TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

PSOE y Podemos toman medidas para que sus diputados no usen el voto secreto y saboteen a Arnaldo

Uno de los candidatos propuesto por el PP para formar parte del Tribunal Constitucional, Enrique Arnaldo, gusta muy poco a PSOE y a Unidas Podemos, pero se asegurarán de que no haya ruptura del pacto para renovar el órgano en la votación definitiva que hará el pleno del Congreso la semana que viene

El candidato Enrique Arnaldo Alcubilla (c, delante) comparece en la Comisión Consultiva de Nombramientos del Congreso de los Diputados en presencia de la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet (c), el socialista Odon Elorza (i) y el secretario general del Congreso, Carlos Gutiérrez Vicén (d)

El candidato Enrique Arnaldo Alcubilla (c, delante) comparece en la Comisión Consultiva de Nombramientos del Congreso de los Diputados en presencia de la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet (c), el socialista Odon Elorza (i) y el secretario general del Congreso, Carlos Gutiérrez Vicén (d) / EFE/Chema Moya

Ángel Alonso Giménez

El perfil de Enrique Arnaldo, candidato a magistrado del Tribunal Constitucional a propuesta del PP, gusta poco, por no decir nada, al PSOE y a Unidas Podemos, los partidos que forman el Gobierno de coalición. Hace unos días, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, reconoció a la SER que los aspirantes elegidos por el partido de Pablo Casado no son los que él hubiera preferido. Urge, sin embargo, renovar los órganos constitucionales. Ésta es la prioridad. El portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, dijo lo mismo hace pocos días. Sin embargo, el diputado socialista Odón Elorza ha sido muy duro contra él este martes, en la Comisión de Nombramientos del Congreso. ¿Puede peligrar su nombramiento definitivo?

Fuentes de las direcciones del grupo del PSOE y de Unidas Podemos indican a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que no. No hay nada que temer. El pacto está abrochado y cerrado, guste más o menos, o no guste nada. Sin embargo, se han puesto alerta y se asegurarán de que no haya deslices imprevistos. La razón que ha llevado a ambas formaciones a extremar los cuidados radica en el carácter y método de la votación que tendrá lugar en el pleno del Congreso de la semana que viene, previsiblemente el día 11.

Lo primero que cabe reseñar es que es una votación secreta, regulada en el artículo 204 del reglamento de la Cámara. Los diputados ponen en una papeleta los nombres de los cuatro candidatos, de tres, de dos o de uno. Las que no lleven nombre o las que lleven nombre diferente a los que han desfilado este martes por la Comisión de Nombramientos se declararán "nulos". Serán designados los que acumulen más votos, siempre y cuando alcancen el umbral de mayorías establecido en la Constitución: tres quintos de la Cámara, 210 diputados. Si alguno de los cuatro no llega a este techo, se repetirá la votación.

Ahora bien, se da una peculiaridad que complica un poco las cosas. Este miércoles la Mesa analizará un sistema de votación novedoso como consecuencia de la pandemia, si es que la mayoría del órgano de gobierno de la Cámara así lo respalda. Como no está cerrado el procedimiento, podría ocurrir que se rompa en esta ocasión la limitación al voto presencial derivada del riesgo de contagio de covid 19. No parece el caso.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario general del PP, Teodoro García Egea.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario general del PP, Teodoro García Egea. / EFE

Es más que probable que el sistema sea telemático para todos los diputados, los 350, indican fuentes de la Mesa. Ello supone que a partir de una hora tendrán que emitir sus votos, es decir, los nombres por los que apuestan. La idea inicial es mantener el carácter secreto de la votación. Aunque el reglamento consagra el voto presencial, la pandemia ha obligado a adoptar cambios. Un informe de los letrados del Congreso incluye la excepción comentada.

Precisamente ese secretismo puede dar pie a que algún diputado rompa la directriz dada por PSOE y Unidas Podemos. Hay que votar a Inmaculada Montalbán y a Juan Ramón Sáez, propuestos por el Gobierno, y a Enrique Arnaldo y a Concepción Espejel, los elegidos por el PP. "No va a haber problema", dicen las fuentes de ambos grupos. "La consigna está clara: no nos gusta la propuesta del Partido Popular, pero la apoyaremos, pues con ello contribuimos a renovar un órgano como el Tribunal Constitucional", destaca una fuente socialista. De hecho, en la Comisión de Nombramientos PSOE, PP y Unidas Podemos han votado igual: a favor.

Compatibilidad de críticas y respaldo

Las críticas duras de Elorza, añade la fuente, entran dentro de lo previsto, por tanto. No se puede deducir de su intervención una rebelión interna o una corriente más nutrida en el seno de los 120 diputados del PSOE. Había que verbalizar las presuntas conexiones del exletrado de Cortes y abogado con dos tramas de corrupción investigadas por la justicia, la del caso "Lezo" y la del "Palma Arena". O su supuesta conexión con FAES. Ello es compatible con las instrucciones sobre cuál debe ser el voto en la sesión plenaria de dentro de una semana en el Congreso. Instrucciones para que los cuatro nombres acordados por el Gobierno y el PP sean los que renueven el cupo de cuatro magistrados del Constitucional que corresponde a la Cámara Baja. El cupo del Senado, otros cuatro, deberá reemplazarse más adelante.

En Unidas Podemos tampoco ven problema. El objetivo es que los 35 diputados que forman el grupo permitan que salgan adelante los cuatro nombres pactados. Los números, no obstante, permiten cierta holgura una vez que PSOE (120 escaños) y el PP (88) están dentro del acuerdo. Aun y así, extremarán los cuidados antes de la votación, la semana que viene.

Donde no esperan imprevistos ni sobresaltos es en el PP, a cuya dirección nacional y parlamentaria tampoco agradan los perfiles elegidos por el Ejecutivo. Pero son los que han aceptado y los parlamentarios del partido se disponen a acatar las instrucciones dadas. Incluso en el caso de que los 35 representantes de Unidas Podemos se descuelguen, extremo, insisten las fuentes, prácticamente imposible, la suma de PSOE, PP y formaciones minoritarias aliadas como UPN (dos escaños) propiciaría el umbral de 210 votos exigido por la Carta Magna.

Las formaciones nacionalistas no han asistido a la sesión de este martes y es probable que ni voten cuando llegue el momento, el jueves 11 previsiblemente

Con quienes no se cuenta son con Vox y con Cs, cuyos diputados han abandonado la Comisión de Nombramientos por el "teatrillo" que supone. Un pacto previo desencadena un procedimiento en el que el margen de respuesta de quienes se oponen resulta insignificante. Las formaciones nacionalistas no han asistido a la sesión de este martes y es probable que ni voten cuando llegue el momento, el jueves 11 previsiblemente.

En ese pleno, por otra parte, también serán designados los vocales del Tribunal de Cuentas y el Defensor del Pueblo, el socialista Ángel Gabilondo. Su caso, no obstante, también tendrá que contar con el visto bueno del Senado.