Casa Real

El rey Juan Carlos quiere pasar “temporadas” en España pero residir fuera

El emérito expresa sus deseos pero asume que su futuro lo decidirán Felipe VI y el Gobierno

El rey emérito Juan Carlos.

El rey emérito Juan Carlos.

Pilar Santos

El rey Juan Carlos ha recibido con cautela la noticia de que la fiscalía del Tribunal Supremo se prepara para dar carpetazo a las diligencias de las tres investigaciones que le afectan. El emérito está pendiente de conocer negro sobre blanco el decreto de archivo del ministerio público y saber si incluye una "reprobación de sus actos", aunque los fiscales hayan concluido que no son constitutivos de delitos. Según fuentes de su entorno en Abu Dabi, el deseo del emérito es seguir residiendo fuera y volver a España solo "algunas temporadas".

El exjefe de Estado vive en Emiratos Árabes Unidos (EUA) desde agosto de 2020 tras la publicación de numerosas informaciones comprometedoras por sus presuntos negocios opacos. Ahora, con la previsión de que la fiscalía no presentará ninguna querella contra él, se abre la posibilidad de su vuelta a España. El emérito sigue con la intención de que su primer destino sea la Zarzuela, aunque esté allí solo por unas horas. Vivió en ese palacio 58 años y quiere pisarlo de nuevo y reaparecer ahí. Después, a iniciativa propia, según detallan fuentes conocedoras de sus planes, ya comunicará que se va a alojar en otra parte de la ciudad. En todo caso, asumió hace meses, continúan esas fuentes, que esa nueva ‘hoja de ruta’ de vuelta a España la tiene que pactar con Felipe VI, que a la vez está en permanente contacto con el Gobierno de Pedro Sánchez por este asunto. "Escuchar a Iván Redondo decir que no sabía nada de su salida [en el programa 'Lo de Évole'] fue toda una sorpresa", lanza, mordaz, un amigo del emérito que estuvo al tanto de aquella operación.

Y ahora, igual que la salida (al país elegido por Juan Carlos) fue una operación arbitrada por la Moncloa, con la vuelta se actuará de manera similar, pese a que el Ejecutivo haga esfuerzos de marcar distancias y descargar en la monarquía cualquier decisión. "El Gobierno es muy respetuoso con las decisiones individuales y personales", declaró la ministra portavoz, Isabel Rodríguez. El asunto es tan delicado que tampoco la Casa del Rey ofrece detalles sobre el futuro a corto plazo del emérito, del que lleva años sin querer dar información. Fuentes oficiales de la Zarzuela descartaron este jueves de nuevo aportar luz al tema por estar fuera de "la agenda oficial" de Felipe VI. También en el palacio, al igual que el principal afectado, están pendientes de conocer la letra pequeña que redacten los fiscales que, según todo apunta, han considerado que los hechos delictivos cometidos por Juan Carlos están prescritos, se produjeron cuando era inviolable o los ha subsanado con las regularizaciones ante Hacienda.

Seguridad del Estado

Padre e hijo, aseguran en el entorno de Juan Carlos, todavía no han hablado "al detalle" de cómo organizar esa visita y dónde se podría alojar a su vuelta a Madrid. Tras su abdicación, en junio del 2014, el Gobierno de Mariano Rajoy modificó el real decreto 1368/1987 sobre régimen de títulos, tratamientos y honores de la familia real y de los regentes para, entre otras cosas, introducir un párrafo en el que se señala que Juan Carlos de Borbón "continuará vitaliciamente en el uso con carácter del título de Rey, con tratamiento de majestad y honores análogos a los establecidos para el Heredero de la Corona". Este decreto, que el Ejecutivo actual podría haber cambiado, obliga a tratar con dignidad al emérito y podría suponer que se alojara en un sitio oficial. Las consecuencias de ese tratamiento a nivel de seguridad de los cuerpos y fuerzas del Estado se podrá ver desde el mismo momento en que baje del avión en Madrid. En estos momentos, de hecho, varios guardias civiles hacen turnos rotatorios para proteger al exjefe de Estado en Abu Dabi.

En ese emirato, según cuentan los que le han visitado, el monarca sigue con la tranquilidad que encontró hace ahora 14 meses. Juan Carlos vive en una residencia que el jeque Mohamed bin Zayed Al Naan, príncipe heredero de Emiratos Árabes Unidos, le ha prestado en una de las islas del país. Allí está disfrutando de una discreción y una vida cómoda, agasajado por la familia real abudabí que, según los que lo han presenciado, lo trata como si fuera su propio rey.

En este tiempo ha recibido la visita de sus hijas, Cristina y Elena, y de numerosos amigos que han pasado con él fechas señaladas como su cumpleaños y parte de las vacaciones. No han viajado a verle la reina Sofía ni Felipe VI.