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Feijóo vs Sánchez

El PP sigue siendo incapaz de rentabilizar las debilidades de un Gobierno cercado por la Justicia y se resigna a una legislatura larga

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en una sesión de control en el Congreso.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en una sesión de control en el Congreso. / Europa Press/ Eduardo Parra

El PP sigue sin ser capaz de rentabilizar las debilidades del PSOE y del Gobierno. Tras diez días en los que las acusaciones de corrupción, veremos si fundamentadas o no, han cercado al presidente Sánchez, Núñez Feijóo vuelve a la casilla de salida y se sitúa prácticamente con el mismo respaldo electoral que el obtenido en julio de 2023. La encuesta de GESOP que este lunes publicamos los medios de Prensa Ibérica y que se realizó poco antes del puente es un jarro de agua fría en Génova: los 'populares' pierden apoyo respecto al sondeo de septiembre y los socialistas lo ganan. Feijóo podría ser presidente del Gobierno, pero más por méritos del líder de Vox, Santiago Abascal, que dispara su respaldo en las urnas, que por suyo propio.

Los ciudadanos parecen castigar con contundencia la gestión del PP de la Comunidad Valenciana en la crisis de la DANA, mientras que 'compran' la estrategia del "acoso judicial" que ha emprendido Moncloa. Tampoco los socios del Gobierno en el Congreso parecen ver relevantes los sumarios que acechan al Ejecutivo, tanto que cunde la sensación de que la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado está a la vuelta de la esquina.

Feijóo fue víctima de las prisas de Mazón hace año y medio, cuando se saltó las directrices de Génova y pactó la Generalitat con Vox, evidenciando ante el conjunto del país que la coalición del PP con la ultraderecha podía ser una realidad en el Gobierno, como alertaba Sánchez. Y ahora Feijóo puede volverse a ver arrastrado por el valenciano si no toma distancias, como han hecho algunos barones y baronesas. Mazón es un cadáver político recluido en Palau desde la riada de octubre y su rehabilitación se antoja imposible.

La debilidad del PP de Feijóo, resignado a una legislatura larga, la compensa la fortaleza del Vox de Abascal, y España y Europa han cambiado tanto en este año y medio que parece difícil que cuaje por segunda vez la estrategia de que viene el lobo de la ultraderecha. Sánchez, además, tiene un grave problema a su izquierda. Está cerca del 30% de los votos (la encuesta le otorga el 28,3%) y a apenas tres puntos del PP (con el 31,1%), por lo que sigue en la pelea, pero el hundimiento de Sumar le impediría permanecer en la Moncloa. La gestión que Yolanda Díaz ha hecho del 'caso Errejón' y la sensación de que conocía lo que pasaba y miró para otro lado por interés electoral la convierten en una rémora electoral pese a ser la líder política más valorada. Cosas de la demoscopia.