican con claridad en el portal de transparencia con quién se citan. En el equipo del actor, sin embargo, rechazan dar explicaciones sobre estos encuentros. Inmerso como está en sus continuas reuniones, Cantó, señalan, “no tiene tiempo” para aclararlo. La palabra ‘equipo’, en cualquier caso, hay que utilizarla con muchas reservas para referirse al antiguo líder de Cs en la Comunitat Valenciana. “El chiringuito soy yo. No hay otra estructura que yo”, dijo a principios de julio, cuando fue nombrado por Isabel Díaz Ayuso director de la Oficina del Español. Tiene bastante razón. El organismo cuenta en teoría con dos funcionarios adscritos, pero en la Consejería de Cultura y Turismo explican que por el momento ninguno se ha incorporado a las órdenes de Cantó. Tampoco hay previsión de cuándo lo harán. 

Versiones contradictorias

Al principio, cuando asumió el cargo de director de la Oficina del Español, después de que el Tribunal Constitucional dictaminase que no podía formar parte de las listas del PP a las elecciones madrileñas del pasado 4 de mayo al no haberse empadronado en la comunidad con la suficiente antelación, Cantó dejó su agenda casi desierta, incumpliendo el apartado de la ley de transparencia que obliga a publicitar todas sus reuniones. “Perdón –dijo después-. Creía que solo había que notificar las externas”. La actitud del actor es desde entonces la opuesta, pero el cambio no ha servido para precisar a qué se dedica la Oficina del Español.

Ayuso señaló en un primer momento que el organismo pretendía “hacer de Madrid la capital del español en Europa”, un objetivo poco ambicioso, teniendo en cuenta que compite con Roma, Praga o Estocolmo. Más tarde, en julio, el diputado Ángel Ramos, del PP, aseguró que su finalidad era “defender el español”. Pero solo cuatro días después, la consejera de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, otra ex de Ciudadanos, dejó claro que no era eso lo que se buscaba. “La Oficina no nace con la voluntad de defender el español, porque lo defienden a diario casi 600 millones de personas que lo hablan, pero sí de utilizar el español como una herramienta para la cultura y progreso de Madrid”, explicó.

Durante su comparecencia en la Asamblea de Madrid, el pasado 6 de octubre, el propio Cantó explicó que entre “el 80% y el 90%” del trabajo de la Oficina del Español tenía que ver con el “turismo educativo”. El actor, que antes de militar en Ciudadanos fue diputado de UPyD, también aprovechó la convocatoria para acusar a Pedro Sánchez de “plagiar” su proyecto, después de que el presidente del Gobierno anunciara una iniciativa para aprovechar el potencial económico del idioma, y para compararse con Mahatma Gandhi. “Recuerdo unas palabras de Gandhi que vienen al caso: primero te ignoran, luego se ríen de ti, luego te atacan y entonces ganas. Y yo añadiría: después te copian y entonces ganas", dijo.  

De momento, el ente ha organizado un festival, llamado de la Hispanidad, que se celebró a principios de octubre. Cantó ya está preparando el del año que viene. Este jueves, en una cita que sí concreta su agenda, se reúne con el Sindicato de Artistas Líricos.