Opinión | MIEL, LIMÓN & VINAGRE

Marc Giró, mientras dure

Con pinta de señor de derechas que asiste a misa diaria, a este catalán de 50 años, sin embargo, no le calla ni Dios

Marc Giró.

Marc Giró. / EPE

Cuando vienen mal dadas, como cuando avanza hacia nosotros una ola reaccionaria internacional, caben dos tipos de respuesta por parte de sus víctimas. La primera es que caminen con pies de plomo e intenten no hacer ruido para no cabrear a esta panda de nostálgicos en pleno auge. La segunda pasa por coger el toro por los cuernos y luchar mientras se pueda.

Este parece ser el camino elegido por José Pablo López, presidente de RTVE, para hacer frente a estos nuevos tiempos en blanco y negro. A todo color, querides. Y para eso ha ido introduciendo su arma secreta poco a poco en los salones de cientos de miles de españoles: Marc Giró.

Con pinta de señor de derechas que asiste a misa diaria, a este catalán de 50 años, sin embargo, no le calla ni Dios. "A ver si va a ser que ahora las ricas, los políticos o los del Ibex van a ser los únicos que van a ir en ‘blazer’", dijo, respondiendo a la pregunta de por qué siempre viste con traje. "Se puede ser de izquierdas y, en según qué ambientes, ir muy bien vestido", sentenció. "Esto es algo que no entendió Pablo Iglesias". Se lo decía a Ricardo Moya en su podcast El sentido de la birra hace ya cuatro años, en tiempos aún pandémicos.

Esa elegancia innata le viene de largo, puesto que este periodista e historiador de arte fue editor de moda de la revista Marie Claire durante 17 años. Aunque lleva años colaborando en programas de entretenimiento, Giró metió el pie con más firmeza en televisión cuando se puso al frente en 2023 del LateXou amb Marc Giró en la desconexión territorial de La 1 en Cataluña todos los martes. Era aire fresco para el espacio previo a irse a la cama. Tanto es así, que los cortes de sus programas comenzaron a popularizarse en las redes sociales… en catalán, con subtítulos en español.

"Para despejar dudas, que me consta que la hay, les diré que soy catalán. Si no me muevo y me callo, parezco cualquier otra cosa", decía en uno de sus monólogos. "Fíjate tú qué exótico, que resulta que también soy español, que tampoco se me nota nada", continuaba, demostrando que se descojona de los desfasados prejuicios de unos y de otros. "Me pasa lo mismo con lo de ser mariquita, que se me olvida, aunque a veces voy por la calle y me lo recuerdan al pasar: ‘¡Maricón!’". Y es que, además de rojo y catalán, Giró posee uno de los dones que más despiertan la envidia entre los ultras. "Qué bien te viene a veces un buen insulto para que no se te olvide quién eres".

Un joya como esta pasó rápidamente de la desconexión catalana a La 2 y con el idioma del reino, donde pasó del 2,1% de audiencia de la primera temporada al 4% de la segunda. La repercusión en redes seguía in crescendo. Al final, 2025 comenzó con la noticia de que el Late Xou, que Giró codirige junto a Santi Villas, su marido, pasaba a emitirse en La 1 después de La Revuelta. Como dijo él a viva voz, Broncano pasaba a ser su telonero. Ya son más de un millón de personas los que siguen sus entrevistas en la televisión pública, más de un 12% de cuota de pantalla, y sin necesidad de pelearse por los invitados. Que se sepa.

Henar Álvarez, Candela Peña y Yolanda Ramos se cuentan entre sus colaboradoras y el último en sumarse fue Pepe Colubi. En ese sillón se han sentado invitados de diez. En un mismo día pasaron por allí Ana Belén, Karla Sofía Gascón y Rigoberta Bandini; otro día fueron Loles León y Silvia Abril; y otro acudieron Antonio de la Torre, Maruja Torres y Ana Guerra. La cantante Amaia Romero se pasó un buen rato adivinando qué especie de pez aparecía en una imagen mirando primeros planos de sus ojos. Hasta se resucitó a Yola Berrocal ante las narices de Carlos Areces —que sí, la sacaron de un ataúd— .

Marc Giró será una de las primeras cabezas que rodará tan pronto como la derecha de este país pise Moncloa, algo que ocurrirá en algún momento. Lo sabe, que no es tonto. Por eso va con todo. Con todo lo que haga falta contra, por ejemplo, las terapias de conversión que se siguen practicando en alguna que otra diócesis española. "El día que las mariquitas abandonen la Iglesia Católica se acaba la cristiandad tal y como la conocemos", dijo participando en la rifa de una demanda de Abogados Cristianos.

Es un placer escuchar a quien dice lo que le apetece, especialmente cuando es a contracorriente. Disfrútenlo porque nunca se sabe cuánto va a durar.