Opinión | PENSAMIENTO PERIFÉRICO

¿Demagogia fiscal o pedagogía fiscal?

La vicepresidenta Montero ha perdido una batalla importante y el debate del Salario Mínimo hace daño al PSOE pero en el fondo sus razones no son ninguna barbaridad

Las vicepresidentas primera y segunda, María Jesús Montero y Yolanda Díaz, en el Congreso.

Las vicepresidentas primera y segunda, María Jesús Montero y Yolanda Díaz, en el Congreso. / Gabriel Luengas - Europa Press

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, va a obligar a la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a rectificar y dar marcha atrás en el último pulso abierto en el seno del Consejo de Ministros. Si quieren pronósticos, aquí va el mío, esta guerra tiene perdedora y es sevillana.

Es difícil de explicar lo que está pasando con la tributación de IRPF del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Tiene un desgaste electoral y calcina al PSOE ante una parte importante de sus votantes. Al final, todo se mide por rédito político y perder este debate cuando con el Gobierno de Pedro Sánchez ha pasado de 10.302,6 euros al año en 2018 a 16.576 euros brutos anuales en 2025 no les va a compensar. De 735,90 euros a 1.184 al mes, por si se entiende más claro.

El Salario Mínimo Interprofesional ha subido un 61% en siete años y se sitúa, como aconsejaron los expertos, en el 60% del salario medio en España. Es importante. Cuando se pregunta al Ministerio de Hacienda por qué se ha metido en esta batalla lo dejan claro: "¿Qué queremos hacer demagogia fiscal o pedagogía fiscal?". La vicepresidenta Montero tiene claro que opta por lo segundo. Explican que en ningún caso el objetivo es que el salario mínimo tribute, lo que pasa es que ha subido tanto que en algunos casos, serán los menos, ha superado el tope exento de pagar a Hacienda. Nadie ha subido el IRPF, de hecho el Gobierno ha rebajado este impuesto para las clases medias y bajas y lo ha subido para los grandes patrimonios y las grandes empresas. El IRPF sigue igual, más bajo que con el PP, el salario mínimo sube.

Siendo sinceros cala mucho más la idea de que el Gobierno hace trampa. Es el mensaje que traslada el PP y al que contribuye el plantón y el enfado de Yolanda Díaz, que se carga de argumentos cuando pide que el salario mínimo quede exento de tributar porque si no es lo comido por lo servido: lo que se suba para algunos receptores deberá devolverlo en forma de pago a Hacienda. Suena a truco, aunque no lo hay. Lo cierto es que cualquier contribuyente debe saber que cuando incrementan su nómina, incrementa su contribución a las arcas públicas. Si hay proporcionalidad, tampoco debería ser tan descabellado. Un dato curioso: la primera vez que se reguló el salario mínimo en España era 1963 y se fijó en 1800 pesetas, diez euros de ahora.

Hacienda ha distribuido muchos ejemplos muy prácticos. Un contribuyente con pareja y un hijo de menos de 3 años que cobre el SMI no deberá tributar nada, al tener cargas familiares. El mismo ejemplo con un hijo de más de 3 años, deberá pagar al año 99,46 euros. Un asalariado soltero y sin hijos que cobre el salario mínimo, que es el caso más perjudicado, tributará con 300 euros. Es el caso con una contribución más alta. También debería conocerse que con las horquillas que había en 2018, con el PP en el gobierno, esa tributación hubiera sido de 1.324 euros (se pasa del 7,99% de retención al 1,81%). Un pensionista que cobre 17.000 euros al año paga 224,4 euros de IRPF, un joven soltero y sin hijos que gane 18.500 euros anuales paga 1.126 euros. ¿Se excluyen del debate aunque rocen el salario mínimo? ¿Eso nos parece bien?

Lo cierto es que cualquier contribuyente debe saber que cuando incrementan su nómina, incrementa su contribución a las arcas públicas

Insisto en que la pedagogía fiscal de Montero durará un telediario. PP, Podemos y Sumar caminan juntos en el Congreso para que el SMI quede exento de IRPF. Si Sumar lleva una iniciativa a la Cámara Baja, como ya ha anunciado una enfadada Yolanda Díaz, sumarán la mayoría para doblar el brazo al Ministerio de Hacienda. Deberíamos celebrar que el salario mínimo se acerque por primera vez en España al 60% del salario medio. Tributar es señal de que se mejora. Siempre he oído en mi casa que si pagas más es que ganas más, así que no hay nada que lamentar. Usted que cobra el salario mínimo, ¿qué prefiere los 735,9 euros al mes de 2017 o los 1.184 euros brutos mensuales de 2025 aunque en el peor de los casos pague 300 euros al año en IRPF? ¿Pagar impuestos es malo? Es verdad, el debate debería ser si hay que subir el mínimo exento de tributar y dónde se sitúa. El PSOE tiene este asalto perdido, se ponga como se ponga Montero, pero en realidad la pedagogía fiscal en la que se empeña la ministra de Hacienda no es ninguna locura.