Opinión | EN CLAVE EUROPEA

Ampliación retrasada de la UE

La UE acumula graves problemas desestabilizadores internos y carece de la voluntad política y económica para gestionar la integración de nuevos miembros como Ucrania

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. / EP

Las declaraciones de los líderes de la Unión Europea (UE) durante la cumbre de la Comunidad Política Europea este 1 de junio en Moldavia y las promesas sobre la perspectiva europea de los países candidatos a la adhesión encubren la realidad de que no se producirá el ingreso de ningún nuevo estado en la UE a medio plazo. El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emnauel Macron, han repetido en varias ocasiones a lo largo de los últimos doce meses que no se producirán nuevas incorporaciones hasta que la UE haya adoptado previamente un profunda reforma institucional y económica, que refuerce la democracia y permita funcionar de forma efectiva sin caer en el bloqueo con 35 miembros.

Esta reforma de los tratados de la UE -que requiere la aprobación unánime de los Veintisiete, al igual que el ingreso de cada nuevo estado miembro- choca con la resistencia de los países escandinavos y del Este. Para insistir en esa reforma con el apoyo de detallados informes de expertos, las ministras para Europa de Francia y Alemania, Laurence Boone y Anna Lührmann, invitaron a los ministros de Exteriores del resto de la UE a una cena de trabajo en el hotel Sofitel de Bruselas el 29 de mayo.

La UE acumula graves problemas desestabilizadores internos, como el autoritarismo rampante en Hungría y Polonia, y carece de la voluntad política y económica para gestionar la integración de nuevos miembros, en especial de un país del tamaño de Ucrania, con una renta per cápita en 2021 (antes de la invasión rusa) equivalente a 40% del de Bulgaria (el país más pobre de la UE). El ingreso de Ucrania en la UE requerirá un sustancial incremento del presupuesto anual europeo y de las aportaciones de los países más ricos, ya que supondrá un aumento del 25% en el gasto agrario y del 27% en los fondos regionales y de cohesión y parece improbable que los actuales miembros acepten un recorte de las ayudas europeas que reciben. Todos los países candidatos adolecen además de graves déficits en democracia, derechos ciudadanos, libertad de prensa, justicia (bajo control político), corrupción y economía.

Croacia, la última adhesión

Desde el ingreso de Croacia en la UE en 2013, no se han producido nuevas adhesiones. Aunque la Comisión Europea recomiende en octubre la apertura de las negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia y que los Veintisiete lo aprueben en la cumbre de diciembre, se tratará del inicio de un laborioso proceso que durará años. Tras la experiencia nefasta del ingreso de un Chipre dividido en la UE en 2004, los Veintisiete no admitirán ningún nuevo miembro con conflictos armados o territoriales abiertos, como Ucrania y Moldavia (Transnistria), ya que el actual tratado europeo incluye una cláusula de defensa mutua (artículo 42).

Montenegro, con una población de 626.000 personas y cuya absorción no generaría dificultades, obtuvo el estatuto de país candidato en 2010 y comenzó las negociaciones de adhesión en 2012. Pero en estos 11 años sólo ha logrado cerrar provisionalmente 3 de los 33 capítulos de su tratado. Macedonia del Norte, que fue reconocida con candidato en 2005, sigue sin abrir la negociación de ningún capitulo del tratado y la Comisión Europea aún está realizando el escrutinio de su legislación para detectar las carencias e incompatibilidades con el Derecho de la UE. Con Serbia, las negociaciones se abrieron en 2014, pero hasta ahora sólo se han cerrado provisionalmente 2 capítulos de los 35 de su tratado. Con Albania, las negociaciones de adhesión comenzaron formalmente en julio de 2022, pero aún se está en la fase de análisis de su legislación.

Turquía, a la espera

Bosnia-Herzegovina obtuvo en diciembre de 2022 el estatuto de país candidato, pero no hay fecha para empezar las negociaciones. Kosovo sólo es considerado un candidato potencial y las recientes tensiones creadas con la minoría serbia por parte del Gobierno kosovar han generado una dura reprimenda de la UE y de Estados Unidos. Turquía, por su parte, inició las negociaciones de adhesión en 2005, pero están paralizadas desde 2018 a causa de su autoritarismo y nadie cree que llegue a ingresar en la UE. La ausencia del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en la cumbre de Moldavia refleja su pérdida de interés en la adhesión a la UE y en la propia Comunidad Política Europea, creada en 2022 en el contexto de la invasión de Ucrania como plataforma de coordinación política informal entre los países de la UE, los países candidatos y otros países europeos (Reino Unido, Noruega, Suiza, Islandia y países del Cáucaso).