Opinión | LA VENTANA

Esas estampas tan nuestras

Por mucho que la web del Ministerio de Transportes sea la encargada de indicar los lugares habilitados para relajarse como Dios manda, no doy con ellos al incluir zonas 'manicomiables' con restaurantes o repostajes tomados

Archivo - Hochtief (ACS) se adjudica un contrato de mantenimiento de carreteras en Escocia por 190 millones de euros.

Archivo - Hochtief (ACS) se adjudica un contrato de mantenimiento de carreteras en Escocia por 190 millones de euros. / EUROPA PRESS - Archivo

Unos amigos relatan cómo les ha ido desde San Sebastián a Normandía a bordo de una camper, no las zapatillas sino una furgoneta. Ella era remisa, pero ha vuelto encantada. Impresionados por el parque natural de las Landas no dejan de contar su asombro por la inmersión. Lo que les ha completado ese regusto han sido las condiciones en que andan desde las áreas de descanso hasta los campings. El trozo de autovía del que puedo hablar, paralelo a los Pirineos por el país vecino, corroboro que da gusto.

Aparte de que las zonas elegidas para una parada están junto a lagos con un porrón de mesas dispuestas para pícnic, cuando vas a orinar topas con hábitats cinco estrellas en los que te envuelve una atmósfera sinfónica. Como se lo cuento a ustedes.

Elimino de la mente todo lo anterior. Toca zambullirse en la M-50 camino del norte en la semana en que más de ocho millones de desplazamientos inundan los carriles, dana aparte. El pilotaje más tenso de mi histórico fue en este puente y en fila india sin respiro desde Madrid, fijo a 120, de tal suerte que si a alguien se le ocurría desacelerar los tortazos en cadena habrían sido de campeonato. De modo que preferimos adelantar la salida pese a ser martes y 13. Por mucho que la web del Ministerio de Transportes sea la encargada de indicar los lugares habilitados para relajarse como Dios manda, no doy con ellos al incluir zonas 'manicomiables' con restaurantes o repostajes tomados. Viendo la estampa no pienso más que en idear con mimo una travesía hasta Estrasburgo para recreársela a los del arranque y si no se dejan demandarlos allí mismo. Ahora toca parar in extremis.

En las estribaciones de Somosierra me aventuro con una gasolinera a trasmano por terreno pedregoso. Tras vislumbrarla, al menos pone a disposición servicios en el exterior. Bien, pues mientras la cesta permanece vacía es el inodoro el que da cabida al mazacote de papel utilizado.

¿¡Pero será posible!? Nada, que no tenemos remedio. Y, bueno, de acompañamiento musical ni hablamos.