Opinión | Derechos laborales

Explotación en la Taberna Garibaldi

El empresario Pablo Iglesias se suma a la lista de empresarios explotadores que el propio Pablo Iglesias ha ido confeccionando

Pablo Iglesias, durante la presentación del nuevo libro de Irene Montero.

Pablo Iglesias, durante la presentación del nuevo libro de Irene Montero. / Jesus Hellin/STUDIO MEDIA 19

La Taberna Garibaldi, propiedad del conocido empresario español Pablo Iglesias, atraviesa problemas semejantes a los de Canal Red, emporio mediático del mismo propietario, que ahora ha dado un salto internacional y está presente en México. La estrategia de expansión internacional del magnate Iglesias ha dejado en segundo plano las condiciones de sus trabajadores en España. Tras el escándalo que produjo la oferta de contratación de becarios a 200 euros al mes por parte de un canal cuya línea editorial condena la explotación de los becarios por 200 euros al mes, ahora se suma a las polémicas la rebeldía de los trabajadores de su brazo hostelero. Una sombra capitalista en ese local levantado para ser espacio de fraternidad obrera.

Según informa VozPópuli, sus trabajadores del bar se han ido a la CNT para que el sindicato anarquista les ayude a mejorar sus condiciones. Denuncian que no se cumplen los horarios y que los salarios son bajos, como pasa en todas esas otras empresas malignas que sirven la cerveza exprimiendo las venas de sus trabajadores, según el relato del dueño de la taberna, Pablo Iglesias. "Nuestro objetivo es mejorar y avanzar en derechos, mejorando las condiciones del sector y haciendo de la sección sindical el medio de defensa de los/las trabajadoras y trabajadores de La Taberna Garibaldi", han dicho desde el sindicato en un comunicado.

El empresario Pablo Iglesias se suma así a la lista de empresarios explotadores que el propio Pablo Iglesias ha ido confeccionando, donde ocupa un lugar relevante Juan Roig, dueño de Mercadona, que es una empresa que paga salarios por encima de otros competidores en el sector pero ni con eso se quita el sambenito. Iglesias es a la satisfacción laboral de sus trabajadores lo que Errejón a la satisfacción sexual de sus amantes: una odisea entre el discurso y la verdad, entre el dedito levantado y el deseo de ver agacharse las cabezas a su alrededor.

Espero que, gracias a este heroico movimiento de los trabajadores de Pablo Iglesias, Pablo Iglesias empiece a luchar con toda su fuerza y sabiduría obrera contra esos malvados empresarios, como Pablo Iglesias, que aplastan las vidas de la gente humilde y les impiden convertirse, a base de precariedad, en personas de éxito y buena vida, propietarias de una vivienda de más de medio millón de euros, como Pablo Iglesias.