Opinión | LA PALABRA DE LOS NÚMEROS

Baja el paro

España está atrayendo mucha inmigración, principalmente cubriendo empleos que los españoles no quieren con salarios más bajos

La hostelería es uno de los sectores donde más rotación de empleo hay en la provincia de Alicante.

La hostelería es uno de los sectores donde más rotación de empleo hay en la provincia de Alicante. / ANTONIO AMORÓS

Esta semana hemos conocido la encuesta de población activa, la economía española sigue creando empleo y el desempleo sigue bajando. Más allá de la coyuntura cíclica me centraré más en el análisis estructural de nuestro mercado de trabajo. España tiene una alta tasa de temporalidad y estacionalidad resultado de tener uno de los sectores turísticos más competitivos del mundo que concentra su actividad y su creación de empleo en los meses de verano principalmente.

Otra tendencia que está condicionando mucho el mercado de trabajo es el envejecimiento de la población. Hablamos mucho de los efectos del envejecimiento sobre las pensiones y el aumento del ratio de jubilados sobre cotizantes a la Seguridad Social pero muy poco sobre el mercado de trabajo y el crecimiento potencial de la economía. Yo empecé a estudiar economía en la universidad de Alcalá en 1991 y éramos 300 alumnos en el primer curso, este año en esa misma universidad se han matriculado menos de la mitad y pasa lo mismo en todas las universidades y en la mayoría de grados. Hay muchos menos jóvenes que hace 30 años.

Aunque se ha retrasado la edad de jubilación dos años, las empresas tienen serios problemas para reemplazar a los trabajadores que se jubilan, especialmente perfiles que requieren conocimientos técnicos provenientes de la formación profesional en sectores industriales y en la construcción principalmente. España ha pasado de un mercado de trabajo donde la demanda y las empresas tenían elevado poder de fijación de salarios, a un mercado dominado por la oferta en muchos segmentos donde los trabajadores tienen ahora mucho mayor poder de negociación.

Se ve claramente en la nueva economía digital que se concentra principalmente en Madrid donde la elevada demanda de empleo y la escasez de trabajadores ha provocado una fuerte subida de salarios. También en la hostelería donde los jóvenes españoles se niegan a trabajar jornadas maratonianas y sin capacidad de ocio y los salarios han subido un 15% sólo en el último año o en los transportistas de larga distancia donde también es muy complicado encontrar trabajadores a pesar de que los salarios superan los 3.000 euros netos al mes.

La teoría económica nos enseña que en esta situación la solución es aumentar el stock de capital y la tecnología y eso provocaría un aumento de la productividad por ocupado que permitiría compaginar subidas de salarios con la rentabilidad del capital suficiente para mantener el ciclo de inversión de las empresas y la creación de empleo. Pero el Gobierno en su cuadro macro de los presupuestos asume que la productividad por ocupado en España va a caer dos puntos porcentuales adicionales en los próximos 3 años.

¿Qué está pasando? Que España está atrayendo mucha inmigración, principalmente cubriendo empleos que los españoles no quieren con salarios más bajos. Eso impide aumentar la productividad, nos aleja en renta por habitante de nuestros socios europeos y nos mantienen líderes en Europa en desigualdad.