Estreno de cine

Nan Goldin en carne viva: su lucha contra la adicción y la farmacéutica culpable de la epidemia de opioides

El filme ‘La belleza y el dolor’, firme candidato al Oscar al mejor documental, explora la vida de la fotógrafa estadounidense y su lucha contra la farmacéutica Sackler.

Una imagen del documental ’La belleza y el dolor’, protagonizado por Nan Goldin.

Una imagen del documental ’La belleza y el dolor’, protagonizado por Nan Goldin.

Quim Casas

La belleza y el dolor. La belleza, a veces sesgada, de las fotografías de Nan Goldin, nacida en Washington en 1953 y convertida en cronista de la escena contracultural del Nueva York de finales de los 70 y principios de los 80. El dolor de aquellos que fueron engañados sistemáticamente por una farmacéutica y acabaron enganchados a medicamentos que les hicieron mucho más mal que bien. 

 La belleza y el dolor. Ese es el título elegido por la realizadora Laura Poitras para la película que combina los rasgos biográficos de Goldin con su activismo en contra de la farmacéutica de la familia Sackler. El filme ganó el León de Oro en el último

festival de Venecia

y es claro candidato al próximo Oscar en la categoría de documental. Inauguró el pasado martes el festival ‘Americana’ de Barcelona y se estrena en salas este viernes.

Laura Poitras recogiendo el León de Oro en Venecia.

Laura Poitras recogiendo el León de Oro en Venecia.

 Arranca la película en una fecha señalada, el 10 de marzo de 2018, cuando Goldin lideró una acción en el Museo Metropolitano de Nueva York. Una protesta en contra de los Sackler tirando decenas de botes de pastillas en el estanque del interior del museo. En el Metropolitan se exhibía entonces parte de la obra de Arthur, uno de los hermanos Sackler. El dolor es aún más grande, pues la familia forma parte del conglomerado cultural estadounidense, presume de su filantropía y está asociada a la mayor parte de galerías y museos del país. El Guggenheim, por ejemplo, tiene un centro de educación a nombre de Sackler. 

 La farmacéutica difundió el Valium y, a partir de 1996, explotó el Oxycontin, un analgésico adictivo como todos los medicamentos con opiáceos. A Goldin se lo prescribieron y se hizo adicta. Lo había sido antes a otras substancias. Pero esa, buena o mala, era su elección. Por el contrario, el Oxycontin fue un engaño que se llevó por delante a mucha gente. La fotógrafa creó la organización P.A.I.N., siglas de ‘Prescription Addiction Intervention Now’. Pain: dolor en inglés.

 El desafío de Godin es importante, ya que no solo ha atacado a Sackler, sino también a las instituciones artísticas en las que ha expuesto parte de su obra y que estaban relacionadas con la farmacéutica. A Poitras le viene bien la historia. Ha explorado en anteriores documentales las consecuencias del

11/S

, la controvertida personalidad de

Julian Assange

y, en ‘Citizenfour’, los programas de vigilancia ilegales. Por este último ganó el Oscar al mejor documental en 2014. 

 En ‘La belleza y el dolor’ alterna en distintos bloques la lucha de Goldin con su biografía. 

Y así descubrimos lo que la marcó su hermana Barbara, de quien podía saberse cómo se sentía por su forma de tocar el piano. Y se sentía mal. Lesbiana en una época de fuerte represión sexual, fue internada en varios reformatorios. “Mis padres le arrebataron su credibilidad”, dice Goldin. Barbara se suicidó. La vida de Nan cambió en ese momento. Un siquiatra les dijo a sus padres que si ella seguía en casa le pasaría lo mismo que a su hermana. La enviaron a una agencia de adopción a los 14 años. De todo ello se derivó una fuerte timidez y fobia social.

Hasta que conoció al andrógino David Armstrong, después fotógrafo como ella. Armstrong le enseñó a utilizar el humor como supervivencia. Goldin reconoce que fue su centro de gravedad en la época más difícil de su vida. Con él se liberó. O se liberaron mutuamente. Goldin le descubrió su escondida homosexualidad y Armstrong le enseñó a enfocar el mundo de otra forma.

“Tomar una foto es una especie de protección”, explica la protagonista. “Es más fácil crear relatos a partir de tu vida, y es más difícil retener recuerdos reales. Me refiero a la diferencia entre un relato y un recuerdo real”. Goldin ha hecho relatos con sus fotos. Una autobiografía en placas. “En los 80, fotografiar la vida de una misma era un acto atípico”, asegura en otro momento del filme. 

Sus series de fotografías tituladas ‘La balada de la dependencia sexual’ y ‘The other side’ (sobre un local gay neoyorquino) se convirtieron en relatos visuales de su vida y la de quienes estaban cerca de ella en los lugares que frecuentaba en el Bowery, entre 1978 y 1980: Armstrong, Vivienne Dick, Cookie Miller, Bette Gordon, Divine, John Waters, el Mudd Club y el Tin Pan Alley, un bar controlado solo por mujeres de Times Square que daba trabajo y una nueva forma de vida a las prostitutas. Porque Goldin fue gogó y trabajó en un burdel para pagarse los carretes de foto. Y también fotografió su rostro roto después de la brutal paliza que le dio un ex.

Una imagen del documental 'La belleza y el dolor', protagonizado por Nan Goldin.

Una imagen del documental 'La belleza y el dolor', protagonizado por Nan Goldin.

 Llegó después la plaga del

sida

, que se llevó a muchos de sus amigos. Comisionó una exposición sobre el tema en 1989 que levantó muchísimas ampollas. Antes había utilizado la fotografía “como sublimación del sexo”. Ahora la utilizaba para explicar la realidad social de una enfermedad. Poitras acompaña sus imágenes con canciones de The Velvet Underground, Suicide, Bush Tetras, Lizzy Mercier Descloux, Klaus Nomi y Sugarhill Gang, la música de aquel tiempo que quedó atrás. El presente es igual de bello y doloroso.