Opinión | LÍMITES DE LAS REDES SOCIALES

Acoso digital, suicidios reales

 En España en 2022 se suicidaron 22 niños y niñas de entre 10 y 14 años, un 57% más que el año anterior

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Dos hermanas de 12 años se suicidaron hace unos días en Oviedo. La noticia conmocionó a toda España. La Policía se lanzó a investigar sus redes sociales, en busca de pistas, sin encontrar nada. El caso se ha cerrado: no hubo acoso. En España en 2022 se suicidaron 22 niños y niñas de entre 10 y 14 años, un 57% más que el año anterior. El psicólogo Enrique Echeburúa ha dicho en El País que "quien se suicida no quiere dejar de vivir, quiere dejar de sufrir". En muchos otros casos, las redes proporcionaban una explicación. La vida ocurre en los móviles.

En Estados Unidos, el órgano que vigila la salud pública (Surgeon General) acaba de publicar un extraordinario documento de 25 páginas sobre las redes sociales y la salud mental de los jóvenes, con consejos muy concretos, prácticos y certeros dirigidos a los legisladores, las empresas tecnológicas, los padres y familiares de niños y adolescentes, a los propios chavales y también a los investigadores.

A los legisladores se les recomienda, por ejemplo, que exijan con normas que el uso que den los jóvenes a las redes y plataformas sea el adecuado para su edad. También, que exista una mayor protección de la privacidad de los niños y jóvenes, cuyos datos manejan a su antojo las grandes compañías para venderlos a las empresas de márketing. Otra propuesta es que se pongan límites al acceso de los niños a las redes sociales (en teoría hay que ser mayor de 16 años para tener actividad en TikTok, algo que nadie vigila). Finalmente, se sugiere que se financien más estudios científicos y académicos sobre la posible relación entre la inmersión digital y el malestar juvenil, y que se lleven a cabo investigaciones transnacionales.

Respecto a las empresas tecnológicas, la primera recomendación es contundente: realizar y facilitar evaluaciones transparentes e independientes del impacto de sus productos y servicios en los niños y adolescentes, y asumir la responsabilidad del impacto de los productos en los diferentes subgrupos y edades de niños y adolescentes, independientemente de la intención que haya detrás de ellos. También que se evalúen los riesgos potenciales de las interacciones en línea y que se tomen medidas activas para prevenir posibles usos indebidos, reduciendo la exposición a los daños. Otra propuesta es que se proporcione información fácil de leer y muy visible sobre las políticas relativas al uso por parte de niños. Un documento muy útil, del que convendría tomar muy buena nota.