Opinión | PENSAMIENTO PERIFÉRICO

¿Está España donde tiene que estar?

Esta vez no nos equivocamos y no fuimos a las Azores mientras Francia y Alemania estaban en otro sitio

El presidente francés Emmanuel Macron (D) recibe al primer ministro español Pedro Sánchez (I) antes de una reunión sobre la guerra en Ucrania y la seguridad europea en el Palacio del Elíseo en París, Francia, 17 de febrero de 2025. (Francia, Ucrania) EFE/EPA/TERESA SUAREZ

El presidente francés Emmanuel Macron (D) recibe al primer ministro español Pedro Sánchez (I) antes de una reunión sobre la guerra en Ucrania y la seguridad europea en el Palacio del Elíseo en París, Francia, 17 de febrero de 2025. (Francia, Ucrania) EFE/EPA/TERESA SUAREZ / TERESA SUAREZ / EFE

Sánchez acudió este lunes a la cumbre convocada por Macron para plantar cara a la traición de Trump con los que han sido durante el siglo XX los socios preferentes de Estados Unidos. Esta vez no nos equivocamos y no fuimos a las Azores mientras Francia y Alemania estaban en otro sitio. Incluso Gran Bretaña estuvo en París. Estar en París puede acabar teniendo consecuencias. Hay que incrementar el gasto en defensa. Y no es descartable que sea necesario enviar tropas. Trump no va a hacerlo. Y sin protección, Ucrania no va a resistir frente a una Rusia engrandecida por el oxígeno que le llega ahora de Washington. Al menos, por un tiempo. Hasta hoy, no tenemos ninguna confirmación de que Putin haya aceptado lo que Trump dice que ha aceptado. Cuesta de creer que le regale toda la riqueza mineral que acumula Ucrania. Pero los tiempos son estos, quien calla frente a Trump, otorga.

Contra lo que piensa la mayoría, la respuesta europea está siendo inteligente, Trump es un gallo que busca otro gallo para picotearlo a la primera de cambio. Se trata de hacer como el maestro de la película Karate Kid cuando enseñaba a su joven pupilo los trucos para aprovechar en beneficio propio los envites del adversario. La UE solo tiene que esperar a hacer amigos entre los menospreciados por Trump. Allí estaba en París el británico Starmer, quien lo iba a decir después del brexit. Y más que se unirán. No perdamos de vista que allí estaba también Meloni. La extrema derecha inteligente no es el caso de Vox, no es tan cicatera de perdonarle a Trump que trate de hundir a la industria europea cosiéndola a aranceles. ¿Se puede seguir siendo patriota sin denunciar esas prácticas? Evidentemente, no. Por una vez en los últimos siglos, España está en el lado correcto de la historia. Feijóo parece haberlo entendido finalmente a pesar de las ganas y la necesidad que tiene de aprovecharlo todo para deslegitimar a Sánchez, que no ganó las elecciones.