Hollywood

La pequeña y gratificante película 'CODA', lista para dar la campanada en los Oscars 2022

El filme que Apple TV+ compró en Sundance acecha a 'El poder del perro' (y a Netflix)

Emilia Jones, en una imagen de ’CODA’.

Emilia Jones, en una imagen de ’CODA’. / EPC

Cuando en enero del año pasado se presentó en Sundance ‘CODA’, un remake de la película francesa ‘La familia Bélier’ centrado en la historia de una hija oyente de padres sordos, la recepción fue más que cálida. La crítica se entregó inmediatamente a lo que en Estados Unidos se llama un crowd pleaser y sobre ella cayó una lluvia de premios, incluyendo el del público. El que se demostraría más importante, no obstante, había llegado solo dos días después del estreno: Apple TV+ vio algo más que un potencial dulce para las masas y pagó 25 millones de dólares por una producción que había costado 10.

Ahora, la plataforma, y la película, acarician a costa de Netflix y de ‘El poder del perro’ el premio más grande de Hollywood y que el 'streaming' lleva años persiguiendo como validación de su papel fundamental en la forma en que se hace y se ve el cine hoy: el Oscar a la mejor película.

Con premios de los sindicatos de productores, actores y guionistas además de otros como los BAFTA, y en parte también por el sistema de voto preferencial que decide entre los 10 títulos nominados el Oscar más importante, todo parece listo para que ‘CODA’ (cuyo elenco fue invitado el martes a la Casa Blanca y recibido en el Despacho Oval por el presidente estadounidense, Joe Biden) dé la campanada este domingo en la 94 edición de los premios de la Academia de Hollywood.

Sería, como ha escrito el ‘Los Angeles Times’, el triunfo de “una película que hace sentirse bien en una era de sentirse mal”, ya sea por la guerra en Ucrania o tras años de pandemia. Y llegaría a costa del trabajo de Jane Campion, una mirada profunda a la toxicidad masculina que expande el género del western y que partía como favorita con 12 nominaciones (frente a la tres de ‘CODA’).

A la neozelandesa, primera realizadora dos veces nominada, le quedaría al menos el consuelo de esa estatuilla de mejor dirección que se le da por segura. Solo está por ver el peso que pueda haber tenido en las votaciones, que se cerraron el martes, un desafortunado comentario que hizo al recoger el premio Critics Choice. en el que minimizó los logros tenísticos de Venus y Serena Williams al sugerir que ella lo tenía más difícil al competir con hombres.

Incertidumbres y polémica

‘CODA’ de momento ya ha logrado que la Academia de Hollywood, que por primera vez añadirá a la transmisión la opción de que los sordos puedan verla íntegra con lenguaje de signos, pueda proyectar la imagen de avances en el terreno de la inclusión. Su duelo con un trabajo tan dispar como ‘El poder del perro’, que también se libra guion adaptado y actor de reparto, añade emoción en una edición en la que, aunque algunos premios se dan por seguros (como los de Troy Kotsur en esa categoría de reparto por ‘CODA’ o el de Ariana DeBose por ‘West Side Story’), puede haber sorpresas en varias categorías más abiertas (aunque también Will Smith por ‘El método Williams’ y Jessica Chastain por ‘Los ojos de Tammy Faye’ aparecen como favoritos para dejar sin estatuillas a Javier Bardem y Penélope Cruz).

Nada de eso le viene mal ni a la institución ni a los Oscar, que una vez más llegan rodeados de polémica por sus experimentos para intentar retener audiencias, ideas que van más allá de invitar para "crear contenido" a ‘influencers’ en una alianza con Meta (Facebook e Instagram) o retomar, después de tres años, la figura del presentador, que esta vez formara un triplete de actrices cómicas: Amy Schumer, Wanda Sykes y Regina Hall.

La mayor indignación se ha desatado por la decisión de sacar de la retransmisión en directo la entrega de ocho de los 23 premios: los tres en categorías de cortometraje (en el de animación compite Albert Mielgo) y los de montaje, banda sonora (con Alberto Iglesias), diseño de producción, sonido y maquillaje y peluquería. Se darán en la hora previa a la ceremonia televisiva y por más que se vayan a incluir en la gala luego “clips” de esas entregas y que se esté animando a los invitados a acudir una hora antes (asegurando también el caos en la tradicional alfombra roja), pocos entienden que se haya relegado a categorías y nominados vitales para hacer una película a ser “ciudadanos de segunda clase”. Así lo denunciaban 70 firmantes de una carta abierta, incluyendo pesos pesados del cine como Guillermo del Toro, James Cameron, Vittorio Storaro o John Williams.

La incomprensión ante la decisión es aún mayor porque los productores sí han encontrado tiempo y espacio para incluir en la gala dos premios que se han votado por internet: uno es el momento más emocionante que ha provocado a los espectadores una película, cualquiera hecha nunca. Otro es el título favorito del año, una manera nada disimulada de incluir finalmente el premio a película más popular que intentaron lanzar en 2018 y que retiraron ante la polémica que creó la idea (entonces también amagaron con dar durante los anuncios varios premios).

Ucrania

Los productores y la Academia siguen defendiendo su decisión y piden un voto de confianza para una ceremonia que suma a sus retos no solo seguir lidiando con la pandemia (con protocolos reforzados tras contagios en los BAFTA) sino entregarse a la fiesta y el glamour en un momento como el actual, con la guerra abierta en Europa.

Se ha anunciado ya que el conflicto en Ucrania será reconocido durante la ceremonia. El papel podría recaer en Mila Kunis, la actriz nacida en Ucrania y que recientemente habló con Volodimir Zelenski tras recaudar con Ashton Kutcher 35 millones de dólares para los refugiados. Y flota en el aire la posibilidad de que el propio presidente ucranio haga una intervención, algo que ya planteó Schumer. “No deben asumir que hemos anunciado el presentador para mejor película aún”, dijeron crípticamente en una rueda de prensa los productores el jueves.