Opinión | GUERRA EN UCRANIA

La gira de Zelenski

Con el sobrio atuendo militar que ha popularizado, se ha dedicado a hacer lo que había hecho como estrella televisiva: comunicar. Y lo hace muy bien

Volodímir Zelenski

Volodímir Zelenski / EP

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha estado de gira por Europa y eso por sí solo ya es una noticia, dado lo poco aficionado que es a salir de su puesto de mando en Kiev, ciudad que no abandonó ni cuando parecía que iba a caer en las garras de Putin durante en las primeras semanas de la invasión, hasta el punto de que los soldados rusos llevaban uniformes de gala en sus macutos para lo que pensaban que sería un desfile de la victoria por la misma plaza del Maidán.

Pero Zelenski, el cómico televisivo, ha resultado ser un presidente carismático que encabezó una resistencia numantina frente al invasor y se negó a abandonar la capital asediada bajo las bombas hasta que los fallos de inteligencia, de estrategia y de logística de los invasores les propinaron su primera derrota en las mismas puertas de Kiev.

Durante el año y pico que llevamos de guerra Zelenski apenas ha salido de la capital, salvo para visitar los frentes de lucha, elevar los ánimos y condecorar a sus soldados que resistían contra todo pronóstico frente a un enemigo teóricamente muy superior.

Y desde su despacho y con el sobrio atuendo militar que ha popularizado, ha dedicado este tiempo a hacer lo que había hecho como estrella televisiva antes de meterse en política: comunicar. Y lo ha hecho muy bien, manteniendo videoconferencias con otros líderes, con parlamentos y con organizaciones internacionales para recabar apoyo político y conseguir armas cada vez más letales y más sofisticadas para defender a su país.

Sin parada en España

Estos días ha hecho una gira que le ha llevado a Italia, Alemania, Francia y el Reino Unido. El hecho de que no haya venido también a España, la cuarta economía de la Eurozona, nos deja públicamente al país y a su presidente fuera de la primera división europea. Zelenski no viaja como hacen muchos políticos con el solo objetivo de hacerse fotos para consumo local, sino que calcula muy bien sus viajes y solo va allí donde el desplazamiento le es rentable. Como debe ser.

En Aquisgrán ha recibido el Premio Carlomagno que reconoce valores europeístas, y también se ha entrevistado en Berlín con el presidente Steinmeier y con el canciller Sholz, que le han anunciado otros 2.700 millones de euros en apoyo militar que incluye 30 tanques Leopard, drones de largo alcance y una batería de misiles. 

Es impresionante el giro de Alemania, donde una coalición dividida solo le quiso dar al principio unos centenares de cascos para sus soldados. Parecía una broma. También allí se ha visto con Ursula von del Leyen que le ha reiterado una vez más el respaldo de la Unión Europea a una futura accesión de Ucrania. No cabe duda de que esa visita le ha valido la pena.

Antes de viajar Alemania Zelenski pasó por Roma, donde fue recibido por el presidente Mattarella y la primera ministra Meloni que también le prometieron su respaldo militar y político a pesar de haber en Italia fuertes voces pro-rusas como las del incombustible Berlusconi y del populista Salvini. 

Lo más importante del viaje a Italia ha sido la visita al papa Francisco, que tiene algunas ideas para la paz –que todavía no ha hecho públicas– al tiempo que procura mantener los puentes tendidos con Moscú en un complicado ejercicio de funambulismo. Zelenski le ha dicho que apoye su paz, la que propone Ucrania, y no se complique la vida porque es imposible satisfacer a la vez al agresor y al agredido.

Carros y misiles

Luego ha ido a París porque a los franceses les da un soponcio si no pasa por allí, y Macron le prometió decenas de carros blindados y de tanques ligeros. También formará a pilotos ucranianos. Los aviones F-16 solo llegarán cuando Estados Unidos lo autorice, aunque británicos y holandeses están deseando poder suministrarlos ya.

Y finalmente Zelenski ha dado un salto a Londres, su segundo suministrador de armamento y de inteligencia, solo detrás de Estados Unidos. Reino Unido le acaba de dar misiles de largo alcance Storm Shadow que suponen un salto cualitativo importante, y también preocupante, porque pueden llegar a suelo ruso y aumentar el riesgo –cada vez mayor– de extensión del conflicto. Y Ucrania necesita más para su inminente ofensiva. Por eso está ahora en Hiroshima con el G7.

¿Comprenden ahora por qué Zelenski no ha venido a España?