Opinión | LA PALABRA DE LOS NÚMEROS

Nueva Comisión Europea y el informe Draghi

En desarrollo tecnológico e inteligencia artificial España está en el furgón de cola de Europa y años luz de EEUU y China 

Placas fotovoltaicas instaladas en el tejado de un edificio.

Placas fotovoltaicas instaladas en el tejado de un edificio. / El Periódico

Ya tenemos nueva Comisión Europea con Von der Leyen reelegida pero con un colegio de comisarios muy renovado. España recupera su peso político con una vicepresidencia que controlará la comisaria de competencia y coordinará a los comisarios de energía, innovación y transición climática.

Von der Leyen, antes de finalizar el anterior mandato, le pidió a Mario Draghi elaborar un informe sobre la competitividad europea y el resultado ha sido un trabajo con un elevado rigor técnico en el diagnóstico y con elevado peso político en las políticas propuestas.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante la presentación en Estrasburgo de su nuevo colegio de comisarios.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante la presentación en Estrasburgo de su nuevo colegio de comisarios. / TERESA SUAREZ / EFE

Europa ha hecho muchos informes similares desde que comenzó el nuevo milenio y el propio Draghi reconoce que ninguno ha funcionado, ya que nos hemos alejado en renta por habitante y en crecimiento de productividad con EEUU y China que nos ha superado ya tecnológica e industrialmente en nuevos sectores.

Dos de los tres pilares del plan Draghi recaen sobre las áreas de coordinación de Teresa Rivera que cuenta con Miguel Gil de jefe de gabinete, anterior economista jefe de energía y con una gran experiencia en Bruselas. Lo primero que debería hacer la nueva Comisión es reconocer el fracaso en la ejecución de los fondos Next Generation y, como propone Draghi, rediseñarlos para que sean menos burocráticos y más efectivos para llegar a las empresas y competir de igual a igual con sus competidores chinos y americanos.

Eso pasa por reconocer el error de la regulación digital que limita hasta el extremo el uso de los datos a las empresas europeas y nos ha dejado fuera del desarrollo de la inteligencia artificial, una tecnología muy disruptiva que va a condicionar el empleo, la productividad y los salarios en el mundo en las próximas décadas. Pasa por reconocer que nuestro precio de la electricidad es el doble que el de EEUU y el del gas cuatro veces mayor y que Rusia ya no es un proveedor de gas fiable. Esto exige seguir siendo ambiciosos en la transición climática pero más pragmáticos para no penalizar la competitividad de nuestras empresas. Europa ha reducido sus emisiones un 30% en los últimos 30 años, con un elevado coste en reconversión industrial y ahora le toca a EEUU, China y la India liderar la reducción de emisiones y frenar el avance del cambio climático.

España, como reconoció Von der Leyen, tiene las mejores condiciones de sol y viento y la mejor tecnología, ingeniería e industria en renovables para liderar la transición y ser un foco de atracción de localización industrial. Necesitamos, al igual que el resto de países europeos, reducir nuestra asfixiante burocracia, tener urgentemente una nueva regulación sobre el uso de baterías y almacenamiento y desarrollar red de alta tensión a 400 kilovoltios para que las nuevas industrias se puedan conectar.

En desarrollo tecnológico e inteligencia artificial España está en el furgón de cola de Europa y años luz de EEUU y China y el esfuerzo debe ser más urgente y más intenso para recuperar el tiempo perdido. Necesitamos reforzar al CDTI y enfocar su estrategia a la transferencia tecnológica en la empresa y aprovechar los fondos Next generation de deuda para reforzar el mercado de capitales, principal debilidad competitiva detectada en el informe Draghi.

¿Salvará Draghi y la nueva Comisión la maldición europea; demasiado lento y demasiado poco? Veremos.