Yolanda Díaz y las malas personas

Queridos Reyes Magos: El Año Nuevo ya está aquí, empachado de buenos propósitos a doce meses vista. Permitidme llevar la contraria, porque los cinco primeros días de 2025 han dado para mucho. Me gustaría que os ocuparais del presente y trajerais carbón a los que cito a continuación.

En España, la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha equivocado al acusar a un ministro de su mismo Gobierno, Carlos Cuerpo, de ser una mala persona, por no compartir las prisas de su agenda. Mientras tanto, la economía española ha creado empleo, pero cuatro de cada cinco nuevos puestos de trabajo están en uno de los sectores económicos de menor valor añadido, menor productividad y menores salarios: los servicios. 

Tampoco ha estado acertado el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que ha cambiado de teléfono móvil una semana después de que el Tribunal Supremo le abriera causa por vulnerar secretos del novio de Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid. 

Igual de errático se ha mostrado el mundo del fútbol. El presidente del Barça, Joan Laporta, ha hecho el ridículo al fichar a dos jugadores que después La Liga y la Federación no le han dejado inscribir, ni malvendiendo los palcos del campo. En el club de enfrente, el Real Madrid, el protagonista estrellado ha sido otro, Vinicius, que ha vuelto a comportarse como un hooligan en Mestalla, por mucho perdón que pidiera después.

La violencia es inadmisible, ya sea en el estadio, en las racistas redes sociales -que han cebado con la madre de la primera niña del año, nacida en Sabadell- o en los hogares. Doce hombres han sido detenidos en Palma por maltratar a sus mujeres en Nochevieja. Algo más lejos, en Estados Unidos, dos militares han atentado, en Nueva Orleans y Las Vegas, despertando el temor a una radicalización del Estado Islámico en el país que Donald Trump gobernará por segunda vez a partir del día 20.

Gracias por vuestro tiempo, majestades.